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martes, 17 de enero de 2017

* John Shelby Spong; abriendo ojos 4 *

*** Bella noche de Martes para todos.

Nada mejor que abonar el post del mediodía de hoy con éste otro, reveladora entrega del ex Obispo John Shelby Spong.

Los conceptos de Spong en éste capítulo no son nuevos para mí, hace tiempo había tomado conocimiento de éstas cosas dichas por Pranaitis, ¿recuerdan?, gran zaga que también compartiera con ustedes, lo mismo podría decir sobre el libro de Michael A. Hoffman *Judaism's Strange Gods* también compartido con ustedes en una dura tarea de traducción en varios capítulos, y Hoffman no es católicoo sino de descendencia judía.

Pero éstos detallados análisis de John Shelby Spong aportados desde su experticia y su estilo, enriquecen y ayudan a quienes todavía no tienen en claro el asunto...
Todos los citados o cualquiera que ose hablar de éstas cosas generalmente es tildado de *antisemita*, cuando en realidad lo que hacen no es una apología del delito sino una revisión histórica. De igual forma se podría decir de muchos escritores judíos que son *anticristianos*, y realmente tienen ellos todo el derecho a enfocar la historia Cristiana desde su propia visión.

Y es más, yo insto a todos quienes al leer éstos escritos les puedan nacer sentimientos antisemitas a que no caigan en ese juego, la idea es no ser *anti-nada*, los judíos tienen todo su derecho a sostener su argumento y defender su historia, y es lógico que lo hagan, quienes esperen lo contrario serán tan inocentes e incautos como esperar que un general del ejército se niegue a ir a la guerra, o que un Obispo les permita entrar en bikini a la iglesia.

Pero lo que sí debería ocuparnos a quienes nos identificamos con Cristo es dejar de pertenecer a una historia que ni nos representa ni nos hace dignos de llamarnos *cristianos*

Esa atadura del AT con el NT es algo realmente insostenible.., y lamentablemente las grandes religiones abrahámicas lo fomentan y todos o casi todos hemos sido formateados por semejante...combo.
Basta con buscar a cualquier Sacerdote Católico de vuestra confianza y plantearle ésto, para que empiecen a titubear...y a evadir la mirada, porque ellos también lo saben...

Ya lo he dicho una vez, son valiosos muchísimos Curas o Sacerdotes rasos que sinceramente hacen una labor cristiana titánica, y que lamentablemente han creído que iban a cambiar al mundo o a esa religión que aprendieron en el Seminario..., pues cuando pasa el tiempo y se dan cuenta que eso es un imposible, se conforman al menos con seguir perteneciendo a una institución con la cual tienen serias diferencias, pero les resulta cómodo seguir dentro de la estructura porque que creen que desde adentro de ella son capaces de al menos...continuar con sus utopías.

Ante ésto, yo no los critico, los valoro, pero mientras no exista una gran rebelión Cristiana desde adentro..., vamos a seguir mezclando chicha con limonada.
Muchos ven al Papa Francisco como un buen atisbo de lo que podría ser una especie de rebelión dados los postulados de éste Papa que rompe con muchos viejos vicios y esquemas de la institución vaticana, pero también podría ser un gran pintor...que ha venido a darle buenas manos de blanqueo a algo que ya se caía por el peso de su propia podredumbre.

Yo veo a Francisco como alguien que aún siendo lo que es, juega por una causa que al menos a mí...me sirve, y es algo que para éstos tiempos tan audaces...es mucho.
Y cuando hablo de rebelión cristiana no quiero significar el típico golpe y sustitución de un poder por otro poder, hablo de la dignidad necesaria para decir basta a un sistema religioso que no dice toda la verdad, que esconde mucho de lo que sabe y que sigue educando bajo el combo...

En ese combo terminamos adorando a cualquier cosa y mancillando a Cristo. Terminamos viviendo...fuera de los preceptos de Cristo, porque se nos enseñan cosas falseadas y encima sobre-interpretadas por múltiples intérpretes que se arrogan semejante misión.

Exigir la inclusión de los libros que descansan ocultos pero muy bien estudiados....en los sótanos del Vaticano es menester, esos libros que tanto dolor de cabeza han causado, y que se los ha querido hacer ver como no cristianos..., la gran habilidad...¿no?...

No hay enemigos en un hermano, ni judíos ni islamitas ni evangelistas ni budistas ni nigún *ista*, el único enemigo del hombre es la mentira cuando quiere distorsionar a la Verdad.
Y la Verdad es hija de lo eterno e inmaterial, la mentira...es hija de la materia;

-[...] entonces, ¿será destruida o no la materia?
El Salvador dijo:

*Todas las naturalezas, todas las producciones y todas las criaturas se hallan implicadas entre sí, y se disolverán otra vez en su propia raíz, pues la naturaleza de la materia se disuelve en lo que pertenece únicamente a su naturaleza.
Quién tenga oídos para escuchar, que escuche.

La paz sea con vosotros, que mi paz surja entre vosotros.
Vigilad para que nadie os extravíe diciendo:
Helo aquí, helo allá, pues el hijo del hombre está dentro de vosotros; seguidlo.
Los que lo busquen lo hallarán.
Id y proclamad el evangelio del reino.
No impongáis más preceptos que los que yo he establecido para vosotros, y no deis ninguna ley, como el legislador, para que no seáis atenazados por ella*.

Dicho esto, partió.

