miércoles, 7 de mayo de 2014

* Traducciones del Talmud por el Padre Pranaitis; parte 2*

PARTE 1
PARTE 3
*** Muy buena noche para todos.

Continuamos con la introducción del libro de Pranaitis, y no está de más volver a pedirles *encarecidamente* que no se apresuren a formar criterio definitivo, vamos parte por parte, hay mucho todavía por presentar desde dos posturas contrarias, ambas tendrán su espacio.

El Talmud
El nombre TALMUD proviene del vocablo LAMUD =enseñanza=, cuyo significado es La Enseñanza. Mediante la metonimia se lo emplea para significar el libro que contiene la Enseñanza, enseñanza que lleva el nombre de Talmud, o sea, el libro doctrinario que por sí solo expone y explica completamente toda la ciencia y enseñanza del pueblo judío.
Con respecto al origen del Talmud, los rabinos lo consideran a Moisés como su primer autor. Ellos sostienen que, además de la ley escrita sobre tablas de piedra que Moisés recibió de Dios en el Monte Sinaí, que lleva el nombre de Torah Schebiktab, recibió también las interpretaciones de la misma, o sea la ley oral, que lleva el nombre de Torah Shebeal Peh. Ellos afirman que ese es el motivo por el cual Moisés permaneció tanto tiempo en el monte, por cuanto Dios le pudo haber entregado la ley escrita en un día.
Se dice que Moisés transmitió esta ley oral a Josías; Josías a su vez la transmitió a los setenta ancianos; estos ancianos a los profetas, y los profetas a la Gran Sinagoga. Se afirma que posteriormente fue transmitida en forma sucesiva a ciertos rabinos hasta que no fue posible retenerla más oralmente.
Dígase lo que se diga sobre esta historia de los rabinos, es suficientemente conocido que antes del nacimiento de Cristo, existían en Palestina colegios en los que se enseñaba literatura sagrada.

Las interpretaciones de los doctores de la ley se registraban sobre cartas y listas como una ayuda memoria, las que una vez recopiladas, constituyeron los comienzos del Talmud judío.
En el siglo segundo después de Cristo, el rabino Jehuda, llamado El Santo y El Príncipe, advirtiendo que la ciencia de los judíos disminuía, que su ley oral se estaba perdiendo, y que los judíos se estaban dispersando, fue el primero en considerar los medios de restaurar y preservar su ley oral. Recopiló todas las listas y cartas y formó, de éstas, un libro que se llamó el Sehper Mischnaioth, o Mischnah, un Deuterosis, o segunda ley. Lo dividió en seis partes, las que fueron a su vez divididas en muchos capítulos. Esto lo analizaremos más adelante.
El Mischnah es el fundamento y la parte principal de todo el Talmud. Este libro fue aceptado en todas partes por los judíos y fue reconocido como el auténtico código de la ley. Fue explicado en sus Academias de Babilonia =Sura, Pumbaditha y Nehardea= y en sus Academias de Palestina =Tiberias, Iamnia y Lydda=.
A medida que con el correr del tiempo se acrecentaban las interpretaciones, se registraban las polémicas y resoluciones de los doctores de la ley en lo concerniente al Mischnah. Estos escritos pasaron a formar parte del Talmud bajo el nombre de Gemarah.



Estas dos partes están dispuestas de tal modo a través de todo el Talmud, que el Mischnah sirve primeramente como una especie de texto de la ley, siguiéndole el Gemarah como un análisis de las diversas opiniones que conducen a las resoluciones definitivas.
Sin embargo, no todos los preceptos del Mishnah fueron discutidos en los colegios judíos. No se hacían comentarios de aquellos preceptos que fueron anulados debido a la destrucción del Templo y de los que se podían observar únicamente en Tierra Santa. Su explicación se dejó para la venida de Elías y del Mesías. Es por este motivo que algunos pasajes del Mischnah faltan en el Gemarah.
En la interpretación del Michnah del Rabino Jehuda, las escuelas de Palestina y Babilonia siguieron cada una sus propios métodos, y así de este modo, siguiendo cada una su propio camino, dieron nacimiento a un Gemarah doble: las versiones de Jerusalén y las de Babilonia. El autor de la versión de Jerusalén fue el Rabino Jochanan, quien presidió la sinagoga de Jerusalén durante ocho años. Escribió treinta y nuevo capítulos de comentarios sobre el Mischnah el que fue completado en el año 230 D.C.
El Gemarah babilónico, sin embargo, no fue compilado por una sola persona, ni tampoco en una sola época. El Rabino Aschi lo comenzó en el año 327 D.C. y dicha tarea le llevó sesenta años. Le siguió el Rabino Maremar alrededor del año 427 D.C., y lo completó el Rabino Abina alrededor del año 500 D.C. El Gemarah babilónico contiene treinta y seis capítulos explicativos.

Este doble Gemarah agregado al Mischnah forman también un doble Talmud: la versión de Jerusalén, que, debido a su brevedad y vaguedad no se la utiliza mucho; y la versión babilónica, que ha sido tenida siempre en el más alto de los conceptos por los judíos de todas las épocas.
Al Gemarah le siguen agregados que llevan el nombre de Tosephoth. Así fue como el Rabino Chaia primeramente denominó sus opiniones sobre el Mischnaioth. El y el Rabino Uschaia fueron los primeros en explicar este libro públicamente en los colegios. Los comentarios sobre el Mischnah realizados por los doctores fuera de los colegios llevaron el nombre de Baraiethoth, u opiniones externas.
Estos Comentarios fueron más adelante completados por otros que se llamaron Piske Tosephoth, tesis breves y principios simples. Por el término de casi quinientos años después de haberse completado el Talmud babilónico, el estudio de la literatura se hizo muy difícil, en parte debido a las calamidades públicas y en parte debido a desacuerdos surgidos entre los maestros. Pero en el siglo once fueron agregados al Talmud nuevos escritos de otros rabinos. El principal de éstos fue el Tosephoth del Rabino Ascher. Además de éstos hizo su aparición el Perusch del Rabino Moische ben Maimon, a quien los judíos para abreviarlo le dieron el nombre de Rambam, los cristianos lo llamaban Maimónides y el Rabino Schelomo, Iarchi o Raschi. Es así como el Mischnah, el Gemarah, el Tosephot, las notas marginales del rabino Ascher, el Piske Tosephoth y el Perusch Hamischnaioth de Maimónides, recopilados todos en uno, forman parte de una vasta obra que lleva el nombre de El Talmud.


