Les estoy debiendo las estadísticas sísmicas como cada mes, estoy muy atareado, pero en ésta noche sentí la necesidad de tratar otro tema que seguramente será interesante para muchos de ustedes. Recordarán el post de días anteriores sobre el hallazgo del sello Sumerio, y bueno, ahí entramos una vez más en el tema Anunnaki y por supuesto la claridad de la Gnosis.
Como sea...es realmente asombroso.., cómo siguen encajando las piezas que nos llevan al Enuma Elish, por ejemplo.
Las interpretaciones del gran Sitchin derivan en guerras nucleares entre las facciones Anunnakis, todos ustedes las recordarán, aquellas guerras fratricidas entre dos hermanos, Enki-Enlil, y cuando lo comparamos con los relatos del Nag Hammadi nos viene a confirmar la existencia de demiurgos y arcontes dedicados a crear su propio mundo material, de su belicosidad enferma, de su insaciabilidad con respecto al saqueo y expoliación del planeta con un ser humano perfilado como esclavo, un patrón que llevamos en los genes cuando sabemos del accionar humano, por ejemplo, poner a los animales como alimento..producirlos en serie para inducir a un consumo innecesario transformado en un vil negocio, incluso avanzados los tiempos tecnológicos hoy sabemos de clonaciones y gestaciones por ADN del reino animal y vegetal.
Así es como éstas entidades nos consideran, alimento clonado para su subsistencia.
El invento de *trabajar* para vivir es el mismo concepto que encontramos en la maldición del Edén y en la manipulación de los Anunnakis, es una matriz que encontramos perfectamente enquistada en nuestro sistema actual, es decir que esa compulsión que tiene nuestro creador imperfecto, por defecto la re-creamos nosotros.
Es increíble el poder impresionante de los demiurgos y arcontes, pero lamentablemente opacado por su condición de gestación imperfecta no planificada, lo cual los hace genios de la manipulación, talentosos creadores pero empeñados en creaciones teñidas de error, dioses desviados de su ADN original, tan magníficos pero ciegos a la vez... incapaces de recordar si quiera que ellos provienen del Absoluto y en su ciega ambición necesitan creerse nuestros dioses absolutos.
Ésta gestación imperfecta que somos es directamente proporcional a la gestación de ellos.
Sean Anunnakis, aliens, demiurgos, arcontes, o dioses fracasados, la matriz del error está presente en ellos sea de la forma que sea, según lo poco que conocemos de nuestra ancestral historia, y eso...lo resume el Nag Hammadi a la perfección como ningún otro libro conocido, pero que resulta inentendible si antes...no sabíamos nada de todo lo otro.
La dualidad del relato Anunnaki muestra ese amor-odio que los creadores imperfectos padecen, en lugar de destilar puro amor se han debatido siempre entre los dos sentimientos opuestos, lo cual los pinta tal cual son, genios capaces de crear un sistema solar...pero de utilizarlo mezquinamente como laboratorio para someterlo diseñando sus creaturas no por amor sino para sus egos de creadores que necesitan pleistecía, sacrificios, castigos, promesas...., dioses enfermos...
Cuando trato de explicarles éstas cosas siento la enorme necesidad de que, para que me entiendan, hay que abandonar la matriz que corrompe el pensamiento.
Pero esos dioses nefastos están sujetos a los ritmos, construcción y destrucción de civilizaciones, giros y más giros en la rueda de las galaxias, que hacen girar a estrellas y planetas, nosotros...giramos también aunque no nos demos cuenta, gira en nosotros la energía a manera de campo unificado, todo interactúa entre sí en el llamado ether.
No en vano Cristo debió enseñar la Gnosis que era la revelación de lo que hoy llamamos *misterios*, un Conocimiento Divino de primera mano ya que Cristo traía el mensaje de ese al que Él llamaba *Padre*. Cristo debió optar por enseñarla a un grupo especialmente seleccionado, casi en privado ya que la mayoría de la gente de aquellos tiempos vivía en la ignorancia, una ignorancia deídica tremenda, y sumado a ello, cualquier cosa que estuviera rozando la Verdad era motivo de persecución por parte de las autoridades.
Incluso gran parte del Conocimiento que Cristo entregó a algunos de sus discípulos no llegó a ser comprendido y allí hizo su trabajo la infestación que posteriormente conociéramos como el inicio de ésta, nuestra religión, la del Imperio Romano.