Ellos, sin embargo, estaban entristecidos y lloraban amargamente diciendo:
¿Cómo iremos hacia los gentiles y predicaremos el evangelio del reino del hijo del hombre?
Si no han tenido con él ninguna consideración, ¿cómo la tendrán con nosotros?.

Entonces Mariam se levantó, los saludó a todos y dijo a sus hermanos:

*No lloréis y no os entristezcáis; no vaciléis más, pues su gracia descenderá sobre todos vosotros y os protegerá.
Antes bien, alabemos su grandeza, pues nos ha preparado y nos ha hecho hombres*.

Dicho esto, Mariam convirtió sus corazones al bien y comenzaron a comentar las palabras del Salvador.

Fragmento del Evangelio de María Magdalena- evangelio apócrifo Gnóstico, escrito entre los años 30 y 180 d.C.
Papiro Berolinensis Gnosticus 8052,1, probable traducción del original griego.

Texto copto hallado en 1896 por C. Schmidt, y publicado en 1955, por Walter Till.
Según el Profesor Hollis, del Seminario Harvard, sugiere que fue escrito en tiempo de Cristo.

La historia del documento yahvista.

Por John Shelby Spong.



Hasta aquí, me he centrado en el modo en que fue tomando forma la Toráh, texto que contiene los materiales más antiguos de la Biblia. La Toráh, o *La Ley* o *Los Libros de Moisés*, es el nombre judío para los primeros cinco libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Su formación literaria no fue tal como muchas personas aún creen en la actualidad que sucedió. Nadie, incluido Moisés, se sentó un día y empezó a escribir. De hecho, la Toráh se escribió durante un período de 500 años, y por una serie de autores.

Muchas de las historias contenidas en esta parte de la Biblia fueron una combinación de mitos, cuentos populares y propaganda política, con sólo una pequeña porción de historia real =si es que la hay=. Las historias iniciales, desde Adán y Eva hasta el Diluvio no tienen relación alguna con hecho reales sucedidos tal cual, aunque aún haya alguna gente loca que trata de encontrar el arca de Noé en el monte Ararat. La primera huella de historia real aparece en el relato de Abraham pero es muy tenue.

Si esta huella fuera cierta, Abraham habría vivido alrededor de 900 años antes que su historia fuera escrita en el libro del Génesis =o, como ya dije, el equivalente a 45 generaciones antes=. Moisés, el principal personaje de la historia judía, habría vivido 300 años =o 15 generaciones= antes de que las narraciones acerca de él se escribieran en el libro del Éxodo, y unos 700 años antes de que lo fueran en el del Deuteronomio. Esto significa que la mayoría de estas narraciones no son históricas en el sentido actual de la palabra, sino que son, más bien, folklore interpretativo.

Hay que recalcar esto una y otra vez porque, pese a ello, es difícil conseguir que esta verdad se acepte dado que la mayor parte de la gente ha crecido bajo el peso de 2.000 años de *literalización* y esta inercia continúa influyendo en la actualidad.
En esta columna, quiero rastrear con algo más de detalle el comienzo del llamado *Documento Yahvista*, que los eruditos consideran la parte más antigua de la Toráh y, por eso, la fuente más antigua de la historia bíblica.

Escribir la historia de un pueblo, que es lo que la Toráh pretende hacer, es una actividad que normalmente comienza sólo cuando una nación se ha establecido con suficiente seguridad como para iniciar el proceso de mirarse a sí misma con alguna objetividad. Mientras los judíos huían de Egipto a través del desierto, o mientras invadían y conquistaban la tierra de los cananeos, había poco tiempo e interés en transformar lo vivido en una narración escrita. Además, en el mundo antiguo, eran muy pocos los que eran capaces de escribir, pues dicha habilidad la tenía menos del 1% de la población.

Por eso, quien escribió esta primera parte de la Toráh debió ser algún miembro destacado del gobierno o de la clase sacerdotal. Escribir también requería considerable riqueza, o por lo menos acceso a ella, puesto que tanto los pliegos de cuero como la tinta eran extremadamente caros. De modo que podemos asumir que tanto la educación como la riqueza caracterizaban al autor de este material bíblico.

Por consiguiente, tal persona reflejaría, inevitablemente, las actitudes y prejuicios de la clase dominante a la que él pertenecía; y, por último, si usó el pronombre masculino *él* no es por insensibilidad sino porque el hecho es que, en aquella época los privilegios, el estatus y la educación no habían llegado a las mujeres.
El Documento Yahvista se ha llamado así porque siempre que menciona a Dios lo llama Yahvéh =YHVH=, nombre revelado a Moisés por él mismo en la escena de la *zarza ardiente*, según el texto.

En hebreo, estas consonantes se identifican con el verbo *ser* y se tradujeron, en el libro de Éxodo, como *Yo soy el que soy*. Dado que el verbo *ser* es el verbo fundamental de cualquier lengua, parecía un nombre apropiado para la divinidad a la que se considera el fundamento de la identidad de la tribu. Cuando el conjunto del material Yahvista se separa del resto de la Toráh y de los otros conjuntos de materiales posteriores, de inmediato se hace visible su ambiente histórico. La nación judía ya existía. Saúl, el primer rey, de la tribu de Benjamín, había sido incapaz de conservar su trono.