El Talmud completo contiene 63 libros distribuidos en 524 capítulos. Además de éstos existen otros cuatro breves tratados más que no han sido incluidos en el Talmud corriente. Fueron agregados por posteriores escritores y expositores.
Como el Talmud era una obra tan voluminosa y desordenada, era necesario un resumen que facilitara su estudio. A fin de llenar esta carencia, el Rabino Isaac Ben Jacob Alphassi, en 1032, publicó un Talmud más breve, poniéndole el nombre de Halakhoth =Constituciones=. Omitió todas las exposiciones extensas preservando todo lo atinente a las cosas prácticas de la vida. No obstante, por carecer de un orden determinado, esta obra no fue considerada de gran valor. El primero en editar una obra bien ordenada sobre la Ley judía fue Maimónides, a quien llamaban *El Aguila de la Sinagoga*. En 1180 produjo su celebrado tratado Mischnah Torah, =Repetición de la Ley=, también llamado Iad Chazakah =La Mano Fuerte=. Contiene cuatro partes o volúmenes y 14 libros e incluye a todo el Talmud. Maimónides incluyó muchos conceptos filosóficos en esta obra e intentó establecer numerosas leyes propias. Por este motivo fue excomulgado por su pueblo y condenado a muerte. Huyó a Egipto donde murió en el año 1205.
A pesar de esto, posteriormente fue en aumento el valor de su obra, y por algún tiempo, una versión expurgada fue tenida en el más alto concepto por los judíos. El inconveniente de esta obra es que contiene muchas leyes que después de la destrucción del Templo no tuvieron ya más valor.
Una edición de la obra de Maimónides, expurgada de todas las innovaciones filosóficas y de las viejas e inútiles leyes, fue publicada en 1340 por Jacob ben Ascher, estrictamente de acuerdo con las ideas de los Rabinos, titulándolo Arbaa Turin =Las Cuatro Ordenes=

Si en verdad les interesa sacar conclusiones importantes cuando terminemos con toda la zaga les recomiendo ir fijando cada parte y si es necesario, re-leer.
2014 debe ser un año en el cual podamos pasar el tamiz de una buena vez...
Gilgamesh***

2 comentarios :

lilian dijo...

Esta informacion es muy valiosa y my compleja tbm. Tenes razon hay que releerla al menos 2 veces...
Con que nos encontraremos al final?? guau!!(que ansiosa, no??pfffff...)

No dejas de sorprenderme amigo (y de emocionarme tbm... tu ultima respuesta me conmovio mucho... un lujo haberte encontrado...)

Una vez mas Gracias!!

Gilgamesh dijo...


lilian; claro que es muy valiosa la info lili, y verás que no es complicada de digerir, lo complicado es la trama...realmente escalofriante, ya verás. Pero es necesario contraponer después, porque si sólo nos quedamos con la versión de un solo lado nos embrutecemos o fanatizamos, y vamos a tratar de que eso no ocurra. Te recomiendo al igual que al resto de los lectores que no pasen por alto ésta zaga..es reveladora.

Gracias lili por tus conceptos, yo tb me emociono y mucho, y por suerte mis emociones son puras y hacen tal vez el efecto que te explicaba, cuando nos emocionamos pensando en alguien positivamente no te quepa duda que la reciprocidad se produce y ¡qué bueno es eso! por eso lili las emociones generan entes vivos, imaginate que hay seres invisibles que nos rodean, los hay malos y los hay buenos, ambos te regalan el equivalente a lo que pensás....ambos están ahí para darte lo que quieras, si pensás mal los del mal te darán mucho mal, y si pensás bien los del bien te darán mucho bien...A su vez, estos seres se alimentan de tu elección. Por eso es imprescindible evitar pensar en cosas malas para no tener emociones malas, *cosas malas* me refiero a sentimientos malos sobre otras personas o sobre uno mismo, una cosa es tener bronca por algo y otra peor es tener bronca hacia tal persona, la bronca provoca disturbios internos, es como un cortocircuito, por suerte la podemos manejar, si la bronca es larga puede devenir en mala cosecha, si pasa pronto y la quitamos lo antes posible evitamos malos pensamientos y malas cosechas, no es fácil, todos nos *embroncamos*, lo bueno es que dure lo menos posible, digamos que una bronca breve no produce mal si la cortamos rápidamente, lo peor son los malos pensamientos enfocados en el mal deseo a otros, ya sabés, envidias, odios, etc., eso es nefasto y hay que erradicarlo por completo. No es filosofía barata incomprobable, la Gnosis lo decía, los arcontes están al acecho y tienen el poder de darnos lo que pensamos...je...entonces no les demos esa chance, ni les tengamos miedo, ellos nos temen y se ven derrotados desde el momento en que nosotros sabemos de su existencia, porque *conocer=Gnosis= nos da el escudo para saber cómo usarlo y contra quienes, y ante eso...quedan completamente anulados. Fuerte abrazo querida.