sábado, 28 de mayo de 2016

* De humos y tembleques *

***Muy buen Sábado para todos.

En el último informe sobre el clima espacial del Jueves, les decía al ver la trepada de la radiación cósmica y el estado de nuestro campo magnético, que no se estaban registrando sismos importantes por ésto, captura de pantalla del Jueves;



Posteriormente explicaba la cuestión y lanzaba la alerta;



Y bueno...nuestro campo magnético aflojó mientras alta radiación ingresa;



El resultado;



El sismo cercano a la Antártida gatilló una alerta inicial;



Posteriormente el Pacific Tsunami Warning Center descartó riesgo de tsunami pero igualmente deja evidencia del evento para que cada país involucrado en la *ruta* del evento tome las precauciones del caso. Estimo que cuanto mucho ésto podría generar o haber generado marejadas importantes pero no mucho más que eso.

Ni bien me anoticié pensé en aquél artículo de hace días atrás cuando les hacía referencia precisamente a la actividad en dicha zona..¿se acuerdan?..seguramente éste sismos proviene de la zona volcánica, esa misma que en aquél informe no descartaba que quién sabe...quizás algún día, desde allí podría provocarse un tsunami que llegara a la costa Este de Argentina, pasando por Uruguay y tocando también al Nor-Este de Brasil..., cosas que para muchos nos resulta una novedad inimaginable pero que para los científicos no, ya que es una de las tantas posibilidades que éstos eventos pueden provocar, aún los nunca imaginados.
Cruzaremos los dedos esperando que algo así jamás ocurra.

Les dejo con una terna de noticias interesantes sobre volcanes y sismos, ya que estamos en ese baile, lo que dejó el sismo en Ecuador primero, Turrialba después y finalmente cuánto estudian los expertos mexicanos sobre el impacto físico y social sobre el escenario actual.



-*Las réplicas van a asustar porque todo el mundo está aterremotado, pero no van a causar daños como el sismo del 16 de abril, salvo en construcciones ya afectadas*.
Es lo que sostiene Hugo Alfonso Yepes, sismólogo, vulcanólogo y geólogo, ex director y vocero del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.

¿Hay algún estudio que pueda determinar que en un tiempo va a haber un nuevo sismo?

No, eso es imposible en el estado actual de la ciencia. En ninguna parte del mundo.
Si eso fuera posible, en el año 2011 no hubieran muerto 23.000 japoneses y ese es uno de los países más avanzados, tanto en el tema sísmico como del tema de ingeniería. O no se hubieran muerto en el 2011 como 300 personas en Nueva Zelanda, que también es una de las naciones de gran avanzada en ingeniería, o no se hubieran perdido las vidas de 300 personas en L’Aquila cerca de Roma, o en Estados Unidos, en Los Ángeles, en el año ‘94.

¿Y se puede determinar un patrón de terremotos, o de temporadas de terremotos haciendo un análisis con hechos históricos?

Ahora la sociedad busca la predicción y eso tiene 3 elementos: decir dónde, el lugar; cuánto, la magnitud y decir cuándo… y este cuándo es el que falta, pero los primeros sí los conocemos.

¿En este caso qué conocíamos?

Que el segmento de Jama-Pedernales que acaba de liberar su energía, había liberado antes en el año 1942. Por otro lado, que la placa de Nazca empuja al continente a razón de 6 centímetros por año; y de eso, el 50 por ciento hace que el continente retroceda y se cargue sísmicamente. Entonces si es que son 3 centímetros por año, por 70 años, son más de 2 metros que había retrocedido el continente en superficie. Ahí ya hay una carga sísmica para un sismo de 7,5.

Un GPS puesto en Manta =hace varios años= ha mostrado un movimiento por la subducción= hacia el Este, hacia el continente, de 2 a 3 centímetros por año. Ahora en el terremoto eso cambió, se desplazó hacia el mar unos 80 centímetros en menos de un minuto... No nos damos cuenta porque todo lo que nos hace de referencia se movió... Un poste, una casa están allí mismo ante nuestros ojos, pero vistos desde los satélites, no.