La narrativa Yahvista describe a Saúl como un hombre melancólico y depresivo, que no pudo unir a las tribus de Israel. Cuando junto a él murieron todos sus hijos, excepto uno que estaba lisiado, en una batalla contra los filisteos en el Monte Gelboé, su trono lo reclamó su propio jefe militar, llamado David. David es claramente el personaje principal del autor del texto Yahvista. Este autor presenta a David como escogido por Dios, ungido por el profeta Samuel, destinado a ser rey de los judíos desde temprana edad, cuando de niño pastoreaba las ovejas de su padre, Jesé.

Tal como suele ocurrir con los líderes populares, en torno a él se fueron acumulando relatos heroicos en la memoria del pueblo. Se contaba que, en su juventud, no sólo había matado a un león y a un oso sino que, finalmente, había terminado con Goliath, un gigante filisteo.
Cuando David reclamó el trono para sí, el Yahvista cuenta que inmediatamente ejecutó una serie de acciones políticas para dar solidez a su solicitud y ganar el apoyo popular.

Ordenó un período de duelo nacional por la muerte de Saúl y de sus hijos, castigó a cualquiera que se alegrara de la caída de éste y planeó la conquista de Jerusalén, la ciudad de los jebuseos, para hacer de ella su propia capital. Si quería reunir a todas las tribus de Israel en una sola entidad política, necesitaba una ciudad neutral como símbolo de la nueva unidad a la que quería convocar a las tribus dispersas de su pueblo. Estas tácticas dieron resultado. Con su poder firmemente establecido
dentro de su nación, David comenzó a expandir su reino militarmente.

Así coronó la prueba final de un monarca: completar un reinado de 40 años, pasar el trono a su hijo Salomón y establecer así la continuidad de la nación con una familia real al frente. Uno de sus últimos actos, según esta narración, fue delegar en su hijo Salomón la tarea de edificar el Templo que haría de Jerusalén no sólo el centro político sino la capital espiritual del pueblo judío. Con estas tres instituciones establecidas =el trono de David, la ciudad de Jerusalén y el templo de Salomón, construido en la primera década del reinado de éste=, ya había llegado el momento en que alguien incorporara a la nación la memoria de su propia constitución como tal: la corriente de la historia, la crónica nacional.

Tal es el trasfondo en el que a un alguien de la corte, quizás un miembro de la misma familia real, o quizás un sacerdote relacionado con el Templo, o quizás alguien que reunía ambas condiciones, se le encargó, probablemente por el mismo rey, escribir la historia del pueblo hebreo. Así es como nació el primer material de lo que luego fueron las *Sagradas Escrituras*. La fecha de todo esto fue alrededor del 950 a.C. Salomón llevaba en el trono una década.

El pueblo judío se había enriquecido con la afluencia de tributos por parte de los pueblos conquistados por David.
Esta parte del Medio Oriente se hallaba entonces en paz. El templo, considerado como el lugar que Dios habitaba en la tierra, ya estaba terminado y la vida de la nación descansaba confiada y en paz entre brazos de sus dos protectores: Dios y el rey. Era, pues, el momento de escribir la historia de los orígenes de aquella situación.
Y así empezó el trabajo del Yahvista como escritor.

Cuando la historia quedó terminada, la imagen de Israel, como pueblo elegido por Dios, estaba asegurada.
Reforzaron la imagen de esta elección tres proclamaciones básicas: Dios había escogido a la casa de David, y por tanto a la tribu de Judá, para regir al pueblo elegido; la voluntad de Dios se expresaba por medio del templo en el que Dios vivía como presencia protectora; y el sumo sacerdote y el clero eran los encargados específicos de cuidar el orden de la vida cúltica de la nación como signo de la continua bendición de Dios.

Tan pronto como estuvo terminado este gran relato, y tal como ocurre con toda escritura sagrada, empezó a leerse como parte del culto de la comunidad congregada para la adoración en el templo. Así fue como esta narración alcanzó su estatus de autoridad como *verdad revelada por Dios*. Un estatus ciertamente fomentado por los sacerdotes, a quienes venía muy bien este aura de santidad en torno a las palabras del relato y que también sirvió a los intereses de la familia real puesto que la llamada *Palabra de Dios* afirmaba su derecho a reinar como algo proveniente de Dios mismo.

Por otra parte, así quedó establecido el rol de Jerusalén en la vida nacional como capital y símbolo de la unidad del pueblo, de manera que los poderes dispersos se unificaron y concentraron en ella. El pueblo judío, que hacía tan poco era aún un frágil tejido confederado, regido por jueces locales que realizaban la adoración en santuarios ubicados en Hebrón, Batsheba y Bethel, encontraba ahora su unidad en una nueva federación impuesta, nada menos, como expresión de la voluntad de Dios.

En un mundo en el que no había separación entre iglesia y estado =o entre religión y política= este primer texto que luego se convertiría en el primero de unas Escrituras mucho más complejas, fue, de hecho, algo muy político. Al contar la historia judía desde la Creación y desde Adán hasta Abraham, el autor unía el inicio universal de la historia humana con el amanecer de su propia historia nacional. Al relacionar las historias de Abraham, Isaac, Jacob y José, este texto estableció además, tanto legítima como moralmente, la autoproclamación judía de su derecho de propiedad sobre la tierra que habían de hecho conquistado.

Al incorporar los antiguos santuarios de Hebrón, Batsheba y Bethel, este autor identificó las tradiciones religiosas del pasado con un nuevo centro en Jerusalén, concebido como su último y mayor sucesor. Al contar la historia anterior a la esclavitud en Egipto, reconstruyó la reputación nacional. En su mejor versión, este texto fue una admirable autopropaganda política y un intento poderoso y efectivo de definir el significado de ser judío como ser un miembro del *pueblo elegido*.

