martes, 6 de noviembre de 2018

* Yanquilandia; decisiones *

***Excelente Martes para todxs.

Elecciones en Estados Unidos, hoy, algo que a muchos realmente no les modifica la vida en su micromundo pero cuando pensamos al mundo como una gran familia o una sociedad global, lo que pasa en un país como ese, sí que va a tener influencia en nuestras vidas.
Entender a la sociedad norteamericana es verdaderamente una misión imposible..
Pero a grandes rasgos podemos sacar algunas mínimas conclusiones.

Me causa gracia leer o escuchar a los Republicanos catalogar a los Demócratas como de *izquierda*...jajaja..., en ese país la izquierda no existe, en todo caso los Demócratas son la versión light o descremada de la derecha más recalcitrante.

Pero sea quien sea el que gobierne a ese país, Republicanos o Demócratas, USA siempre seguirá prepoteando al resto del mundo, imponiendo, haciendo guerras y todo lo que ya conocemos de ese país. 
El gobierno que ejerce Trump es una locura, la típica derecha matona y patotera que seduce con la mano dura, la pena de muerte a los delincuentes, viola derechos humanos, odia a esas minorías diversas que siempre son destratadas y demonizadas, es radical a la hora de pensar en la palabra *religión*, avala que la sociedad esté armada, en definitiva es un pensamiento nacionalista *blanco* y clasista por excelencia, aunque podemos pensar en un nacionalismo bueno, que en el caso de Trump tiene esa característica, cierra fronteras y hace guerras comerciales para volver más próspero económicamente al país, mientras que por el otro lado tiene lo que relataba antes.

Ciertamente la política agresiva de Pandora T ha logrado hacer crecer el empleo en USA después de un estancamiento de casi treinta años, por lo tanto, quienes votan con el bolsillo...lo apoyan, además de quienes lo apoyan por su extremismo conservador en materia social.
Los Demócratas, mucho más laxos en materia de derechos y libertades, son hábiles dominantes de los medios de comunicación, razón que llevó a Pandora a declararles literalmente la guerra, y con los medios en contra de Pandora los Demócratas apuestan a sus campañas mediáticas para volver a hacerse del poder.



Si ésto ocurre, con mayoría en ambas Cámaras intentarán destituir a Trump, es decir llevarlo a un juicio político y quitarlo del medio.
Si ésto no ocurre y Pandora renueva el apoyo de las mayorías, Pandora irá por un segundo mandato y habrá Trump..para rato.

Dentro de la campaña mediática que los Demócratas encararon, hábilmente han puesto candidatos de gran diversidad que puedan representar a minorías, lo cual les garantizaría una posible victoria.
Veamos ésto;



















En el caso de Pandora, apenas si se animó a postular a un descendiente chino;



Es consecuente con su ideología anti-inmigrantes, pero también tenemos como grandes protagonistas en éstas elecciones a las mujeres, y otra curiosidad



-Este año, un número récord de mujeres se postulan para cargos públicos. 
Según el Centro Rutgers para Mujeres y Política Americanas, 3,381 candidatas están en la boleta electoral de sus legislaturas estatales. 
Eso es aproximadamente 1,000 más que en las últimas dos décadas, lo cual es bastante sorprendente.
A nivel nacional, 256 mujeres se están postulando para los asientos del Senado y la Cámara de Representantes en esta elección.
Entre ellas hay 36 mujeres judías.



Por lo visto en el listado son mayoría las candidatas judías por los Demócratas, 10 contra apenas 3 del partido de Pandora.
Lo que deberíamos tomar como dato interesante es precisamente la participación de las mujeres, ¿podrán torcer la elección en contra de Pandora?
No lo sé...pero si tomamos el ejemplo de Brasil allí...las mujeres eligieron a quien las detesta, por lo tanto el final es abierto..

Los derechos de las mujeres lograron copar la agenda contestatariamente a partir de la llegada a la Casa Blanca de Trump. La aparición del movimiento *MeToo* fortaleció las demandas de igualdad y ahora es parte de la agenda. En un contexto de fuerte cuestionamiento al mandatario, las mujeres logran posicionarse como un actor político cada vez más grande dentro del poder legislativo, sobre todo de cara a los comicios de 2020 que se espera, sean convulsionados.

