martes, 29 de noviembre de 2011

* La Tierra soporta la radiación solar *

Nuevamente las noticias sobre el Sol, que demuestra una vez más su impredescible comportamiento.
Recordarán que tuvimos desde el día 26 eyecciones del tipo C que parecían ser débiles e insignificantes, pero una de ellas, o mas bien un par, apuntaron directamente a la Tierra.
También les había comentado la experiencia de Ralph, quien sintió antes que los cronógrafos que la CME era potente.
Tal ha sido la preocupación que la misma página de la NASA publicó una alerta, que se hizop efectiva y real ya que el mismo sitio muestra las auroras boreales que fueron *impresionantes*, y que son la comprobación tangible del impacto de la CME.
Algunas localidades de EEUU se vieron afectadas especialmente en transmisiones televisivas, problemas con telefonía celular y algún que otro apagón.
En la siguiente foto podemos observar cómo nuestra magnetósfera está siendo fuertemente comprimida por la radiación solar, que aún se sigue esperando en los próxios días, ya que en camino vienen más remanentes de CMEs.







La Iniciativa de *Coherencia Global* es un proyecto de investigación en colaboración con el Instituto de HeartMath, la Dra. Elizabeth Rauscher y otros ingenieros y científicos para diseñar, construir y mantener un Sistema de Monitoreo =MCG=.
El GCMS medirá directamente las fluctuaciones en los campos magnéticos generados por la tierra y la ionosfera. La Dra. Rauscher, una astrofísica de renombre internacional y además científica nuclear, ha trabajado en instituciones como el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley y el Lawrence Livermore Laboratory y es consultada periódicamente por la NASA y la Marina de los EE.UU.. A partir de principios de 1980, ella y su difunto esposo, el Dr. William Van Bise, construyeron un detector sensible a campos magnéticos para controlar el campo geomagnético y las pulsaciones y resonancias asociadas con excitaciones de la ionosfera. Su investigación ha dado lugar a algunas conclusiones importantes. Por ejemplo, dos o tres semanas antes de los terremotos o las erupciones volcánicas, existieron cambios magnéticos de la tierra en su campo, lo que sugiere que un sistema de control multiestación podría predecir terremotos y erupciones volcánicas. No sólo los Dres. Rauscher y Van Bise lograron predecir la erupción catastrófica del monte St. Helens en Washington, un año y medio antes de la erupción, y predijeron un 84 % de la actividad sísmica que ocurre dentro de un área de 100 millas cuadradas en torno a un solo detector. Este hallazgo por sí solo justifica el desarrollo de un sistema de vigilancia mundial, pero hay aún más razones importantes para hacerlo.
La comunidad científica está empezando a apreciar cómo los campos generados por los sistemas vivos y la ionosfera interactúan entre sí. Por ejemplo, la Tierra y la ionósfera generan una sinfonía de frecuencias que van desde 0,01 hertz a 300 hertz, y algunas de las grandes resonancias que ocurren en los campos de la Tierra están en el mismo rango de frecuencias como las del corazón y el cerebro humanos. Aunque los investigadores han analizado algunas de las posibles interacciones entre los campos de la Tierra y la actividad humana, animal y vegetal, los científicos apenas han arañado la superficie de lo que se puede lograr con algo tan sofisticado como el de la Coherencia del Sistema de Vigilancia Mundial. Una serie de importantes conclusiones ya han surgido. Por ejemplo, los cambios en el campo magnético de la tierra están asociados con cambios en el cerebro y la actividad del sistema nervioso, el rendimiento de atletismo, la memoria y otras tareas, la sensibilidad en una amplia gama de experimentos de percepción extrasensorial, la síntesis de nutrientes en plantas y algas; el número de violaciónes de tráfico y los accidentes reportados, la mortalidad por ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, y la incidencia de la depresión y el suicidio. Es interesante notar que los cambios en las condiciones geomagnéticas afectan los ritmos del corazón con más fuerza que todas las funciones fisiológicas estudiadas hasta ahora.