¿Qué ocurriría si la nación judía se dividiera alguna vez a causa de una guerra civil?
Dicha rebelión sería contraria a las Escrituras, al Templo y al Rey.
Fue justo lo que ocurrió en algún momento entre el año 920 y la muerte de Salomón.
Fue en ese momento cuando apareció el segundo conjunto de materiales que componen la actual Toráh. Pero esa historia la examinaremos en la siguiente entrega de esta serie.

John Shelby Spong

Gilgamesh***

domingo, 15 de enero de 2017

John Shelby Spong; abriendo ojos-3 *

***Hermosa noche de Domingo para todos.

Les voy a compartir otra entrega del ex Obispo John Shelby Spong, quien se dedicará a examinar el AT y a explicarnos cosas que el 99% de la llamada *cristiandad* no tiene ni la más mínima idea, pero antes algunas consideraciones.

El objeto de compartirles éstos textos nunca debiera ser tomado como el típico *en contra de*, puesto que a mí sinceramente no me interesa en absoluto la religión que cada quién decida practicar o en la cual creer.

Yo busco profundidad histórica en éste y muchos otros estudios compartidos para reforzar *mi creencia* que ustedes ya conocen.
A partir de ese *refuerzo* intento después mirar al mundo y corroborar mi absoluta certeza que deja de ser una cuestión de fé, para convertirse en una Verdad.
Claro está, que cada quien tiene el mismo derecho y justificar así su propia Verdad, y eso no es algo que para mí esté en discusión.

Al surgir yo del seno de una familia *creyente* se me bautizó, se me hizo tomar la comunión, y cumplir con demás *ritos* o preceptos, que lamentablemente no fueron ni son sólo eso, cuando la *religión* deja de ser un acto íntimo o de elección para convertirse en una herencia impuesta. Como ni heredo bienes materiales de mi familia tampoco estoy dispuesto a heredar sus formatos cúlticos y con el correr de los años hago mi propia y bendita elección.

Si el formato se vuelve familiar, se vuelve social, se vuelve nacional, se vuelve en que la religión se entromete entonces por la fuerza aunque nosotros pensemos que no, y que se circunscribe únicamente a un ámbito *privado*, pues ésto no es así. 

Presidentes, Jueces, Políticos, Médicos, etc., son personas que toman decisiones en la vida social anteponiendo sus creencias sobre los demás y eso es algo que a mi entender, es el formato nefasto de lo que se dice *religión*.

Un Presidente que apoyado en su creencia religiosa decide bombardear a un país matando a semejantes e incluso a inocentes excusándose en un *efecto colateral no deseado*, es el fiel reflejo de la infiltración de la religión en la vida de los otros. Un Juez que cree en el precepto machista del AT va a fallar livianamente cuando un marido golpeador le da una zurra a su esposa y de su decisión dependerá la vida de esa mujer e incluso de la sanidad mental de los hijos del matrimonio, y ya sabemos cómo suelen fallar los jueces en éste tema.

Idéntico para un Médico creyente decidir si aprueba el aborto de una mujer que ha sido violada, y que según su criterio religioso no debe abortar, como si el cuerpo de la mujer fuera el suyo... , en todo caso ¿se animaría a darle su apellido al niño y hacerse cargo de la manutención a partir de imponerle su decisión?.

Entonces, compartir con ustedes éstos valiosos estudios u opiniones personales no pretende apuntar a tal o cual creencia, intenta sintetizar una forma de vivir que sea menos cruel para el prójimo en una sociedad cruel de un mundo cruel.

Hay un sitio llamado *tu amigo judío* que me parece muy bueno, porque en cierta forma intenta que quienes no somos judíos no centremos alguna mira que generalmente se suele utilizar contra ellos o contra cualquier otra religión.

Del sitio extraigo una de las preguntas que se suelen hacer sobre un tema que lo único que ha generado es odio y más odio, y la respuesta de éste amigo judío es tan acertada que debería cabernos a todos, sea cual fuere nuestra propia creencia;

¿Por qué no creen en Jesús?

Esta es la pregunta que más curiosidad me da. Nunca me preguntó un budista por qué no creemos en Buddha, ni un Hare Krishna por qué no creemos en Krishna. La gente nace en diferentes lugares con diferentes tradiciones y uno generalmente hereda la lengua, cocina, religión y todas las costumbres de nuestros padres sin pensar mucho en eso. El tema de las profecías y todo eso es algo que nunca me despertó curiosidad.

Lamentablemente vivimos en un mundo en el cual te han mentido al hacerte creer que para ser un buen hincha de equipo tenés que odiar a los hinchas de otro equipo; esto es falso y luchá toda tu vida para que tus hijos sepan desde pequeños que es una de las primeras mentiras que van a tratar de enseñarles. Vos podés ser el mejor cristiano del mundo sin tener pica con ninguna otra religión (como de hecho dice los evangelios que hay que hacer) y yo puedo ser el judío más fanático del mundo sin que me ocasione ningún problema que otros tengan otras religiones.

No es necesario que estemos de acuerdo para que seamos amigos. Vos decís que las profecías se cumplieron, copado, me alegro, ahora salgamos a los barrios carenciados a ver en qué podemos ayudar y dejemos las luchas celestiales para el cielo, que quien necesita ayuda es la gente acá en la tierra, estoy más que seguro que el único milagro con el que Dios necesita tu ayuda es el de darle una mano a los huérfanos, viudas y demás necesitados. Así que yo no es que creo ni no creo en Jesús, simplemente no forma parte de mi universo, como Krishna no forma parte del tuyo.

