martes, 24 de enero de 2017

* John Shelby Spong; abriendo ojos 7 *

***Hermosa noche de Martes para todos.

Mañana no andaré por aquí escribiendo, así que aprovechando el tiempo que dispondrán para leer, voy a compartirles dos capítulos de John Shelby Spong.
Sé que es mucho...pero bueno...les doy franco mañana a ver si les da ganas de leer, jeje.

Después de conocer éste trabajo de Spong sigo preguntándome que cómo es posible...que medio planeta viva de acuerdo al dios de una tribu..
Pero ni hay que enojarse con el pueblo judío ni hay que culparlos de nada, en todo caso hay que felicitarlos.

Pensemos que se destacaron por su inteligencia ya que bien podríamos estar hoy adorando a dioses babilonios, asirios o de cualquier otra gran cultura que convivió con los hebreos, daría lo mismo, pero ellos lo lograron.
Son otros...los responsables de haber permitido *inocularnos* algo que no nos era propio...
Verán..en mi medio siglo de vida he tenido compañeros o amigos judíos y se sorprenderían ustedes si les digo que muchos...son ateos.

Ellos no reniegan de su descendencia, por el contrario, se sienten orgullosos ¿y cómo no? si son una cultura antigua y famosa que logró hacerle creer al mundo que su dios era Dios...jeje.
Y son ateos, generalmente intelectuales que tal vez gracias a su intelectualidad llegaron a las mismas conclusiones del cura Spong...
Ante ésto...otras reflexiones...

¿Creen ustedes que el Papa y sus antecesores no podían llegar a las mismas conclusiones que Spong?
Todos y absolutamente todos cuando decidieron ser *sacerdotes* hicieron sus estudios en los seminarios donde se enseña *teología* entre otras cosas..
Es decir que lo que Spong sabe lo saben todos quienes hicieron la *carrera* de Cura.
Entonces...¿porqué su silencio?...

Cuánta hipocrecía...
Desde los 80/90 jamás...en las omilías o en las misas se escucha a algún Cura pronunciar la palabra ..Yahvé...
¿porqué será?..la hicieron muy fácil..., para no sentir la culpa que implica saberse unos mentirosos...confundieron el concepto de Cristo como dios, a punto tal que cuando hablan de Cristo hablan de dios...

Sin embargo a nuestros niños como a mí también...nos han vendido en la enseñanza de la *religión* en las escuelas católicas....que la palabra sagrada consta de *dos libros unidos* al que llamaron *la Santa Biblia*, o sea el AT unido al NT...ese gordo libro de tapa verde que casi todos los creyentes tenemos en la mesita de luz...
Cuánta hipocresía...
¿Porqué será que si ni siquiera ellos se creen el cuento nos lo han metido a todos nosotros?

Muy triste la conclusión...¿no?
Si no hubieran suprimido la Gnosis, tal como hicieron y se esmeraron asesinando a millones de hermanos so pretexto de *herejía*, ¿cómo habrían construído tanto poder hasta el día de hoy?
Mezquindades...miserias...

Al mismo tiempo que existían seres humanos en Medio Oriente también existían en el resto del planeta, y algunos extraviados siguen pretendiendo que aquí, los latinoamericanos debemos *dar las gracias* a Colón y a la Corona española por habernos *traído*...la palabra de Jesús...como excusa para...robar..
Al igual que en cada rincón del planeta, aquí nuestros llamados pueblos originarios tendrían también sus dioses arcontes, y a qué punto que sacrificaban a semejantes en pos...de algún dios...

¿Se dan cuenta? la matriz fué y es global.
Sin embargo así como en Medio Oriente llegó un Cristo, sería idiota pensar que ese Cristo sólo dejaría su mensaje a unas pocas tribus privilegiadas de una pequeña porción de éste vasto mundo.
Nuestros pueblos originarios también tuvieron su Cristo..como también lo tuvieron en Asia y en África y en Oceanía.

Por eso...¿cómo no creer en la Gnosis?, la que entorpecía los planes de quienes vilmente se erigieron en *voceros de dios*..
Cómo no pensar que ¿para qué necesitaríamos religiones, iglesias, Papas, sacerdotes, limosnas, dinero, oro? si el mensaje del Nag Hammadi hubiera sido difundido a todo el mundo?
Si Cristo dijo que lo buscáramos dentro nuestro...¿para qué la religión, los templos, la opulencia?

Cuánta hipocrecía...
Por eso, éste Papa actual que además es argentino, y que con su dialéctica en cierta forma le sirve a mi causa, jamás será para mí representante de algún dios, no al menos hasta que algún día pida perdón públicamente por la matanza y el genocidio de los Gnósticos.
Mientras no lo haga, seguirá siendo un gran pintor para dar blancas manos a la fachada de la putrefacta institución que representa.

Mientras no se rasgue las vestiduras públicamente sintiendo el arrepentimiento de las atrocidades cometidas contra aquellos hermanos Cristianos de la primera hora...quemados vivos y de ocultar las enseñanzas de Cristo para *armarlas* en un compilado lleno de mentiras mezcladas con verdades llamada Santa Biblia..., sé muy bien quienes son los responsables de que el mundo esté como esté, y no son los judíos precisamente.
Si Spong llega a éstas conclusiones...cuánto mas la curia que lo educó...

Vamos entonces a lo prometido, les dejo un abrazo grande y por favor...en mis palabras entiendan que debemos perdonar, yo ya los perdoné hace tiempo, lo cual no implica que los avale con silencio, y es por eso que escribo.
Cristo no se equivoca ni fué un tonto..., por más que sus revelaciones fueran tronchadas de nuestra historia, aquella vasija...supo muy bien sobrevivir a todo..para ser descubierta en 1945 y dentro de ella el libro..., ese que hoy a 2016 años de ser redactado, ve la luz en éste humilde espacio llamado blog.




El último material de la Toráh, la revisión sacerdotal-parte1

Las Columnas anteriores nos han ido mostrando cómo influyeron los acontecimientos externos, más que otra cosa, en el contenido de los escritos que un día serían las Sagradas Escrituras de los hebreos. Esto no debería sorprendernos, puesto que todos los libros los escriben personas que viven en un contexto espacio-temporal determinado. Esta idea sólo puede perturbar a quienes les atribuyen un origen o una fuente directamente sobrenatural, como si Dios fuera un autor más en la literatura universal. Pero no hay ningún argumento empírico y racional que establezca el origen divino inmediato de libros como la Biblia o como el Corán.

Como ya hemos seguido el rastro de la conexión entre contexto y texto en las tres primeras etapas del desarrollo de la Toráh, iniciaremos ahora el estudio de la cuarta y última etapa. Sin embargo, antes haremos un repaso. Ya vimos que el documento más antiguo de la Biblia procedía del siglo X antes de nuestra era, de la entonces dominante tribu de Judá, y que dicho documento dependía de los símbolos de poder de aquella porción del mundo judío: de la ciudad de Jerusalén, sede del linaje real de David, del templo y del sumo sacerdote.

Escrito probablemente durante el reinado de Salomón, su personaje principal es sin duda el rey David. Lo llamamos documento *J* porque él siempre llama a Dios: JHWH. El segundo conjunto de la Toráh se escribió en el siglo IX, en el reino del norte, tras su exitosa revolución secesionista que lo separó de Judá y le permitió fundar un nuevo estado. El reino del norte, que se llamó a sí mismo Israel, fue más democrático, lo cual no es ninguna sorpresa. El poder residía en el pueblo, que podía elegir y derrocar a sus gobernantes. Esta versión llama a Dios Elohim y por eso se conoce como Documento *E*.