Gran cantidad de autodenominados creyentes asumen honestamente que ir más allá de lo que conciben como religión, les asusta...les asusta enfrentarse al relato Gnóstico, y así como hoy, también lo fué antes en tiempos de Cristo cuando transmitir el Conocimiento a ignorantes por vocación resultaba indigno, aquello de *no arrojar perlas a los cerdos*.
Por ejemplo, se dicen ser Cristianos pues bien, tomemos a Cristo, con semejante poder Él podría haber desintegrado a los demiurgos y arcontes...pero no lo hizo..
Eso, nos enseña lo que significa en verdad la palabra AMOR..y el respeto a la existencia del otro..de lo otro, desde el Pleroma el Cristo fué enviado por el Absoluto, quien también...habría prescindido de los servicios de Cristo y en un microsegundo habría cerrado el boquete del Pleroma y el vacío del espacio infinito habría desaparecido junto con demiurgos,arcontes y materia incluídos.
Pero no lo hizo el Padre Innombrable ni tampoco el Cristo, se eligió la opción de NO DESTRUIR, NO MATAR...y permitir RE-GENERARNOS.
Incluso el vil proceso que los arcontes utilizan para reciclarnos una y otra vez borrándonos la memoria para que nunca salgamos de esa rueda, fué intervenido por Cristo cuando entregara el Conocimiento de los Misterios, la Gnosis que le pone fin a las trampas.
Un Padre amoroso jamás mataría a un hijo por más cruel que ese hijo sea, intentará siempre amarlo aún...sabiendo de su errada opción de vida, y tanto el Absoluto como el Cristo son testimonio de ello....La destrucción...la venganza...el odio..el asesinato son aberrantes y flagrantes rupturas de un órden que ni siquiera rompen nuestros Verdaderos Creadores, y si lo pensamos más profundo, los demiurgos y arcontes...aún siendo nefastos..son hijos de ellos.
Es fácil amar a las personas buenas, pero....¿y a las malas?...ahí es donde solemos romper el contrato amoroso que deberíamos sostener de acuerdo al carácter transitivo del Pleroma y de Cristo.
¿Quién puede amar a sus opresores?
Amarlos es compadecerse de ellos...entenderlos como herederos enfermos de su heredad y nosotros que pretendemos exponenciar el Amor que nos viene genéticamente desde el Espíritu del Pleroma, no podemos más que eludir al mal, combatirlo desde la ejemplaridad de la razón de la Verdad como arma inocua que no destruye sino que...transforma..
Si en Verdad creemos en Cristo y en su Sabiduría Superior, no podemos más que copiar su matriz, a nadie mató, a nadie abandonó, a nadie odió...no fué egoísta ni eligió la comodidad, no tuvo miedo a hacer lo que debía hacer...iluminarnos con su Sabiduría, y es que la Verdadera Sabiduría, la no corrompida, hace poderoso al manso y débil al poderoso, claves que distinguieron a un Jesús que para nada fué como luego se lo quiso pintar, ningún sujeto pasivo...por el contrario un activista revolucionario.
Sí, leen bien; *revolucionario*, y ¿qué no es pues la Revolución?; Cambio violento y radical en las instituciones políticas de una sociedad.
Nos han metido en el cerebro que la revolución es violencia pero aquella revolución de Cristo no lo fué, en todo caso la violencia fué desplegada por los gobernantes y no por los seguidores del Maestro.
Cuando hablo de Gnosis hablo de un Conocimiento base, que bien resume o sintetiza o puede ser aplicado a lo que muchos piensan de acuerdo a diferentes teorías.
Hablamos de Eones, de una enorme cadena de seres creados a partir del llamado Demiurgo, un eón poderosísimo y majestuoso, pero engendrado desde un error involuntario lo cual lo hace ser un eón atrofiado pese a su inteligencia y poder, ¿porqué? porque carece de reconocer que por encima de él ya existían más Eones, y éstos eran Perfectos, es decir que su ignorancia de lo Superior le impide ser Perfecto, y en su imperfección todo lo que crea hereda su imperfección.