Bajo ésta excelente respuesta aplicable para todos sin excepción, vamos a compartir entonces a John Shelby Spong;




Los libros de Moisés-la Toráh

En términos relativos, la Biblia se comenzó a escribir hace poco.
Si consideramos que el universo tiene alrededor de 14 mil millones de años y que el origen de nuestro planeta se remonta a unos 4.500 millones, el comienzo de la escritura de la Biblia, fechada en el 1000 a.C, es un acontecimiento reciente. Los científicos consideran que la aparición de la vida humana se registró en algún punto entre 2.000 millones y cien mil años atrás dependiendo de cómo definamos la *vida humana*.

Los antropólogos sitúan el inicio de la civilización en 15 mil años. La persona a la que llamamos Abraham, considerado el fundador del pueblo judío, generalmente se ubica en el año 1800 a.C. La más antigua secuencia de la Biblia se escribe en el décimo siglo a.C, lo que sería una entrada en escena tardía. Sin embargo, la Biblia ha entrenado a la gente a pensar que la historia bíblica comienza en el momento de la creación. A principios del siglo XX, el obispo anglicano de Irlanda, James Ussher, basándose en las *inerrantes palabras* y fechas de la Biblia, afirmó que la creación tuvo lugar el 23 de Octubre del año 4004 a.C. Uno de sus contemporáneos, James Lightfoot, añadió en nota que fue ¡a las 9 de la mañana!.

Si queremos analizar la Biblia, primero debemos tomar conciencia de que su parte más antigua sólo existe hace unos 3 mil años, entre el 950 y el 1000 a.C.
Sólo este hecho confiere un rasgo de radical relatividad en las afirmaciones bíblicas respecto de una historia natural real.
Luego viene que, si Abraham vivió alrededor del 1850 a.C, y la parte más antigua de la Biblia es del 1000 a.C, todo lo que sabemos de Abraham tiene que haberse transmitido oralmente durante 900 años, o sea, unas 45 generaciones antes de alcanzar la forma escrita.

Este dato nos obliga a admitir el hecho de que la historia bíblica no puede ser históricamente fiel sino que su carácter es el de relato popular y un mito en el que los hechos de la historia se han ido distorsionando a medida que se desarrollaba la tradición. Abraham podría muy bien no haber sido judío. Se le identificó, por ejemplo, con el templo en Hebrón. Por su parte, Isaac, que se presenta como su hijo, se identifica con el templo de Betsebá, y Jacob, su nieto según la Biblia, se identifica con el templo de Bet-el.

Estas identificaciones con santuarios específicos abre la posibilidad de que estos tres patriarcas fueran hombres santos cananeos no relacionados entre sí, cuyas vidas fueron después relacionadas e interpretadas como las tres generaciones fundadoras del pueblo judío y proporcionar así una justificación a la invasión de dicha tierra por las tribus de los judíos allá por el año de 1250 a.C.

El propósito de estas historias patriarcales en el Génesis fue establecer la base jurídica para reclamar los judíos que ellos, al invadir, sólo estaban tomando posesión de una tierra que Dios les había prometido a sus ancestros siglos atrás. Racionalmente, esta reclamación no tiene sentido pero, como propaganda, tuvo entonces y tiene aún ahora una poderosa influencia en los asuntos humanos y políticos de aquella región.
Otros hechos de la historia bíblica amenazan aún más a quienes manejan la Biblia de forma mágica, y pretenden que en sus palabras hay tanta verdad literal como historia real.

Moisés, un personaje aún más importante que Abraham en la historia bíblica, vivió unos 300 años antes de que se escribieran los primeros textos del Antiguo Testamento en el año 1000. Esto significa que debemos asumir el hecho de que todo lo atribuido a Moisés en la Biblia, incluido el éxodo desde Egipto y la proclamación de la ley en el Sinaí, son tradiciones sagradas trasmitidas por vía oral, durante 15 generaciones, antes de alcanzar el estatus permanente de una forma escrita.
¿Cuánto se engrosaron estas cruciales historias mosaicas, durante su período oral?

¿Reemplazó el Mar Rojo al Mar de Cañas en el centro de la historia de la división de las aguas? Los frutos del árbol del tamarisco, con su residuo blanco escamoso, ¿no serían los que originaron la historia del maná enviado por Dios, desde al cielo al pueblo hebreo que estaba hambriento? ¿Fue tal vez una erupción de gas natural encendido, en aquella zona rica en combustibles fósiles, lo que originó la historia de la vocación de Moisés por Yahvé, que le habló desde un arbusto encendido y que no se consumía? ¿Cuál fue el proceso de composición del código legal de Israel, incluidos los Diez Mandamientos, antes de tomar forma definitiva en el libro de Éxodo?

El número de *diez*, ¿es más importante que el concepto de mandamiento?
Que la Biblia contenga una variedad notable de versiones de los Diez Mandamientos, ¿es sólo una forma de explicar la historia de Moisés rompiendo las tablas que contenían los Diez Mandamientos, al ver que el pueblo de Israel había cambiado al Dios que los había traído de Egipto, por un becerro de oro, y que, por tanto, había tenido que volver al Sinaí a por una segunda versión?