En él, el personaje central es José, el hijo predilecto del patriarca Jacob. En el año 721, a.C, los asirios derrotaron a este reino del norte, y la política de dominio asiria hizo dispersar a los habitantes de Israel por toda la extensión de su imperio, de forma que el ADN israelita se diluyó por todo el Oriente Medio. Por eso se habla de *las 10 tribus perdidas de Israel*. Algunos supervivientes, sin embargo, consiguieron huir a Jerusalén y llevaron consigo copia del documento *E*. Con el tiempo, este material se fundió con el documento *J* y se formó la versión *J-E*, que fue, durante un siglo, la escritura sagrada de los judíos.

En el 621, a.C. un *nuevo libro de Moisés* se *descubrió* escondido entre las murallas del templo. Se le llamó *Deuteronomio* =o segunda Ley= y, bajo su influencia, se desarrolló una masiva reforma de la liturgia del templo. Cabe sospechar que el profeta Jeremías fue parte del grupo reformador que escribió, escondió y descubrió el Deuteronomio. Cuando éste se incorporó a la versión *J-E*, los escritores deuteronomistas modificaron también el conjunto y dejaron su huella en toda la historia de Israel. El conjunto *J-E-D* pasó a ser la nueva versión de las sagradas escrituras hebreas.

Pero sólo por un breve período, hasta que estalló la peor tragedia para Judá. Esta tragedia comenzó en el 609 a.C, cuando el Faraón Necko atacó a sus enemigos, los asirios, en las llanuras de Meggido. Josías, rey de Judá y cabeza de las reformas deuteronomistas era aliado de los Asirios y por eso salió al paso del egipcio invasor pero fue mortalmente herido en la batalla. La muerte de Josías, el rey más popular después de David, sembró la desesperación y el miedo porque los Babilonios, al mando de Nabucodonosor, derrotaron al ejército asirio, destruyeron Nínive, su capital, y pasaron a ser el poder dominante en la región.

En efecto, Nabucodonosor consolidó su poder y se lanzó a una campaña de conquista y expansión durante los primeros años del siglo VI a.C. En el 589, de camino hacia el norte, conquistó todo lo que encontraba a su paso y llegó ante los muros de Jerusalén. Jerusalén era fácil de defender dada su posición sobre un monte con rasgos de fortaleza y dado que poseía una fuente interna de agua limpia. Ningún ejército extranjero la había conquistado desde hacía 400 años. La estrategia judía habitual era guarecerse dentro de la fortaleza, donde siempre había provisiones suficientes para hacer frente a un eventual asedio prolongado.

Normalmente, el enemigo se desalentaba y negociaba y Judá quedaba libre aunque más pobre. Jerusalén contaba, pues, con el aura de ser invencible, y los judíos afirmaban que Dios nunca permitiría que fuera conquistada o destruida su residencia en la tierra. Sin embargo, los babilonios fueron más persistentes que todos los demás, mantuvieron el sitio por dos años y, durante ese tiempo, las armas y los alimentos de los defensores se agotaron. Las rocas y las lanzas eran irrecuperables. Al final, las murallas se quebraron y el ejército babilonio entró en la ciudad y destruyó todo a su paso, incluso arrasó el templo, la casa de Dios.

Los vencedores prepararon la deportación a Babilonia o a otros lugares del imperio. Empezaba para los judíos el período del *cautiverio*. Sólo los más viejos y los más débiles se quedarían, bajo Zedequías, rey de la casa de David pero títere del nuevo poder. Fue el tiempo más oscuro del pueblo judío hasta el holocausto del siglo XX. Los exilados dejaron atrás todo lo que conocían. Jamás volverían a ver la tierra sagrada de Judá. Expulsados de su templo, con sus fiestas y liturgias sagradas, que habían dado un sentido y un orden y propósito a sus vidas, asumieron que esta expulsión era también una expulsión lejos de Dios.

Según el salmo 137, los cautivos fueron objeto de burla por parte de sus captores tal como reflejan estas palabras lastimeras: *Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión. De los álamos de la orilla colgaban nuestras cítaras. Nuestros captores nos pedían cánticos, nuestros raptores, alegría:
Cantadnos un canto de Sión, nos decían pero, ¿cómo podríamos cantar un canto de Yahveh en una tierra extraña?* Su destino era vivir como esclavos o como perpetuos desarraigados en tierras donde el nombre de Yahvé nunca más podría pronunciarse en público.

Y él no escucharía sus súplicas. Sin embargo, su crisis espiritual era todavía más profunda. En aquellos tiempos antiguos, la derrota de una nación era también la derrota de su Dios. Su Dios había sido impotente ante los dioses babilonios. Su Dios había sido destruido. Si iban a continuar siendo creyentes, tendrían que ser =según una expresión que yo he utilizado, 2600 años después, para describir la situación actual de muchos cristianos respecto de sus iglesias= *creyentes en el exilio*. En aquel entonces, los judíos deportados estaban separados de todo aquello en lo que habían basado su comprensión de Dios.

Fue una crisis de terribles proporciones en la que o bien su Dios desaparecería o bien se fortalecería. No había otra alternativa. La mayoría de los más ancianos no sobreviviría a semejante prueba. Tal había sido ya el destino de las gentes del reino del norte. En sólo dos o tresgeneraciones habían perdido su identidad y la población circundante lo había absorbido, de manera que se habían convertido en lo que hoy llamamos *las diez tribus perdidas de Israel*. Por consiguiente, su única esperanza de supervivencia residía en su habilidad para permanecer distintos y separados de sus vecinos, e impedir así el proceso de asimilación.

Los judíos del reino del Sur vivían ahora con una última esperanza: que algún día, en un futuro indescifrable, sus descendientes, si es que aún permanecían cohesionados y se reconocían a sí mismos como judíos, pudieran regresar a su patria y reconstruir Jerusalén y su sociedad. Esta esperanza se convirtió en su sueño y en un último reducto de valor en torno al cual vivieron en el cautiverio. Entre quienes partieron hacia el exilio había un hombre al que conocemos como Ezequiel, que era sacerdote junto con otros.

Casi inevitablemente, Ezequiel y sus compañeros fueron los líderes de todos los exiliados, y su objetivo fue levantar y mantener vivas, en las conciencias, las virtudes idóneas para permanecer separados de los babilonios y conseguir que sus descendientes se adhirieran al sueño y al empeño tribal de regresar un día a su tierra de origen. Al servicio de este sueño, estos líderes sacerdotales seleccionaron tres puntos de referencia esenciales del judaísmo e intentaron grabarlos profundamente en el espíritu de su pueblo para mantenerlo cohesionado en medio de todos los habitantes de Babilonia.

En primer lugar, reintrodujeron el Sabbath y lo convirtieron en signo de identidad. A partir de entonces, los judíos fueron esa gente extraña que se niega a trabajar el séptimo día. Esta práctica, que se hizo costumbre, desbarataba los equipos de trabajo y causaba frustración y enojo entre los babilonios, pero sirvió para identificar a los judíos como *diferentes*. En segundo lugar, estos sacerdotes y líderes presionaron para que su gente adoptara las leyes de la alimentación *kosher*. Esto implicó la clausura de toda comunicación social mediada por la alimentación, con quienes no eran judíos.