También hay pruebas de que en algunos casos las ondas cerebrales de la gente pueden sincronizarse con el ritmo de las ondas electromagnéticas generadas en la ionósfera de la Tierra . Cuando las personas dicen que *sienten* un inminente terremoto u otros eventos planetarios, tales como cambios de clima, es posible que se puede reaccionar a las señales físicas reales que se producen en el campo de la Tierra antes del evento. Si bien no es difícil concebir que las formas de vida incrustadas en los campos magnéticos de la Tierra podrían verse afectadas por las modulaciones en estos campos, es una propuesta de mayor alcance que sugieren que los campos de la Tierra pueden ser influenciadon o modulados por las emociones humanas . Sin embargo, los investigadores teorizan que cuando un gran número de seres humanos responden a un evento mundial con un sentimiento emocional común, la respuesta colectiva puede obedecer a la actividad en el campo magnético de la Tierra.
En los casos en que el evento evoca respuestas negativas, esto podría ser considerado como una onda de tensión planetaria, y en los casos en que se crea una onda positiva, se podría crear una ola de coherencia global. Esta perspectiva es apoyada por la investigación en el Instituto de HeartMath, que ha demostrado que las emociones no sólo crean la coherencia o incoherencia en nuestros cuerpos, pero, al igual que las ondas de radio, también irradian hacia el exterior y son detectadas por los sistemas nerviosos de los demás en nuestro entorno. Ahora está claro que nuestro sistema nervioso detectaa éstas ondas electromagnéticas generadas por los demás en nuestro entorno, pero también hay evidencia de un efecto global cuando un gran número de personas crean ondas de salida similares.
Por ejemplo, la investigación llevada a cabo por Roger Nelson y su equipo en la Universidad de Princeton para el Proyecto de Conciencia Global utiliza una red mundial de generadores de números aleatorios. Sus resultados han proporcionado pruebas convincentes de que la conciencia humana y la emotividad de crear o interactuar con un campo global, afectan a la aleatoriedad de estos dispositivos electrónicos. El mayor cambio en los generadores de números aleatorios se produjeron durante los ataques terroristas en el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Aún más intrigante es el hecho de que los generadores de números aleatorios se vieron afectados significativamente unos cuatro a cinco horas antes del ataque, lo que sugiere una intuición colectiva mundial sobre el evento inminente.






La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica =NOAA=, los satélites espaciales de monitoreo del clima y del campo geomagnético de la Tierra también muestra un incremento considerable en el momento del atentado 11 de septiembre y durante varios días después, lo que indica la onda de tensión, posiblemente causada por la emoción de la masa humana, creada por las modulaciones en el campo magnético.






El Sistema de Vigilancia Mundial establecerá una red mundial de estaciones de detección para medir fluctuaciones en los campos geomagnéticos de la Tierra para los siguientes fines:

-Verificar el grado de terremotos, erupciones volcánicas y otros fenómenos energéticos del planeta que se reflejan en la actividad dinámica del campo magnético de la Tierra.
-Examinar el grado en que existe una resonancia energética entre el campo magnético de la tierra y los ritmos del corazón humano y la actividad cerebral.
-Examinar la influencia del campo magnético terrestre sobre los patrones de conducta colectiva humana.
-Examinar el grado colectivo en que se refleja la resonancia emocional humana en respuesta a los eventos masivos de importancia con las conductas emocionales comunes en la actividad del campo magnético de la Tierra.

Éste Sistema de Vigilancia Mundial puede facilitar una mejor comprensión de las interacciones mutuas entre los seres humanos y nuestro medio ambiente global. Mucho más importante, sin embargo, es que está reclutando la colaboración de personas y grupos de personas para ayudar así, a establecer una coherencia global.
Por ejemplo, cuando un desastre ha devastado un área, la comunidad GCI será alertado para enviar el cuidado coherente del corazón a la gente de esa zona durante un período especificado de tiempo para ayudar a reducir el sufrimiento y la negatividad. Creemos que las intenciones coherentes han de tener un impacto positivo, pero esto no ha sido probado aún. Proporcionar prueba de ello es uno de los objetivos del proyecto. Los investigadores utilizarán los datos recogidos por la GC-MS para investigar a través de estudios controlados que los efectos en el campo magnético de la Tierrade proveerán de una mayor coherencia y se traducirá en mejores resultados sociales y de salud. La Comunidad de Coherencia Global entregará informes regulares de los resultados.

***Parece ser que al fin la ciencia comienza a darse cuenta que el ser humano está intrínsecamente ligado al planeta, y no sólo a él, también al cosmos.
Pareciera ser una iniciativa interesante, pero claro...cuando está la NASA mezclada en todo ésto...uno desconfía. Además se llega a una conclusión en éste informe, ya que queda demostrado entonces, que la ciencia sabe que a través de ondas se puede manipular el cerebro y las emociones.
¿No estrán utilizando esas ondas desde hace tiempo para influir a su antojo sobre las masas....?
Los rusos ya lo hacían en la década del 70....energía de formas....geometría fractal....ondas elf...
Saquen sus propias conclusiones.
Gilgamesh***

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