Como ambos partidos son para mi ideología casi la misma cosa, ese *casi* es lo que hace la diferencia a la hora de elegir, pues si tuviera que votar sin dudas le pondría el voto a los Demócratas si pienso en lo menos nocivo, porque reitero, la Izquierda en ese país no existe ni tiene chance alguna.
Pero conozcamos la interesante opinión de un especialista, el Escritor uruguayo-estadounidense Jorge Majfud;



-Tradicionalmente, en Estados Unidos las elecciones parlamentarias suelen ser una expresión crítica sobre el presidente, por lo cual el partido de la oposición casi siempre recupera el terreno perdido en las elecciones anteriores. Sin embargo, debido el hecho de que los representantes y los senadores sirvan períodos diferentes =dos años unos, seis los otros=, rara vez los cambios son masivos, ya que nunca es todo o nada, como puede serlo en las elecciones presidenciales.

Este año se espera que los demócratas recuperen la cámara baja y los republicanos mantengan el control de la cámara de senadores, más allá de que pierdan votos. La verdadera sorpresa sería que los demócratas recuperen el control de la cámara alta.
Estas elecciones dejarán claro cierto hastío de un creciente número de estadounidenses, sobre todo jóvenes, hacia las políticas y la nueva cultura literaria del presidente Trump, algo que ya había comenzado muchos años antes con las movilizaciones del Tea Party.

Entre las políticas y los temas sociales que han comenzado a movilizar sectores anti-Trump está todo lo relacionado a las minorías y a la lógica misma del tejido social. Desde los movimientos de mujeres =feministas o no= hasta el resurgimiento del racismo abierto contra los negros y, especialmente contra los inmigrantes pobres, no europeos, pasando por la tendencia mundial a la violencia religiosa que nos está sumergiendo rápidamente en una nueva Edad Media.

Los frecuentes atentados motivados por el odio tribal, como la más reciente matanza en la sinagoga de Pittsburgh, están basados en las proto teorías de los nacionalistas blancos y neonazis que consideran que los judíos están ayudando a los pobres de Honduras a invadir este país para continuar el *extermino blanco*. 
La idea popular de un genocidio blanco lleva a lunáticos como el asesino Robert Bowers, reunido con otros cientos de miles en su propia burbuja de las redes sociales a realizar su propio extermino.

De esta forma, se produce la aparente y solo aparente paradoja de que Trump y su base evangélica es radicalmente pro-Israel al tiempo que es antisemita, antijudía =otra contradicción explosiva que también observamos y advertimos hace dos años=. Diferente a los judíos en países como Argentina o Uruguay, en Estados Unidos esta comunidad =dejemos de lado la minúscula y poderosa elite de los lobbies= siempre han apoyado a la izquierda y a las causas de las minorías, incluso contra las políticas de Israel en Palestina.

En este momento, la guerra semántica es lo más importante y donde se define el futuro del mundo. Siempre fue importante =es la idea central de nuestro estudio de 2005 sobre la lucha por los campos semánticos=, pero ahora, más que nunca, vuelve a revelarse en todo su drama. 
Las palabras valen, y mucho. 
Hace un par de días los militares en Nigeria masacraron manifestantes que se atrevieron a arrojar piedras. 

Días antes Trump había afirmado que era totalmente legítimo que los militares estadounidenses usen armas de fuego si algunos en la caravana de refugiados hondureños se atrevían a lanzar piedras. Algo que, en la práctica no es ninguna novedad =basta con echar una mirada a lo que pasa diariamente en Gaza=, pero que lo diga el presidente de Estados Unidos es una forma de legitimación de la barbarie. 
De la misma forma, en muchos otros temas, desde los sexuales hasta los raciales.

Desde ese mismo punto de vista narrativo, los republicanos tienen a favor una economía que, en sus números macros =PIB, desempleo, etc.= se encuentra en su mejor momento de los últimos cincuenta años. 
El pasado viernes se reportó la creación de 250 mil nuevos puestos de trabajo, y los dos cuatrimestres pasados tuvimos crecimientos del PIB de 4,2 y 3,2 %, casi tan altos como dos cuatrimestres de la era Obama en el 2014. 
Obviamente que, si miramos todas las gráficas económicas, esos valores que se repiten en los discursos =con exageración trumpiana típica *nunca antes en la historia*= ya habían comenzado a mejorar en el primer año de la administración Obama. 