Como los judíos no podían comer con los no-judíos, había poca posibilidad de desarrollar relaciones cercanas con ellos dado que estas relaciones se desarrollan básicamente en los actos de comida en común. En tercer lugar, los líderes sacerdotales recuperaron la práctica de la circuncisión como rasgo distintivo del judaísmo, de esta suerte marcaron el cuerpo de todo varón judío durante la pubertad. Esto imposibilitaba esconder el propio ser judío, lo cual servía, además, para entorpecer el matrimonio con otras etnias.

En conjunto, el plan funcionó y los judíos fueron un pueblo separado del resto. Todas aquellas prácticas pasaron a considerarse mandatos divinos y signos de la elección. Como consecuencia, Ezequiel y los otros líderes sacerdotales decidieron que la historia sagrada de su pueblo debía revisarse para incluir estos mandamientos, que eran parte de la vida y de práctica judía de entonces, en el mismo comienzo de la historia tal como ellos la contaban, es decir, desde un punto de vista judío.

Con este fin emprendieron entonces una revisión editorial todavía mayor que la que había supuesto unir las tres versiones anteriores en una sola:
la historia J+E+D.
El cuarto conjunto se llamó el documento sacerdotal o documento *P* =1=.
Dedicaremos la próxima entrega a su contenido


El último material de la Toráh, la revisión sacerdotal-parte 2

Tras la primera ola de judíos que, en el 596 aC., partieron hacia el exilio y Babilonia, hubo una segunda partida en el año 586, después de que los babilonios sofocaran un alzamiento en el que exterminaron a toda la estirpe regia descendiente de David. Ambos grupos de cautivos llevaron consigo su historia sagrada, es decir, la fusión del documento Yahvista, procedente de Judá, con el Elohísta, procedente del reino separado del norte, y con el Deuteronomio y las revisiones deuteronómicas de todo el conjunto, realizadas probablemente por Jeremías y los escritores deuteronomistas, con el apoyo del rey Josías.

Cuando los judíos terminaron el cautiverio babilónico y regresaron, cosa que hicieron también por oleadas entre 50 y 150 años más tarde, un conjunto de sacerdotes escritores, uno de los cuales probablemente fue el profeta Ezequiel, había reescrito el texto de la historia sagrada judía por completo y lo había ampliado enormemente. Entonces, dicha historia reflejaba dos cosas más: primero, la lucha de los judíos por su supervivencia como pueblo, cosa que lograron radicalizando el aislamiento respecto de sus captores, y, segundo, una comprensión más profunda de su misión en la tierra, como pueblo: su misión era restaurar su país, reconstruir su capital,
Jerusalén, y reinstaurar una vida ordenada por la oración y centrada, como antes, en el Templo.

Conforme a esta misión, el propósito declarado de los escritores sacerdotales fue crear un sentido profundo del ser judío, de modo que su identidad nunca volviera a peligrar otra vez ni individual ni colectivamente. Esto implicaba afirmar que sus Escrituras eran sagradas, que eran de hecho la Ley absoluta de Dios, que contenían la voluntad de Dios y que su obediencia a la Toráh debía ser completa y total. Los escritores sacerdotales, en consecuencia, modificaron los textos judíos para mostrar que la historia de los antepasados ya incluía los mandamientos acerca de la observancia del Sabbath, de la alimentación kosher y de de la circuncisión para todos los varones.

Además, estos escritores incorporaron a la Toráh toda clase de reglas para todos los aspectos de la vida común. Fue una obra literaria monumental, pero la hicieron.
El segmento inicial de la Toráh se reescribió de forma que reflejara el mandato divino de que todos los judíos respetaran el Sabbath. Tal fue el objetivo de una nueva historia de la creación en Génesis 1, basada en la redacción babilónica en la que Dios creaba el mundo en un número fijo de días: 6 días en concreto; de modo que Dios mismo descansó el séptimo día, y así estableció el patrón a seguir por todos.

La narración partía de la idea de que el espíritu de Dios había sobrevolado el caos y la oscuridad, y su luz había arrinconado a las tinieblas ya en el primer día.
En el segundo, Dios hizo el firmamento, llamado *cielo*, para separar las aguas de sobre la tierra, respecto de las que caen en forma de lluvia. Al tercer día, Dios juntó las aguas de la tierra en un solo sitio al que llamó *mar*, y la separó de la parte seca a la que llamó *tierra*. Esto posibilitó que la tierra produjera pastos, hierbas, árboles frutales y vegetales que serían alimento de los seres vivos tan pronto como éstos aparecieran.

El cuarto día, Dios creó el sol para iluminar la tierra durante día, y la luna para iluminarla durante la noche, y dividió el día de la noche y creó además las estaciones y los años. También hizo las estrellas ese mismo día. En el quinto día, creó los peces y las aves, a los que ordenó llenar los mares y los aires. En el sexto día, Dios hizo las bestias de los campos y todo lo que *se arrastra sobre la tierra* hasta, por último, ese mismo día, hizo al hombre y a la mujer, juntos, a la vez, siendo ambos imagen y semejanza suya. Luego, les ordenó crecer, multiplicarse y llenar la tierra.

Aquello concluyó la obra de la creación, que Dios declaró terminada y buena de suerte que, el séptimo día, Dios descansó e instituyó el Sabbath como el día del reposo; y lo bendijo, lo declaró santo y ordenó observarlo a todas las generaciones del pueblo como un deber sagrado. El propósito, pues, de los escritores sacerdotales, al escribir esta historia durante el exilio, no fue informar y enseñar cómo había sido la creación sino convertir la
observancia del Sabbath en la marca divina, distintiva del pueblo.

Fue el primer acto de su campaña para remodelar la historia de los judíos y contribuir así a su meta principal: lograr la supervivencia del grupo humano que aún formaban. Cuando entendemos el fin principal de esta historia segunda de la creación =puesta, sin embargo, al comienzo=, comprendemos mejor los otros cambios de los escritores sacerdotales. También insertaron nuevos detalles para reforzar el Sabbath en otras historias. Por ejemplo, en la historia del maná enviado por Dios a los israelitas que caminaban hambrientos por el desierto durante su viaje, desde la esclavitud en Egipto, a lo que ellos creían era su Tierra Prometida.

El maná del cielo descendía sólo 6 días a la semana, de modo que ni Dios trabajaba el día del descanso, ni siquiera para evitar que muriera su pueblo; y lo mismo debía hacer la gente durante la recolección. Los escritores sacerdotales también añadieron, por ejemplo, un mandamiento específico de observancia del Sabbath dentro de los diez dados por Dios a Moisés en el monte Sinaí. La razón más antigua del Sabbath era que los judíos recordaban que, cuando aún eran esclavos en Egipto, tenían derecho a un día de reposo =ver: Deut. 5=.

Este derecho no tenía nada que ver con la historia de la creación, que entonces aún no se había escrito y que por tanto no sabían los antiguos. Sin embargo, en adelante, el mandamiento añadido justificaría la estricta observancia del Sabbath. El objetivo de los escritores sacerdotales y de su revisión editorial fue insertar cada una de las marcas distintivas del judaísmo en las narraciones más antiguas del pueblo, así podrían atribuirse todas a Moisés. Las leyes de alimentación kosher se incorporaron al Levítico como mandato de Dios dado a Moisés.

La circuncisión se incorporó a las historias de Abraham y de Moisés como una orden de Dios. Los ritos de la liturgia judía se consignaron con gran profusión de detalles adaptados al estatuto de los exiliados, que así pudieron observarlos durante el cautiverio. Las sinagogas, como centros locales de adoctrinamiento, se instituyeron como compensación del templo destruido. Incluso la historia de Noé se adaptó a los fines sacerdotales pues Noé pudo reunir un número suficiente de animales para los sacrificios rituales a los que estaba obligado, de este modo no hubo riesgo de que las especies continuaran dado que sólo había una pareja en el Arca.