¿Cuánto de la narración del éxodo es historia y cuánto es elaboración posterior para adecuarla al ritual de la Pascua, diseñado para hacer que el pueblo judío celebrara litúrgicamente su origen político como nación? Ninguna de estas preguntas pudo plantearse antes de que se abriera camino la idea de que la Biblia no era un testimonio directo de una historia ocurrida tal cual en la antigüedad, entre los lectores más observadores e informados. Con cada nuevo descubrimiento, la Biblia se fue viendo cada vez más como un maravilloso libro, esencialmente humano, que debía poderse examinar críticamente, antes que como palabra de Dios en sentido literal, divinamente inspirada e inerrante por haberse revelado desde lo alto.

A fines del s. XIX, un grupo de estudiosos encabezados por los profesores K. H. Graf y Julius Wellhausen en Alemania, se dedicaron a estudiar rigurosamente los cinco primeros libros de la Biblia: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, llamados la Toráh o la Ley o los Libros de Moisés, es decir, la parte más sagrada de las Escrituras hebreas, cuya lectura era tradición obligatoria leer en su totalidad durante los 52 Sabbath de un año en las sinagogas. Estos estudiosos se dedicaron a aplicar a estos textos los métodos que la crítica literaria aplicaba a otros de la antigüedad.

Para ello, tuvieron que dejar de lado la pretensión de los creyentes, judíos o cristianos, de que fueran *palabra de Dios* o de que ellos poseían una divina relación con la verdad. Los resultados fueron a la larga saludables y, más que nada, abrieron las puertas a un nuevo interés académico por la Biblia.
Gracias al análisis cuidadoso de estos libros, los eruditos descubrieron que había diferencias notables, lo que les llevó a concluir que la Toráh la constituían distintos fragmentos que antaño habían sido textos independientes.

Uno de estos textos anteriores se refería a Dios con el nombre Yahwéh, o por lo menos con un impronunciable conjunto de consonantes =el tetragrámaton o cuatro letras de YHWH de donde sale tanto Yahvé como Jehová= y llamaba, a la santa montaña de los judíos, el Monte Sinaí. Otro de estos conjuntos llamaba a Dios Elohim y a la montaña santa la llamaba el Monte Horeb. Un tercer conjunto reflejaba no algo de hacía mil años sino la vida en el reino de Judá durante el s. VII a.C.

Por último, un cuarto conjunto era del tiempo del exilio y aún posterior. Al separar estos conjuntos, fueron surgiendo nuevos conocimientos.
El conjunto que llama YHWH a Dios se centra en Jerusalén porque exalta las instituciones identificadas con dicha ciudad como, por ejemplo, la figura del rey, del sumo sacerdote y del templo. Refleja, por tanto, el período en el que la nación judía no estaba dividida y se gobernaba desde Jerusalén.

Los documentos que llaman Elohim a Dios reflejan los criterios de la región norte de la tierra de los judíos; tierra que se independizó de Jerusalén cuando la rebelión del general Jeroboam contra, Roboam, el recientemente coronado rey en Israel, que, según la Biblia, fue hijo de Salomón y nieto de David.
Esta rebelión, acontecida alrededor del año 920 a.C, triunfó y dio lugar a un nuevo estado judío, el Reino del Norte o Israel propiamente dicho.
Esta nueva nación tuvo su capital y centro litúrgico en la ciudad de Samaría y rastreó sus raíces hasta José, a quien llamaron el *hijo favorito* del patriarca Jacob y de Raquel, su esposa predilecta al que su padre había regalado, entre otras cosas, un manto multicolor.

En esta narrativa *elohísta*, el patriarca José siempre se yuxtapone a su hermano mayor Judá, figura ancestral dominante en la tradición yahvista, entre el pueblo judío y cuya vida de centraba en Jerusalén. Judá era hijo de Jacob y Lía, la hermana mayor de Raquel. De acuerdo con esta historia, el matrimonio de Jacob y Lía fue
una trampa de Labán, el padre de las dos muchachas. Sólo mediante este primer matrimonio con Lía podía Jacob acceder a casarse con Raquel como segunda esposa. El texto describe a Lía con crueldad al presentarla como la esposa no amada y físicamente no agraciada: *de ojos saltones, como una vaca*.

El documento elohísta, a diferencia del yahvista, se escribió, por tanto, para contrariar las pretensiones de la tribu de Judá de que su destino era regir sobre las diez tribus del norte, y para exaltar, además, la autonomía de éstas. Al servicio de este tema, el escritor elohísta fue tan lejos como para afirmar que Judá traicionó a su joven hermano José al venderlo como esclavo por veinte piezas de plata. Con el tiempo, sin embargo, se nos cuenta que José asume y perdona este acto de traición y salva a todos sus hermanos, incluido Judá, de la muerte por hambre, cosa que hizo llevándoselos a Egipto, donde permanecieron durante cuatro siglos.

La estancia acabó por convertirse en esclavitud, y de ella, finalmente, los liberó Moisés, quien los guió hacia su *tierra prometida*.
En la medida en que estos cuatro conjuntos de textos se consideraron como relatos distintos, escritos para reflejar tiempos históricos muy diferentes, los estudiosos empezaron a darse cuenta de que habían puesto en la picota el código y la creencia establecida acerca de los orígenes bíblicos. En conclusión, Moisés no escribió los cinco primeros libros de la Biblia y ni siquiera los escribió un único autor.