Cada gráfica sólo muestra la perfecta continuación de tendencias anteriores. 
Hay que agregar otro factor: el recorte de impuestos aprobado en el año 2017, el cual benefició ampliamente a la minoría más rica de la población y algo, como efecto colateral, a los trabajadores, lo que sólo ha confirmado esas mismas tendencias.

De la misma forma que en el 2016 dijimos, en diversas entrevistas, que los recortes de impuestos a las grandes empresas, que la desregulación de los bancos, que el aumento del gasto militar y que las tentativas de privatizar lo que todavía estaba en manos del Estado iban a darle más oxígeno a los números macroeconómicos durante los primeros años de la administración Trump, también era de esperar que la historia de esos modelos económicos ya empleados por presidentes como Carlos Menem y George Bush podrían indicarnos que luego de la fiesta venía el funeral. 
La Argentina de Macri ya está en su funeral propio, pero Estados Unidos todavía está de fiesta.

Dejemos de lado el detalle que Argentina no puede imprimir dólares ni puede enviar barcos de guerra a intimidar a la competencia comercial, como sí puede hacerlo Estados Unidos. Claro, si leemos los indicadores macroeconómicos y no atendemos a la creciente desesperación de los de abajo =podríamos detenernos en los problemas de educación, salud y desigualdades sociales=, la cosa ha mejorado. 
Nada nuevo bajo el sol. 
Ni siquiera la desmemoria del pueblo.

Estas elecciones de hoy significarán un leve, tímido giro de Estados Unidos hacia los de abajo. 
Deberemos analizar si el 2020 será un año de ruptura o, apenas, un capítulo en un proceso mayor. 
Lo que sí me animaría a predecir desde ya, como ya lo hemos hecho antes de las recientes elecciones de Brasil, es que, en un par de años, Estados Unidos estará a la izquierda de Brasil.

Mundo muy revuelto ¿no? hiperconfundido diría, donde los conceptos de izquierda y derecha llegan a difuminarse tanto que se ha creado un nuevo pensamiento.
Cuesta pensar en que alguien que se enorgullece de definirse como *cristiano* avale la pena de muerte o políticas neoliberales pro-mercado.
Apunto especialmente a los cristianos, a quienes nos podemos cobijar bajo el ejemplo de Cristo, o en el caso de la ideología de izquierda cuesta creer que en su mayoría apoyen a la élite que está detrás del meganegociado del *calentamiento antropogénico*, grandes empresas multimillonarias que forman parte del capitalismo más rancio y voraz que saquea a quienes la izquierda dice defender...

¿Cuándo será posible o viable? entender un sistema que respete a las minorías, que no las demonice, que pueda garantizar la *seguridad* sin mano dura y extremismos cuasi-racistas, pensar en una redistribución equitativa que propenda a un crecimiento económico nacional sin abandonar a quienes han estado siempre abajo y olvidados, porque tarde o temprano esas diferencias abismales y obscenas fomentan el odio, la envidia, el revanchismo. 
Es imposible la igualdad total, siempre habrán ricos y pobres, pues podrían convivir ricos con *no ricos*, sin que éstos últimos tengan que ser pobres..y que el fundamento de la riqueza del rico sea precisamente generar pobres.

Cuando alguien se hace más rico sacándole a las clases más bajas estamos generando pobres y todo lo que ello conlleva. 
*Transferencia de recursos* le llaman, y los ejemplos son muy fáciles de ver y entender.

Cuando las tarifas del gas, la electricidad, el agua, el transporte, aumentan en valores repugnantes e inconcebibles a la par que los salarios están congelados o bajan, se está transfiriendo la riqueza de las masas a los bolsillos de las grandes empresas que administran por ejemplo los recursos energéticos.
La norma mundial establece que alguien se vuelve un *pobre energético* cuando una tarifa de energía alcanza al 20% de su salario, imaginen aumentos de 1000%...incluso de un 3.000%...
Si los salarios fueran acordes a dichos aumentos otra sería la historia, pero lamentablemente la realidad es otra.