El proceso de revisión sacerdotal duró unos 200 años y no fue obra de un solo autor ni de unos pocos de una sola generación. Al final marcó la identidad del pueblo judío de forma indeleble. La Toráh fue, a partir de entonces, la mezcla de cuatro tradiciones: fue Yahwista-ElohistaDeuteronomista-Sacerdotal y su extensión se duplicó. Grandes fragmentos nuevos se añadieron, fundamentalmente para dirigir la liturgia y la conducta. Las adiciones sacerdotales incluyen casitoda la segunda parte del libro del Éxodo, a partir de la historia del Sinaí en el capítulo 20; todo el Levítico y partes muy significativas de los Números; así como innumerables modificaciones a lo largo de todo el conjunto.

Probablemente, la forma final se logró en el siglo IV aC. Una narración del libro de Nehemías =cap. 8= cuenta que un grupo de judíos, ya de vuelta del exilio y una vez reconstruido el templo de Jerusalén, se reunieron ante *la Puerta del Agua* cuando mandaba Nehemías como gobernador, y entonces Esdras, en calidad de sacerdote, presentó a Nehemías *el libro de la Ley de Moisés* y procedió a leerlo entero ante todos ellos. La lectura fue el primer día del séptimo mes del año judío, es decir, justo el día del Año nuevo o Rosh Hashanah, y el pueblo quedó obligado así por la Ley.

Esdras leyó ese día, con toda probabilidad, la sustancia de la Toráh, es decir, los cinco primeros libros de la Biblia.
Pronto, dos consecuencias resultaron de este nuevo texto de la Ley. Primero, la antigua gran pasión, con la que los judíos se habían mantenido separados de los gentiles a fin de sobrevivir como pueblo durante el exilio, se tradujo, tras su retorno a su tierra, en una pasión igual de grande por preservar su pureza étnica. Las genealogías se atesoraron y recordaron pues así la gente podía demostrar su linaje de sangre pura y probar su impecable herencia.

Esto provocó purgas en contra de esposos, mujeres e hijos que no podían demostrar su pureza judía; y también afianzó el prejuicio y la idea, vigente aún en tiempos del Nuevo Testamento, de que los gentiles eran todos impuros por definición y que ellos, los judíos, debían evitarlos por esta razón.
Esta consecuencia fue, por ejemplo, el origen de los violentos prejuicios de los judíos contra los samaritanos pues éstos eran descendientes de los que, deportados a su vez de otros sitios, habían repoblado a la fuerza el reino del norte, tras el exilio de los judíos del norte a Babilonia, y se habían casado y mezclado con los pocos judíos dejados atrás por el invasor.

No sólo el judaísmo de los samaritanos estaba contaminado sino también su religión, que estaba corrompida por aquellos elementos foráneos y paganos. Estos prejuicios tan profundos, justificados, además, por muchas citas de la *palabra de Dios* contenida en la ley de Moisés, los judíos los tenían contra los gentiles impuros y contra los samaritanos herejes, y alcanzaban tal nivel de intensidad que dieron lugar a la aparición de algunos textos críticos y de protesta ante semejantes prejuicios. Tal fue el
caso de libros como el de Jonás y como el de Rut, que, de algún modo, terminaron por sumarse a las Escrituras judías.

El libro de Jonás supo presentar y argumentar la preocupación de Dios por los gentiles; y el libro de Rut venía a afirmar que ni el mismo rey David hubiera pasado el examen
de pureza racial si se lo hubieran hecho.
El segundo resultado del período sacerdotal fue la elevación de la Toráh al estatuto de *sancta sanctorum* del conjunto de las Escrituras.
Y esto condujo a la rigurosa lectura completa de la Ley, durante los Sabbath de cada año, en las comunidades más estrictas, así como a la lectura repartida en tres años, en las comunidades menos exigentes.

Sin embargo, decimos que la esencia del judaísmo está en *La Ley y los Profetas*.
La Toráh es la Ley.
Continuaremos esta serie examinando quiénes fueron los Profetas.

John Shelby Spong

Gilgamesh***

lunes, 23 de enero de 2017

* John Shelby Spong; abriendo ojos 6 *

***Bella noche de Lunes para todos.

Vamos a continuar con la zaga del cura Spong, y les adelanto que sus documentos son muchos y sorprendentes, incluso así como analiza el AT se dedica también al NT, y en el punto cúlmine llegan sus conclusones que a más de uno dejarán con la boca abierta..

Pero reitero, son muchos documentos que no sé... hasta que punto a ustedes les interesaría seguir conociendo, es decir que de acuerdo a los números que vea en mi panel de seguimiento de entradas, determinaré si continúo o no, puesto que son ustedes quienes deciden qué es interesante o no, más allá de mi invitación a tal o cual tema.

Pero antes de Spong quisiera compartirles una reflexión de esas que uno encuentra por ahí cuando otros como nosotros se dedican a reflexionar sobre la religión.
Me parecieron unas nociones sumamente válidas que seguramente muchos compartimos y que ayudan desde la rica variedad de la expresión;

Gustavo Guardiola, Pupilo y asistente de Ikram Antaki, hace ya muchos años.

-No llegamos a donde estamos así, nada más. Los humanos pasamos por un proceso de varios miles de años antes de que pudiéramos hablar de ciencia y que hubiera alguien que pudiera proclamarse agnóstico o ateo.
La idea de humanidad no es evidente. Para un pueblo politeista es muy difícil entender que la humanidad es una sola. Los pueblos de la antigüedad no reconocían la humanidad de las tribus vecinas, es decir, no reconocían que los pueblos vecinos eran seres humanos.

Eso se ha podido ver en las crónicas de muchas guerras de conquista. Al tener muchos dioses, en el imaginario antiguo existía la idea que la tribu vecina hubiera sido creada por un dios inferior, o que fuera una especie de hija bastarda de algún dios con un humano, o bien que el extranjero tuviera poderes divinos, cuando tenía una superioridad técnica importante. Eso pasó en la conquista de América y en las guerras de colonización en África.
Pero con la llegada del monoteísmo, el concepto de humanidad se extendió: si todos somos hijos del mismo dios, eso nos hermana de alguna manera.

Esta misma idea apareció también por otra ruta: la del escepticismo. Los griegos se cuestionaban: Si nosotros tenemos unos dioses y los egipcios tienen otros,
¿no será que en realidad sean los mismos, o quizás que ambos sean sólo invenciones?
Luego tenemos que la moral tampoco es evidente. Los dioses de la antigüedad no eran buenos: eran poderosos.

El mismo Jehová, no era un dios de amor. Basta con leer las primeras partes de la Biblia para ver lo malgeniudo y caprichoso que era. Jehová destruye pueblos, pide sacrificios más allá de lo que un hombre puede dar: *mata a tu hijo*. Bueno, yo diría: ¿pues qué, ese dios está loco?
Pero, conforme avanza la Biblia y van cambiando quienes la escribieron, Jehová también va cambiando y pasa de ser este dios iracundo y se convierte en un dios moral. Empieza por poner reglas: ya no va a destruir pueblos ni enviar catástrofes, pero nos pide obedecer algunos preceptos y adorarlo sólo a él.

La frase: Yo soy el que es, es clave para entender cómo ha evolucionado nuestra idea sobre la divinidad y también sobre nuestra humanidad. Bueno, también nos pide que lo amemos, pero hay un problema en eso. Después del diluvio y de la destrucción de Sodoma y Gomorra, pedirnos nuestro amor está un poco fuera de lugar, ya sabemos cómo se ponen las cosas cuando uno no hace caso.
Para la época en que nació Cristo, el judaismo había evolucionado muchísimo.