Pese a que Jesús afirmara en los evangelios *habéis oído que Moisés os dijo*, esto no era verdad.
El Pentateuco era un conjunto de escritos que se habían mezclado y combinado en una historia única, a través de un período de 500 años de ensayos redaccionales. Los estudios bíblicos dieron así un enorme salto hacia la modernidad junto con otros estudios acerca de la antigüedad desarrollados durante el siglo XIX. Las antiguas proclamaciones, sostenidas tan tenazmente, por tanto tiempo y por tanta gente, se vieron sacudidas en sus cimientos.

Había nacido la era de la indispensable erudición crítica sobre la Biblia, quizás el primer texto sagrado de dos religiones que se sometió a tal proceso.
Volveremos sobre este resumen más adelante y examinaremos cada uno de los cuatro conjuntos de la Toráh con mucho más detalle.
Hasta entonces.

John Shelby Spong

Bueno...es imposible no citar al judaísmo puesto que nuestro mundo llamado Católico o Cristiano, e incluso Evangelista, vive de acuerdo a esas religiones que están basadas en judaísmo, entonces es menester tocar el tema judío para preguntarnos a nosotros mismos los no judíos, que cómo es posible que se nos haya *armado* una religión que rige nuestras vidas y que corresponde a una historia circunscripta a creencias, leyes y preceptos con los cuales...hay muy poco que nos pueda identificar.

Es por eso que aunque nos hayan mezclado el AT con el NT, siempre habrá un momento en el que nos preguntemos...¿qué hemos estado adorando? ¿qué preceptos estamos tomando?, y cuando uno se entera del Nag Hammadi...empieza a certificar que ni siquiera el NT es algo creíble, y que por algo excluyeron tantos evangelios...so pretexto de que eran *herejes*, a ver...

¿quién puede preocuparse tanto en exterminar a otros si éstos otros eran falsarios?, acaso...¿se le puede temer a una mentira si yo estoy advocado a lo superior?..

Verán...todo lo que se trata de imponer con violencia, y mucho peor, silenciando a otros, no ha de provenir de algún un dios bueno...

¿Conocen a algún líder religioso, político, empresario, o persona que ostente poder que diga y asuma ser Gnóstico?..yo no...

¿Le convenía al poder de turno el mensaje de un Cristo Gnóstico hace 2000 años?

¿Le conviene hoy al mismo poder?

¿Eran alucinaciones de extraviados mentales el Psistis Sofía o el Evangelio de la Verdad o La Hipóstasis de los Arcontes?...

Un Conocimiento que te dice que los bienes materiales son inútiles, como así también las guerras, o cualquier cosa que va en contra del Amor...¿conviene al ...sistema?

Un Conocimiento que no necesitara ni líderes, ni templos, ni recursos, ni oro, ni guerras, ni nada..., para que la humanidad toda pudiera regresar a su Fuente,

¿le convenía al sistema?.

¿Convenía al sistema de antes como al de siempre y al de ahora que Cristo les dijera ésto y se propagara?

*Regocijaos y alegraos de hoy en adelante porque he ido a las regiones de las que había aparecido. De hoy en adelante pues, hablaré con vosotros sin velos, desde el principio de la verdad hasta su final; y hablaré con vosotros sin analogías.

De hoy en adelante no ocultaré nada a vosotros del misterio de lo alto y de aquella región de la realidad. Se me ha concedido gracias al Inefable y gracias al Primer Misterio de todos los misterios, hablar con vosotros, desde el principio hasta la plenitud, así como de adentro hacia fuera y de afuera hacia adentro.
Escuchad, por ende, que puedo deciros todas las cosas*.

O éstas otras..¿le conviene al poder ?

*Regocijaos y alegraos, porque cuando partí de este mundo, traje conmigo doce potestades, tal como os lo he dicho desde el principio, las cuales las he despojado de los doce redentores del Tesoro de la Luz, de acuerdo al mandato del Primer Misterio. Estas, en otro tiempo las vertí en el vientre de vuestras madres, cuando vine al mundo; ésas son aquéllas que están en vuestros cuerpos ahora.

Pues estas potestades os han sido concedidas ante el mundo; porque vosotros sois quienes lo salvarán y porque vosotros podréis soportar las amenazas de los gobernantes de la tierra y las ansiedades del mundo y sus peligros y todas sus persecuciones, que los príncipes de lo alto acarrearán sobre vosotros. Muchas veces os he dicho que he llevado la fuerza hacia vosotros de los doce redentores que se encuentran en el Tesoro de la Luz. Por tal motivo, os he dicho verdaderamente desde el principio, que no sois de este mundo.

Yo también no lo soy.

A pesar de que todos los hombres de la tierra han engendrado sus almas de la fuerza de los redentores de los Aeones.
Pero la fuerza que está en vosotros, proviene de mí; vuestras almas residen en lo alto.
He traído doce potestades de los doce redentores del Tesoro de la Luz, extraídos de la parte de mi poder que primero recibí. Y cuando me puse en marcha por el mundo, llegué en medio de los príncipes de la esfera, con la forma de Gabriel, el Ángel de los Aeones.

Pistis Sophia-Nag Hammadi.....

Si me lo creo...y mi alma tiene una fuerza que procede de Cristo, y si esa alma proviene de lo alto, y si mi alma tiene concedido el poder de las potestades puesto al servicio de Cristo, y si ese poder me hace tan fuerte que no he de temer a los gobernantes de la Tierra ni a las ansiedades del mundo y sus peligros y sus persecuciones..., y si ésta alma tiene la fuerza de los doce redentores, y si en definitiva no soy de éste mundo...
¿a quién temer u obedecer?...