¿Entonces el cuándo está relacionado con el tiempo?

Entre más pasa el tiempo, más energía se acumula, más se carga y puede ser una magnitud mayor. Cuando me preguntan a mí *cuándo*, le pregunto yo: ¿está listo? ¿su estructura está revisada? ¿sabe si su negocio va a sobrevivir?, ¿sabe si sus autoridades saben qué hacer? Por eso se nombran secretarías de riesgo y nombran una serie de funcionarios que supuestamente saben de esto. Entonces la pregunta que les digo es:
¿lo saben? y la respuesta es: *no*.

Hay literatura sobre eso. Existían las condiciones para un terremoto. ¿Se puede saber si éste fue ese gran sismo?

Sí se puede saber una cosa. Ya conocemos cómo funciona el ciclo sísmico, las placas se retraen durante 50 o 100 años y necesita 50 años para volver a retraerse y de ahí en adelante se puede soltar.
Eso hace que en la zona de Jama-Pedernales, que fue el segmento sísmico, ya no tengamos la posibilidad de un terremoto grande en las siguientes decenas de
años.

¿Y en otras zonas?

Al lado, la falla de Esmeraldas, todavía no se ha descargado y en la historia se ve que esto se ha descargado después del terremoto en la zona de Jama- Pedernales. Pero además, el segmento Tumaco, en Colombia, tampoco se ha descargado. Entonces también hay que tener en cuenta una cosa, la localidad puede que no tenga un terremoto, pero recibe las ondas sísmicas. En el caso del segmento Jama-Pedernales, lo que hizo fue enviarlas a Bahía, Manta, Portoviejo. Que haya un terremoto aquí ya no es posible, porque ya no hay energía sísmica. Un terremoto al norte va a hacer que las ondas sísmicas tal vez no tan fuertes lleguen, pero necesariamente tenemos que hacernos la pregunta ¿estamos listos?

¿Qué pasa con el segmento de Manta? Allí se han registrado enjambres sísmicos. ¿Qué está sucediendo?

No es el segmento de Manta, sino el que está más allá de Manta que se llama de la isla de La Plata o Puerto López. Ahí hay un fenómeno que es nuevo para la ciencia a nivel mundial y es el hecho de que la energía sísmica de cuando en cuando se libera, no con sismos violentos, sino sismos lentos, en donde este salto que hubo ahora de la placa Sudamericana respecto a la de Nazca, se dio a lo largo de una semana. Entonces, no fue un salto tan grande sino que empezó a acomodarse y eso se llama un proceso de sismos lentos.

¿Qué puede pasar allí?

Lo que sabemos es que estos segmentos se mueven y que históricamente tienen una periodicidad y que este del sur =Puerto López= no muestra en la historia un terremoto grande. Ojalá que lo que se mueve con magnitudes de 6º, lo haga con suficiente frecuencia como para que libere la energía de manera lenta.

En resumen, ¿podríamos decir que en el corto plazo no hay posibilidades de un sismo fuerte en la zona de Jama - Pedernales?

En esa zona, de lo que hemos visto, por ahora ya no hay energía sísmica. Las probabilidades ahora son mayores y deberíamos de revisar al norte en Esmeraldas y Tumaco. Y también no dejar de ver el segmento sur y entenderlo más desde la ciencia.



-*El volcán Turrialba se está hinchado paulatinamente, y eso indica que está entrando material que no está saliendo en igual proporción*, explicó Guillermo Alvarado, vulcanólogo de la Red Sismológica Nacional y del Instituto Costarricense de Electricidad.
Alvarado explicó a vecinos, estudiantes y autoridades municipales, la situación del macizo actualmente. También dijo que se preparan *para el peor de los escenarios*, con el fin de prevenir la atención y las necesidades de la población. No obstante, reiteró que predecir cuál va a ser ese escenario, es difícil.