Los dioses romanos eran dioses poderosos. Pero el dios de los cristianos se convierte en hombre, pero además viene en su forma más vulnerable: la de un niño, pobre, indefenso y perseguido. Y ese Jehová terrible que barría con poblaciones enteras, se convierte en un bebé completamente vulnerable.
Miren, yo soy agnóstico, pero para mi este mito es la cosa más conmovedora que hay. No porque sea divino, sino porque lo escribimos nosotros. Habla de cómo pensamos, de como nos vemos a nosotros mismos, de qué es lo que consideramos un valor.

Bueno, pues esta nueva versión de dios, sí añade un elemento que no existía en los politeismos: el amor.
Y con esto vienen muchos otros valores: la compasión es uno de ellos. Compasión significa *sufrir con*, tiene la misma raiz que la palabra simpatía: pathos.
Es decir, la compasión es ponernos en los zapatos del otro y compartir un poquito de su tristeza.
Y ponernos en los zapatos del otro está en la escencia de todos los valores morales.

A partir de ahí se puede construir una moral laica. Se podría decir que podríamos haber llegado a lo mismo por el lado del escepticismo. Seguramente sí, los griegos llegaron ahí, pero los mitos son importantes para la transmisión de muchas ideas, o al menos así sucedió en occidente. A nosotros nos llegaron por el lado de los mitos judeo-cristianos. A los budistas, estas mismas ideas les llegaron por otros lados.
Se puede hablar de todas las barbaridades que ha producido la iglesia, de cómo se hicieron un imperio administrando la pobreza de Cristo y de las numerosas ocasiones en que pusieron a occidente al borde de la extinción.

Pero nosotros somos herederos de esta cultura judeo-cristiana.
La idea de un gran relojero, de un maestro constructor creador del universo, estuvo en el origen de la ciencia: Si existe este gran relojero y existe una lógica detrás de su obra, quizás nosotros podamos descubrir algunos de sus secretos. Muchos científicos son creyentes y la explicación podría ser ésta.
El problema no está en creer en Dios o no.

El problema está en confundir los niveles: la fe no puede explicar el cómo y la ciencia no puede explicar el por qué. No podemos explicar la evolución, la genética o el big bang, a partir del mito del génesis. Pero la mitología religiosa nos habla de cómo somos, de nuestros miedos más profundos, de nuestras pasiones, de cómo nos vemos a nosotros mismos.
La música, la pintura, la arquitectura, todo el arte occidental, se desarrolló a partir de ideas que aparecieron en la iglesia.

No se puede entender la música desde un punto de vista profundo si no se sabe de contrapunto, y el contrapunto nació adentro de la iglesia.
Desde mi punto de vista, algunas de las ideas de Nieztche hacen agua: ¿en razón de qué habríamos de atropellar todos los valores culturales que hemos construido al cabo de 3,000 años? Para mi ese super hombre, está hecho a mala idea, está algo cojo, es hijo de nadie.
En fin, pienso que un estado laico con una educación laica permite que las capacidades y los valores humanos se desarrollen de una manera mucho más sana y mucho más plena, y a ese estado laico hay que protegerlo.

Pero, sí pienso que desde el punto de vista antropológico, la historia de las religiones y la reflexión sobre los mitos religiosos permite que nos entendamos mejor a nosotros mismos. Finalmente, mientras haya un ser humano sobre la tierra, la pregunta;
¿por qué hay algo en lugar de nada?...
seguirá siendo el mayor de los misterios.

Excelente y bella reflexión de éste amigo desconocido, uno de los millones que somos en el planeta pero que ni sabemos que existimos, gran razón para sentirnos acompañados.
Ahora sí, cierro con Spong;



El tercer documento de la Toráh

Por John Shelby Spong

El quinto y último libro de la Toráh es el Deuteronomio. Su nombre resulta de la combinación de dos palabras griegas: *deutero-nomos*, que significa *segunda ley*. Así pues, este libro recoge la segunda donación de la ley y este nombre indica el origen del libro.
Pero empezaré con un rápido resumen de lo visto hasta ahora. Identificamos primero el conjunto narrativo más antiguo de la Biblia, la parte de la Toráh llamada *Yahvista*, o documento *J*, escrito a mediados del siglo X a.C y que cuenta la versión que prevalece en la tradición de los judíos.

Se centra en el reino de Judá, en el Sur. Exalta los centros de poder ubicados en dicha parte del mundo judío: la casa real de David, que gobernaba por derecho divino; la capital, Jerusalén, considerada como el lugar donde cielo y tierra se unen; el templo, que es la verdadera morada de Dios; y el sumo sacerdote, es decir, la voz autorizada de Dios en la tierra. Fue la única historia sagrada conocida por los judíos hasta que una guerra civil, tras la muerte de Salomón, conllevó la separación de las diez tribus del norte, respecto del reino del sur, formado por la tribu de Judá y su satélite, la pequeña tribu de Benjamín.

Esta secesión exitosa separó a los israelitas del norte de los centros de poder del judaísmo del sur. Por eso, los judíos del norte difícilmente podían seguir usando el texto Yahvista como su historia sagrada. Las palabras del texto los juzgaban como rebeldes contra Dios, contra el templo y la ciudad de Dios y contra los elegidos y ungidos por Dios para representarle: el rey y el sumo sacerdote. Con el tiempo, el nuevo país estableció su propia monarquía pero sobre una base diferente y más democrática. El rey, lo elegía el pueblo y, por tanto, era el puebloquien podía retirarlo.

Una nueva ciudad, Samaría, pasó a ser la capital, y los antiguos santuarios de Hebrón, Beersheba y Bethel tornaron a ser lugares de adoración y a competir con el templo de Jerusalén.
Con el tiempo, las tribus del norte necesitaron escribir su propia versión de la historia sagrada y para ello designaron a un nuevo historiador, proveniente también de la corte. Como esta nueva historia nombraba Elohim a Dios, el nuevo documento se llamó Elohísta o versión *E* de la historia sagrada de los hebreos.

Los dos reinos vivieron como vecinos pero no siempre en paz. Hasta que los Asirios, en 721 a.C., derrotaron al reino del norte. Los asirios, entonces, desterraron a los habitantes del reino del norte a otras tierras y éstos desaparecieron sumidos en el ADN del Medio Oriente. Después de este desastre, alguien desconocido llevó una copia del documento Elohísta a Jerusalén y, con el tiempo, las dos versiones se fundieron en un solo documento en el que, sin embargo, la tradición Yahvista, o documento *J*, siguió prevaleciendo sobre la versión Elohísta o documento *E*.

Esta versión combinada de J y E fue la escritura sagrada común del pueblo hebreo durante cerca de un siglo y hasta aquí llega lo que ya habíamos contado. En 621 a.C, en el reino del sur, se produjo un creciente fervor por reformas religiosas, animado y modelado por un grupo de profetas entre los que seguramente estaba Jeremías. Estos profetas concentraban sus esperanzas en el joven rey Josías, que había heredado, con 8 años, el trono de su padre Amón, asesinado por sus siervos. A los ojos de los profetas, Josías fue un rey que *hizo lo justo ante el Señor y siguió los pasos de su antepasado, el rey David; no se desvió ni a izquierda ni a derecha* =2Reyes, 22:1-2=.