Entonces cuando pensamos a la política desde alguna ideología lo más justa y equitativa posible nos encontramos con derechas temibles e izquierdas bobas, porque quien imagine a una izquierda que se limita a tirar piedras en una manifestación...se ha quedado en el pasado. 
Y de los llamados *centristas* pues..están infestados de derecha.

Estados Unidos es un combo que a mi criterio, es la muestra o extracto de lo que es el mundo actual, un cambalache del pensamiento más turbio que claro, un laboratorio donde conviven la silla eléctrica o la inyección letal con quienes creen ser libres porque pueden comer palomitas de maíz...o usar UBER. 
Sin embargo, cuando ese país decide bombardear a otro, todos se unifican, y los que se oponen son una escasa minoría que ni protestar pueden.

Ver a esa caravana de migrantes centroamericanos tener como norte al país del combo...es entender el grado de extravío que experimenta la humanidad.
Países de Centroamérica y el Caribe que son hoy desde donde huyen los eternos abandonados que migran a pie, son precisamente países donde las grandes multinacionales corrompen a los gobiernos locales y montan sus emprendimientos, saquean los recursos, envenenan, y explotan a los trabajadores con sus leyes laborales a medida, sin embargo...los migrantes van hacia Estados Unidos como la polilla a la lamparilla ardiente...

Pueden ir al sitio que dejo al final para abrir la siguiente lista llena de detalles y datos y corroborar lo dicho;



Pero bueno....hay que estar en la piel de los migrantes que viven en una situación tan desesperante que lo mínimo que puedan obtener insertándose en un país como el de Pandora será como estar en el paraíso, van a prosperar económicamente si comparan con sus realidades locales, pero...un montón de peros... que cuando tenemos a un Pandora Trump gobernando.. ahí tenemos respuestas, e incluso cuando gobernaron los Demócratas las minorías de ésas que son despreciadas también la pasaron muy mal.

Por eso me atrevo a decir que el mundo está sin brújula, quizás siempre lo estuvo, pero hoy todo se vuelve más peligroso dada la *globalización* que suele fomentar *contagios* que polarizan a lo peor de la condición humana, y que da como resultado el mundo que vemos y vivimos.

La Política, aún siendo hipotéticamente buena en algún momento o digamos medianamente buena, no soluciona algo que es de raíz y está en nuestro ADN, puede ayudar, pero no solucionar un serio problema que tenemos los humanos y que deviene de nuestra gestación desde que el primer humano comenzó a existir, y de eso...ya saben...

Veremos qué decide la sociedad del gran país del Norte, si avala mayoritariamente a Don Pandora o le baja el pulgar, desde mi particular reflexión creo que bajarle el pulgar sería una buena señal de que las brújulas se están ennortando un poco sin llegar al ideal, avalarlo sería el desnorte absoluto que no ayudaría a un buen contagio global.
Mi reflexión no pasa por izquierdas ni derechas ni por partidismos sino por el trasfondo humano y allende la materia.
Ninguna solución, simplemente elegir lo menos nocivo para las mayorías más desfavorecidas y punto..., esperar algo ideal... es un engaño, pero no optar es una zoncera.


Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-perfil
-diariojudio
-pagina12
-greatplacetowork

3 comentarios :

לחיים dijo...

Plus One BrO.

lopezdeperez dijo...

En el futuro -si conseguimos eludir la extinción- se estudiará el siglo XXI como aquel que sólo fue experimentación social y en el que la gente perdió el juicio. El mundo está tomado por demonios y sólo nos libraremos de ellos cuando se comprenda y se acepte. Espero que gane holgadamente Trump y que en el transcurso de dos legislaturas pueda finalizar lo que se le encomendó. En el peor de los casos, me da igual; la degeneración en España es ya irreversible pase lo que pase en el resto del mundo.
Un saludo.

Gilgamesh dijo...


Alejandro Arrabal Diaz-Jenny1-Vandinha;
muchas gracias.


Francisco López; *En el futuro -si conseguimos eludir la extinción- se estudiará el siglo XXI como aquel que sólo fue experimentación social y en el que la gente perdió el juicio. El mundo está tomado por demonios y sólo nos libraremos de ellos cuando se comprenda y se acepte.*
hasta ahí coincido, después...no me sumo, sino más bien *me resto*, igualmente gracias por su tiempo, toda postura merece el debido respeto aunque se discrepe sin ningún mal sentimiento.Saludos.