Sobre la acumulación del material en el coloso explicó que hay dos panoramas: o sale poco a poco =como hasta ahora ha venido haciendo=, o, el volcán se va a apagar.
Una de las dudas planteadas por los asistentes a la charla realizada en la Universidad de Costa Rica de Turrialba, es sobre la posibilidad de que la actividad volcánica genere un terremoto. Alvarado explicó:
*Existe la posibilidad de un terremoto volcánico, claro. Pero recordemos que en Costa Rica ocurren terremotos cada 4 años, entonces no se le puede atribuir solo al volcán*.

El experto también habló sobre la posibilidad de que salga lava del coloso. Según él, en este momento está saliendo, pero como roca pulverizada, en forma de ceniza.
*La ceniza cuando tiene más de 5 milímetros o más de 2 centímetros de espesor, es cuando más afecta a la vegetación*, dijo Alvarado.



-Un grupo de investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí realizan una investigación para conocer el efecto físico y social que representan los procesos volcánicos.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la investigadora Azalea Judith Ortiz Rodríguez mencionó que el área de estudio de la geografía se divide en dos partes, la física y la social.
La última, explicó, es la encargada de relacionar los fenómenos naturales y su impacto social, en este caso, el efecto de los volcanes sobre las poblaciones afectadas y las cuestiones del entorno que favorecen o no a la formación de los lahares.
La especialista indicó que su área de investigación se enfoca en el proceso de lahares, en el volcán de Fuego de Colima.

*Los lahares son flujos de material volcánico revuelto con agua, los cuales proceden de áreas volcánicas y se encauzan por las barrancas de la topografía*, apuntó.
La investigadora dijo que la consistencia de los lahares es similar a la del concreto con la fuerza suficiente para destruir lo que se encuentre a su paso, incluso, pueden desencadenarse a pesar de que el volcán no se encuentre en actividad.
*Hacemos pruebas de infiltración o la capacidad que tiene el suelo de absorber el agua, de esta manera poder identificar los espacios que aportan material a las barrancas, lo cual está relacionado con la magnitud de los lahares*, dijo la geóloga.
*Utilizamos equipo que pueda ser portátil como bombas peristálticas, generador eléctrico, agua, entre otros*, añadió.

El objetivo de la investigación es identificar los puntos de mayor aporte de material a las barrancas y la eficiencia en el transporte de sedimentos de dichos puntos para monitorearlos y así extender esta metodología a otros volcanes del país.
La investigadora expuso que estos resultados ayudan a entender la dinámica del planeta en cuestión geológico que nos moldean como especie, pues se pueden prever las consecuencias en los ríos, los establecimientos humanos, los manantiales, entre otros.
Ortiz Rodríguez refirió que en México se cuenta con una formación volcánica importante, dentro de la cual 12 de ellos están activos; por ejemplo, en 1913 el volcán de Colima hizo erupción, lo que sirvió como referencia para conocer hasta dónde pueden llegar los procesos volcánicos, como: flujos piroclásticos, lahares, ceniza, entre otros.

Los fenómenos hidrometeorológicos, como huracanes o tormentas, representan el principal detonante para la formación de lahares, sostuvo la investigadora.
La geóloga indicó que, en octubre de 2015, el huracán Patricia a su paso por el estado de Colima ocasionó la formación de lahares que al bajar por la barranca la Lumbre, al oeste del volcán, provocaron daños considerables en la infraestructura vial.
*Es necesario el monitoreo de los volcanes. No se puede controlar su actividad, pero sí monitorear y tener alertas para reducir los daños a la población*, señaló.
Ortiz Rodríguez dijo que esta acción constituye la principal defensa de la sociedad ante los procesos volcánicos que no pueden controlarse.

Gilgamesh***

Fuentes;
-eldiario
-crhoy
-planoinformativo

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