Quizás merecía este elogio por atender y apoyar la liturgia del templo. El caso es que, cuando llegó a cumplir 26 años, ordenó efectuar reformas y ampliaciones en el templo que seguro que había sufrido paulatinos deterioros y abandonos de parte de los reyes anteriores del linaje de David; los cuales es probable que, además, hubieran permitido muchas prácticas paganas en él. Esta restauración del templo de Josías fue jubilosamente acogida por las autoridades religiosas y por los profetas.
Durante esta restauración, sin embargo, ocurrió un hecho misterioso que iba a modelar, en adelante, la forma litúrgica del país.

El libro de los Reyes nos dice, primero, que las reparaciones debían haberse hecho antes, con el dinero recolectado entre la gente a lo largo de los años, pero que este dinero, los predecesores de Josías no lo habían empleado en ello. Segundo, también se nos dice que se ordenó que no era necesario rendir cuentas de los gastos porque: *se habían realizado con honestidad* =2 Reyes, 22:7=. Luego, sucedió algo electrizante. 

Durante las obras, escondido quizá detrás de algún estuco que habían removido, los trabajadores encontraron un libro, es decir, un rollo de pergamino que pretendía ser *un libro de la Ley* o de la Toráh desconocido hasta entonces.

El libro aseguraba, además, haber sido escrito por el propio Moisés, fallecido 600 años antes. Descubierto por Hilkia, el sumo sacerdote, fue enviado al rey por mediación de un hombre llamado Shaphan, *el secretario de la casa del Señor*, y se leyó el libro al rey. Al oír lo que contaba el libro, el relato dice que el rey Josías rasgó sus vestiduras en un acto de pública penitencia porque era obvio que sus antecesores no habían obedecido la *palabra de Dios* que había en el libro.

Luego, una profetisa llamada Hulda declaró =con el más solemne de los tonos, estoy seguro= que a menos que los mandamientos de aquel libro fueran obedecidos, Dios enviaría *un desastre sobre esta tierra y sus habitantes*, y añadió que, puesto que el rey Josías había respondido con penitencia y *se había humillado delante de Señor* rasgando sus vestiduras y llorado públicamente, mientras él fuera rey estos terribles castigos no se producirían. Entonces, Josías, potenciado por la palabra de Dios contenida en el libro recientemente descubierto, que pretendía contener las palabras de Moisés, y de acuerdo con las palabras de la profetisa Hulda, que aseguraba la promesa de Dios de contener éste su ira mientras él viviera, consideró que tenía autoridad para actuar.

Las palabras del nuevo libro se leyeron entonces a todo el pueblo y se selló un nuevo pacto acorde con los valores del libro, el cual, en adelante, sería el que gobernaría la vida de la colectividad. A raíz de esto, hubo una gran reforma en las prácticas litúrgicas del templo y en Judá. Los reformadores retiraron los pedestales de otras deidades que no fueran Yahvéh. Se destituyó a todos los sacerdotes idólatras y se cerraron y se demolieron todas las casas de los prostitutos masculinos del templo, asociados a los ritos de fertilidad del dios conocido como Baal.

Se destruyeron asimismo todos los santuarios religiosos sospechosos de celebrar liturgias paganas y se suprimieron todos los médiums, videntes y lectores de fortuna. Josías incluso se aventuró a entrar en los territorios del que fuera reino del norte y destruyó los santuarios rivales de Samaría y de Bethel. La reforma impuso que la Pascua se celebrara sólo en Jerusalén, donde la pureza formal de la fiesta se pudiera garantizar.

Y los profetas de Yahvéh dijeron del rey Josías que *no había habido otro rey, antes de él, que se convirtiera al Señor con todo su corazón, con toda su alma y con toda su fuerza, conforme a la Ley de Moisés; ni que después de él nacería otro igual* =2 Reyes, 23:25=
El propósito de la liturgia es siempre agradar a la divinidad y así ganar divina bendición y protección. Tal fue sin duda la esperanza de quienes orquestaron toda esta reforma entusiasta.

Con toda probabilidad fueron ellos mismos quienes escribieron, escondieron y *descubrieron* el nuevo libro cuyo texto decía de sí mismo tener a Moisés por autor. Y también fueron ellos quienes después organizaron y pusieron en marcha la campaña que consiguió la adopción y el reconocimiento del nuevo texto por todos. Se desconoce el nombre de estos reformadores aunque parece bastante claro que Jeremías fue uno de ellos.
Simplemente los conocemos como los *redactores deuteronomistas*.

Bajo su liderazgo, se incorporó el libro del Deuteronomio, o de *la segunda entrega de la Ley*, a la historia sagrada existente, es decir, la versión Yahvista-Elohísta. Sólo después se editó toda la historia sagrada en una nueva narración que pasó a conocerse como versión Yahvista-Elohísta-Deuteronomista de las Escrituras. Ya estaba pues en su sitio el tercer grupo de materiales de lo que un día sería la Toráh final. Sin embargo, si volvemos a los hechos, no se cumplió la gran esperanza de que Dios los protegería si lo adoraban apropiadamente.

Las tensiones y tiempos recios que padecía la tierra de Judá no sólo continuaron sino que se intensificaron. El libro de los Reyes =ver: 2 Reyes, 23:26= dice que, a pesar de
aquellas grandes reformas, *Yahvéh no desistió en el ardor de su ira contra Judá*. Persistió la advertencia divina de que así como Israel =el reino del norte= fue expulsado de la faz de la tierra, así también Judá =el reino del sur= sería expulsado, aunque no en vida de Josías. Unos pocos y fugaces años después, Josías murió en el campo de batalla de Meggido frente al Faraón Necko, que se enfrentaba a los asirios, aliados de Josías.

Su muerte fue tan devastadora para los judíos, que Meggido pasó a ser el lugar de la última batalla antes del fin del mundo. Armagedón es el nombre moderno de Meggido. El diluvio anunciado por los profetas para después de la muerte del rey Josías empezó a caer a partir de entonces sobre el pueblo judío. Su forma fue la derrota, la devastación y el exilio en Babilonia durante tres generaciones aproximadamente. En este período de desesperación fue cuando se comenzó a escribir el cuarto y último conjunto de materiales de la Toráh definitiva.

Otra vez los antiguos argumentos se escribieron a la luz de las nuevas circunstancias de Judá. Volveremos a hablar de esto en la continuación de la serie.

John Shelby Spong

Gilgamesh***

Fuente;
-es.quora

* En rebeldía *

***Bello mediodía de Lunes para todos.

Días atrás antes de la asunción del Pandorapresidente norteamericano les advertía sobre un temita que...huele a pólvora.
El traslado de la Embajada de USA de Telaviv a Jerusalen.

Éste tema más que tener el rango de *noticia* debería ponernos a reflexionar sobre la profundidad del asunto y que va mucho más allá de una cuestión geopolítica.
Si siguen mis posts sobre el ex Obispo John Shelby Spong, más, todo lo que venimos compartiendo sobre los orígenes de la llamada *religión*, seguramente muchos de ustedes van a coincidir conmigo.

Es increíble...que 7 mil millones de seres humanos tengan que estar siempre haciendo equilibrio sobre el canto de una hoja de afeitar a causa de...pequeñas tribus.
Si uno observa el tamaño o la incidencia político-económica de lo que llamamos Israel, se da cuenta que cualquier ciudad grande de las nuestras aquí en América Latina merecería más relevancia que aquella conflictiva zona.

Y no lo digo despectivamente, cualquier pueblo por más pequeño que sea merece el respeto de cualquier semejante, lo que quiero significar es que éste polvorín en Medio Oriente es una sinrazón absoluta y contundente.