Sin embargo, ojo....también al ser hijo de otro Eón =Sofía= tiene un componente de Pureza aunque él no la reconozca, esa es su otra heredad, que toda creación también hereda, el resultado, algo Puro devenido en imperfecto genera la famosa dualidad que toda cosa material arrastra, positivo y negativo, lo bueno y lo malo, eso somos humanamente hablando.
Bien sabido es que a través de los relatos del Nag Hammadi, el Demiurgo crea a otros demiurgos y *seres* que le colaboran en su enorme creación.
Seres que estimamos como inmateriales, o bien de materia gaseosa no visible o de energía incluso no visible, pero bien podría encajar allí la versión que siempre hemos tenido sobre *extraterrestres*, seres de otros *mundos* anteriores a nosotros, quizás...esos seres creados por el Demiurgo que ayudaron a nuestra creación.
Es decir que creo amigos, ya no importa demasiado entrar en discusiones inútiles porque más allá de Eones, Demiurgos, Arcontes, Potencias, si les gusta pensar en marcianos o alienígenas que viajan en naves interestelares y habitan otros mundos o incluso en otras dimensiones, ¡¡da lo mismo!! es decir que la Gnosis sin hablar de aliens ni naves físicas nos está hablando de lo mismo, y al hurgar en la historia tenemos en el testimonio sumerio algo similar, que no llega a definirse si habla de planetas como entidades que se hacen la guerra o de *seres* que bien podrían ser los típicos aliens que anidan en nuestro imaginario de acuerdo a la fenomenología.
Quiero decir con ésto amigos, que no podemos permitir que el bonsai nos tape el bosque, estamos hablando de los mismos seres sean como fueren, y que ellos son capaces de hacer grandes prodigios, de clonar, de crear sistemas solares, en fin...de cosas para nosotros imposibles.
Es tiempo de entender entonces que las tontas divisiones por denominar o imaginar a éstos seres de tal o cual forma o procedencia es una pérdida de tiempo, y tenemos que abocarnos a lo que en definitiva Reveló Cristo y sus Misterios, éstos seres no son para nada benéficos..., son poderosos pero carecen de Pureza, y unos los habrán más benéficos que otros, pero su fin no es para nada ayudarnos a nada.
Sitchin imaginó a Anunnakis lo que son arcontes y demiurgos en la Gnosis, unos con naves y planetas donde habitan, otros morando en esferas invisibles desde la inmaterialidad. Da igual...ellos son hiper-evolucionados pero involucionaron en la negación de su procedencia Divina.
Muy recomendable por ejemplo el libro del francés Anton Parks =El secreto de las estrellas obscuras-Crónicas del Girkú=, donde se puede advertir el mismo devenir que en el trabajo de Sitchin, seres sub-creadores envueltos en guerras y muertes, algo que pone de manifiesto el gen impuro que los caracteriza a todos.
Por momentos son buenos y tiernos, por el otro agresivos y homicidas, ególatras, conquistadores y por sobre todo, manipuladores.
Así como nosotros amamos a nuestras mascotas ellos suelen enamorarse de sus creaciones, por ejemplo nosotros.
Tenemos a un Enlil despiadado que intenta destruírnos cuando descubre que no somos tan manipulables =porque poseemos el Espíritu= y existe un Enki casi misericordioso que nos salva del diluvio, lo cual no quita que él también nos manipuló.
Todos y absolutamente todos no pertenecen a la Pureza, y lamentablemente mientras existan comerciantes engañadores que induzcan a la gente a *invocar* a ciertos seres que supuestamente vendrán en nuestra ayuda...no hacen más que hundir más en la ignorancia, ninguno de ellos pueden prevalecer contra la raíz de la Verdad.
A ver..., Cristo lo dijo;
*Nuestro combate no es contra sangre y carne; más bien es contra las autoridades del universo y los espíritus de maldad*.
*Autoridades del universo*...por lo tanto no hay ser alguno que habite en éste Universo que no sea un engañador, para eso vino Cristo...para diferenciarse de los engañadores, no necesitamos nada más.
Cristo, líbéranos de los gobernantes de la maldad y sálvanos de sus garras.
Cristo Dador de luz, aparta la obscuridad de sus engaños que intentan arrastrarnos a sus tinieblas.
Cristo despierta a nuestra alma para que escuche a nuestro Espíritu.
Gilgamesh***
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