Poniendo un tonto ejemplo pero quizás útil para graficar, no se puede imaginar que el mundo entero vaya a una guerra total por dos tribus, que en todo caso deberían resolver su conflicto entre ambas partes y d ela manera más equilibrada.
El problema es el desequilibrio...y la causa, netamente RELIGIOSA.

¿Imaginan poner como eje mundial las reyertas domésticas de un matrimonio?, pues ésto es algo así...
Resulta ser que desde una ignota tribu de éste inmenso y vasto mundo, nos contaron sobre las andanzas de un tal Abraham, que como todo mortal cae en la tentación del sexo, y en un arrebato de debilidad, a espaldas de sus esposa, tiene sexo con la empleada doméstica, y que por no usar condón ella queda embarazada.
Y ahí empezaron los problemas...tener sexo con dos mujeres o más habrá de ser sin dudas una experiencia gratificante para la carne, pero en la vida práctica...un semillero de problemas.

Isaac hijo de Abraham con la Sra. Sara, todos judíos, Ismael hijo de Abraham con la Señora Aghar descendiente árabe.
Si se aplicara la ley tal cual hoy la conocemos, el Sr. Abraham tiene dos herederos, Isaac e Ismael, y toda posesión material del pícaro Abraham debe ser repartida en dos de manera equitativa.

Ahí tenemos entonces a árabes y judíos peleándose desde hace miles de años por la herencia de Abraham..
Habiendo pasado miles de años imaginarán cuántos son hoy los herederos, y tenemos entonces a las dos tribus enfrentadas y agrupadas de una forma muy dispar.
¿Todos tenemos derecho a reclamar la herencia? pues no si nos ponemos en claro que a la par de aquellas tribus existían seres humanos viviendo por todo el planeta.
Ni Israel ni Medio Oriente son el ombligo del mundo, ni el útero de la humanidad desde el cual todos vinimos a existir.

Pueden revisar la historia y sabrán que el ser humano estaba desperdigado por todos los continentes.
Y entonces..¿porqué se involucra todo el mundo en un problema que es puntualmente tribal? porque la religión implantada es la que nos ha puesto a tomar partido por una tribu o por la otra.
¿Vale la pena? la verdad que no..¿cierto?.

Israel es lo *anormal* dentro del contexto territorial, podrán ver que está rodeado de países Ismaelitas, potencias árabes defendiendo la causa Palestina.
Si los países árabes se pusieran de acuerdo, ya habrían terminado con éste conflicto por la fuerza, lamentablemente así es como se dirimen los conflictos internos, las mayorías aplastan a las minorías.
Entonces..si los descendientes judíos de Abraham son tan pocos ¿cómo es posible que logren hacer frente a semejante amenaza árabe que nunca llega a concretarse?.

La religión brother...
Aquella diáspora, las 12 tribus perdidas y la mar en coche hizo que los descendientes de judíos de Abraham estén desperdigados por el mundo, y que hayan tenido la suficiente astucia para asimilarse a las culturas no judías, y llegar a ocupar cargos de poder...en los gobiernos pderosos.

Ahí tenemos entonces que ese pequeño territorio llamado Israel tiene su ejército...en las grandes naciones *potencia* del mundo, lo cual hace que las domestiscidades de Medio Oriente nunca puedan resolverse de manera definitiva, porque la religión ha sido la responsable de dividir al mundo en dos grandes mitades, los que creen en el dios del AT y los que creen en el dios del C.

Buena historia para desconfiados...¿no? cada familia en disputa tiene su dios...muchos se preguntan...che...
¿y no será el mismo dios?..

¿Hay que tomar partido? francamente no debería ocurrir eso, y si nadie tomara partido ésto se resolvería en una semana cuanto mucho, pero lamentablemente en una carnicería, porque todas las naciones árabes cayendo sobre una Israel sin socios...prácticamente sería aniquilada.

Y es ahí donde uno no quiere cosa semejante, pero entonces ¿qué hacemos?, pues para eso se ha creado la diplomacia y los organismos internacionales.
El molde de justicia que tenemos los civiles terminó adecuándose a escala global.

Tribunales como la ONU son los *jueces* que deciden y median sobre conflictos entre países o incluso en conflictos intra-estatales.
¿Y porqué esa justicia no ha logrado resolver el problema?, muy fácil....; por la religión brother...
O se es juez o se es fanático, y esos tribunales internacionales están infestados de fanáticos religiosos más que de jueces civiles.

Cuando éstos tribunales se conformaron se erigieron como *autoridad global*, forme parte o no el país en cuestión, por lo tanto su jurisprudencia global no es demasiado democrática que digamos, ya que si yo no soy socio de un club no tendría que pagar la cuota, o si no tengo coche no deberían cobrarme el seguro, pero bueno..así funcionan esos tribunales malgestados y totalmente injustos que deberíamos cuestionar hasta que algún día...quién sabe...sean realmente representativos de todos los países del planeta, y que sus miembros tomaran decisiones no religiosas.

Lo cierto es que éstos tribunales tienen la base diplomática y la base de la fuerza, ya que un Concejo de Seguridad tiene la capacidad de intervenir por el uso de la fuerza militar para hacer cumplir lo que las partes no quieren cumplir, les guste o no.
Lo curioso de éstos justicieros es la vara con la cual miden cuando intervenir y cuando no.

A rajatblas hicieron cumplir sus resoluciones no hace mucho tiempo atrás cuando el Conflicto de los Balcanes 1991-1995, ¿se acuerdan? la ex Yugoeslavia bombardeada a destajo por la OTAN, donde hicieron un chiquero, posteriormente particionada en distintas tribus que hoy son países.
Y esa vara caprichosa de medir tan rebelde que tienen, ya que a veces se alarga y a veces se acorta mágicamente, no se aplica por ejemplo para resolver el conflicto en Medio Oriente.

Entonces, tal como les decía al inicio de éste post, la noticia parece solo una noticia, que hoy...vuelve al candelero mundial;







-Aunque ha dicho que se mantiene comprometido a trasladar la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén, se espera que el gobierno de Trump se mueva cautelosamente en términos de tiempo, ya que se enfoca en asuntos críticos en la relación estadounidense con el gobierno israelí y consulta con sus aliados sobre el camino a seguir, según le dijeron fuentes diplomáticas a CNN.

La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump invitó al primer ministro Benjamin Netanyahu a Washington a principios de febrero en una llamada telefónica entre los dos líderes este domingo.

Un alto funcionario del gobierno dijo que trasladar la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén desde Tel Aviv sigue siendo una prioridad para el presidente, pero advirtió que no sería rápido. No se esperan anuncios este lunes o en los próximos días, dijo el funcionario, y añadió que trabajar en el tema será una de las primeras tareas en espera de Jared Kushner, consejero senior y yerno de Trump.

Bueno...muchos se preguntarán ¿qué tiene de malo o qué implicaría trasladar una embajada de una ciudad a otra?, pues mucho ya que trasladar la embajada de USA a Jerusalen sería lisa y llanamente reconocerla como *Capital* de Israel, y por ende violar las actuales resoluciones que la misma ONU-OTAN han votado incluso Estados Unidos mismo. 

Ésto sería avalar a quien está violando las resoluciones, es decir Israel ya que desde que se le conminó a cumplir no lo ha hecho.
Montar la embajada en Jerusalen avala su estatus de capital nacional y desconoce tanto a las resoluciones como al derecho que tienen los palestinos.

Imaginarán en qué pueden derivar éstos demenciales rumores o pero aún concreciones;





Extraigo un pedacito de la nota y ven ustedes el nivel...de las declaraciones;

-Osama Qawasmeh, portavoz de Fatah, partido del presidente Abbas, dijo el sábado 14, que si cambian la embajada *esto abrirá las puertas del infierno* en la región y en todo el mundo. Él insiste en que los palestinos *no van a permitir que eso suceda*.

Los palestinos tienen razón, si se han creado instituciones a nivel global que hacen las veces de jueces para resolver conflictos, y que si una de las partes no sólo no los acata, sino además que uno de los miembros de esa *justicia* =USA= viola su rol de juez....es como avalar el desastre y la barbarie, y que se maten entre todos, y el que quede... que apague la luz.
Y la cosa no es así.

Por eso el enorme dolor de cabeza de Francia y el resto de miembros de la OTAN especialmente, ya que USA, quien debería también hacer cumplir las resoluciones... juega al borracho de la mano de Pandora T, que al parecer le importa un bledo la ley que su Estado debe también cumplir.
¿Porqué digo que a Israel se le ha tolerado todo tipo de violaciones de tratados internacionales? repasemos el quid de la cuestión;

-La *Ley de Jerusalén* es el nombre con el que se conoce una de las leyes fundamentales de Israel. Fue aprobada por el Parlamento israelí el 30 de julio de 1980 y proclamó a la ciudad de Jerusalén, *entera y unificada*, como capital de Israel. El municipio estaba unificado de facto desde la Guerra de los Seis Días =1967= en que Israel había conquistado los barrios orientales =Jerusalén Este= y la Ciudad Vieja de Jerusalén, que habían permanecido desde 1948 bajo administración jordana.

La Ley de Jerusalén trata también sobre:

-La ubicación de las principales instituciones israelíes en Jerusalén =Corte Suprema, Presidencia, Gobierno y Parlamento=.

-La especial protección de los *santos lugares* de la ciudad y los derechos de los miembros de todas las religiones.

-La prioridad en el desarrollo general del municipio.

Esta ley es considerada nula y sin efecto fuera de Israel, teniendo únicamente validez en el Estado de Israel.
Aunque en el Estado de Palestina no tiene validez jurídica, Israel la impone por la fuerza desde 1967.
La comunidad internacional solamente reconoce la capitalidad israelí sobre Jerusalén Oeste, siendo Jerusalén Este la capital de otro Estado, el Estado de Palestina.

¿Clarito no?...
Es la religión brother...
Es el miedo brother...

El miedo a un dios que *dibujaron* algunas tribus allá en tiempos donde las civilizaciones de Oriente se disputaban a ver cuál de sus dioses era el más fuerte, todos y absolutamente todos..idólatras, facciones endiosadas cada una de ellas por su respectivo dios, lo cual pone en evidencia las palabras del Nag Hammadi...demiurgo y arcontes.., incluso el Enuma Elish...dioses perversos y poderosos disputándose toda la materia que creaban, y nosotros...advocándonos a esas creaciones enfermas y apostando a alguno de esos dioses.

¿A qué creen ustedes que vino Cristo?..no vino a fundar nada ni religión alguna, vino pura y exclusivamente a denunciar ésta barbaridad que sólo podría ser explicada tal cual lo hizo, precisamente en la versión que el poder nunca quiso revelar;

*De este modo eran ignorantes del Padre, al que no veían. Puesto que existía terror, turbación, inestabilidad, vacilación y discordia, eran muchas las ilusiones y las vacuas ficciones que los ocupaban, como si estuvieran sumergidos en el sueño y convivieran con sueños inquietantes. 

Bien huían a algún lugar, bien se daban vuelta extenuados, después de perseguir a otros, bien daban golpes, bien los recibían, bien caían desde grandes alturas, o bien volaban por el aire, aunque sin poseer alas. A veces les sucede como si alguien fuese a matarlos, aunque nadie los persiga, o bien como si ellos mismos mataran a sus vecinos, porque se encontraron manchados con su sangre*.

El estado de pesadilla y el despertar-Evangelio de la Verdad-Nag Hammadi Códice

Viven en la ignorancia del Padre nuestros gobernantes, y siguen turbados, inestables, vacilantes ocupados en sus vacuas ficciones.., alineados o conectados con la ignorancia que les hace vivir en ésta pesadilla que también por ignorancia nosotros, los que les elegimos, avalamos a sus dioses de guerra exterminio y muerte.
Esa es la sinrazón que subyace en cualquier noticia que leamos sobre éstas cosas que jamás los gobernantes van a ejecutar guiados por la Luz de la Verdad.
Deja de sorprender y hace inútil cualquier otro tipo de explicación cuando podemos *Conocer*.

Lamentablemente de éstos árboles podridos nunca caerán frutos sanos, y si pensás que el mundo está en manos de unos locos con carnet, pues sí, así es, y nosotros formamos parte de ese árbol, gran tarea tenemos entonces de no dejarnos pudrir...y contrarrestar el veneno que corre como savia de ese árbol enfermo, y aunque parezca un imposible, como frutos que somos tenemos afortunadamente la capacidad de perdurar sin esa savia corrompida y de resistir negándonos a formar parte del árbol.

El árbol vive del aire inventado como artilugio para la vida de los sentenciados a morir cuando sus pulmones ya no puedan respirar , de la tierra, donde culminan los que terminan abonándola, de la luz del Sol, artilugio prodigioso para intentar imitar la Verdadera Luz, y del agua, otro prodigio para sostener una temporal existencia fallida.

Seamos frutos vivientes unidos a donde no hace falta tierra ni agua ni aire ni ésta falsa luz, porque nosotros somos la luz cuando somos capaces de reconocernos en nuestro verdadero orígen que se nos vino a manifestar en el Conocimiento de ese al que llamamos Cristo y al cual nuestros gobernantes no reconocen.

Toda ésta *falsa justicia* o *pretendida sabiduría* de gobernantes e instituciones para *ordenar al mundo*, no hace más que dejarlos en evidencia sobre el fracaso de sus falsos dioses, de sus demonios a quienes rinden culto, y por quienes amargan la vida de quienes queremos vivir en paz tal como Cristo pregonaba.

Paz..., respetar el derecho a la vida que tiene el otro, entenderse, ponerse de acuerdo, ser ecuánimes, devolver lo robado y des-escribir las mentiras escritas, pedir perdón con real arrepentimiento, convivir..amar y dejarse amar..., todas cosas imposibles mientras se viva subordinado a dioses de guerra y venganza, de odio y de sed homicida, de materialismo enfermante, de individualismo egoísta, y de una gran vocación por contradecir al portador de la Verdad para redimirnos todos por fin y alcanzar alguna vez salir del sueño del olvido...

Despertar... será la única forma de volver a nuestra pura realidad y no ésta...la gran pesadilla creada por los arquitectos del mundo, que tarde o temprano se va a derruir, y en el mientras tanto...nos queda resistir, no por la fuerza del músculo si no por el Conocimiento que es capaz de disipar tanto dolor de pertenecer al mundo en el cual estamos confinados, pero no para siempre...y esa es la gran noticia que nos mueve a aguantar todo tipo de sinrazón y a negarnos de ser cómplices de quienes viven inyectándonos su enferma medicina para arruinar la pureza.

Yo me declaro en rebeldía, ni en mi nombre ni el de mi Cristo, el nuestro, el de todos, aunque todavía no sea detectado.

Gilgamesh***

Fuentes;
-larazon
-infobae
-cnnespanol
-noticiacristiana
-telam