He allí la luz que ilumina todas las obscuridades..y hace bajar la vista a los arcontes del aquí y del más allá.

Gilgamesh***

jueves, 12 de enero de 2017

* John Shelby Spong; abriendo ojos-2 *

***Hermosa noche de Jueves para todos.

Hemos tenido hoy un evento solar menor pero...acompañado de mucha cosa extraña...que viene a ser afín a lo que les comentaba el otro día sobre la misteriosa caída de los sitios que monitorean la radiación cósmica, pero de eso..les voy a contar mañana al mediodía.

Considero sumamente importante seguir compartiéndoles lo que inicié hoy al mediodía sobre John Shelby Spong.

Imagino el impacto...especialmente en quienes como yo hemos sido creyentes de ésto..
En manos de quienes está la humanidad..., a qué dios o dioses hemos adorado..y se sigue adorando, qué cosas se avalan a rajatablas sin reflexionar, y ahí vemos al mundo cómo va...
Por eso creo en la Gnosis, especialmente creo en el Nag Hammadi, libro que encierra verdades a raudales.

Siempre les he dicho que en un primer momento la Gnosis sienta como cucharada amarga porque viene a provocar un shock muy fuerte, especialmente para todos aquellos que un día nos permitimos cuestionar y nos vimos y sentimos idiotas.., estupefactos..., cuando toda esa construcción que creíamos veraz...se derrumbó como se derrumban siempre las mentiras, tarde o temprano.

Y si algo cuesta en la vida es asumirse engañado, pero benditos aquellos que puedan superar el orgullo necio y estar a tiempo de salir del error.
Otra notable argumentación de éste valiente ex Obispo que desde su brillantez explica tanto de lo mucho que aquí abordé junto a ustedes con la Gnosis;



Contradicciones bíblicas, actitudes dudosas e historias para no dormir.

El aura de santidad, el escudo defensivo que dota a la Biblia de una autoridad inapelable, se sostiene sólo mientras las personas no se tomen la molestia de examinar con un poco más de criterio su contenido. Esto, por supuesto, es lo que ha acontecido durante la mayor parte de la historia cristiana. En la historia medieval, muy pocas personas aparte del clero podían leer. Y aunque pudieran hacerlo, la Biblia estaba escrita en latín, lenguaje que la mayoría no entendía.
Antes de la invención de la imprenta en el s. XV, los libros eran escasos debido a que eran prohibitivamente caros.

Los libros se copiaban a mano, lo que significa que eran más propiedad comunitaria que individual. Esto implica que sólo durante los servicios religiosos dominicales las palabras de las Escrituras eran realmente escuchadas por las personas, y aun ahí los líderes de la iglesia eran muy cuidadosamente selectivos, de modo que ninguna de las contradicciones bíblicas, ni sus ideas dudosas ni sus historias de horror se leyeran en las reuniones públicas de los servicios litúrgicos. Los leccionarios pueden ser muy efectivos para controlar el acceso al contenido.

Las contradicciones bíblicas comienzan, sin embargo, en las historias de la creación, y desde la primera página. En los versos iniciales del Génesis l:l-2:4a, Dios primero crea los peces del mar, luego las aves del aire y finalmente las bestias del campo. Por último, como logro mayor de su divina creatividad, Dios hace al hombre y a la mujer. Los crea juntos y simultáneamente, dice esta historia, y ambos a imagen de Dios. En la segunda historia de la creación, que comienza en el capítulo 2 2:4b-24, Dios crea primero a Adán, que es el único portador de su imagen, y Dios lo pone en un jardín en el que no habita ninguna otra criatura.

La soledad de este jardín, sin embargo, se hace insoportable para Adán. Entonces la Biblia nos dice que Dios decidió que *no es bueno para el hombre estar sólo* y dio forma a todos los animales del mundo en un intento por encontrar compañía apropiada para Adán. Como ninguna de estas criaturas satisfizo a Adán, Dios *tomó una costilla del costado de Adán y creó a la mujer para que fuera su compañera*. La mujer, por lo tanto, no se piensa como hecha a la imagen de Dios. Ella fue hecha a partir del hombre con el propósito principal de ser su *ayuda idónea*. Su estatus de segunda clase queda asegurado y garantizado cuando Adán le da un nombre tal como antes hizo con todos los animales, como una señal de su autoridad sobre todos los seres vivos.

Ambas historias son contradictorias. Tendremos que preguntarnos cuál de ellas es la *Palabra de Dios*.
Están también las contradicciones que se encuentran en las tres versiones de los 10 mandamientos que hay en la Biblia Éxodo 34:1-28, Éxodo 20:1-17, Deuteronomio 5:1-21. ¿Cómo pueden estas tres versiones ser verdaderas si no son lo mismo? La versión más antigua Éxodo 34 es de lapluma de *J*, el escritor Yahwista, y no es lo que la mayoría ha escuchado siempre.

El último mandamiento en esta primera versión dice: *No cocerás a un niño en la leche de su madre*. ¿Por qué =hemos de preguntarnos= fue rechazado o reemplazado este conjunto original de mandamientos? La segunda versión Éxodo 20 procede de la pluma de *E* =el escritor Elohísta=, fuertemente ampliada después por un grupo de gente conocido como *P* o escritores sacerdotales.
¿Acaso estos escritores, que añadieron tanto al cuerpo de las Escrituras judías, lo hicieron porque consideraron la versión original tan penosamente inadecuada como para requerir adiciones y ediciones mayores?

¿Acaso uno altera o modifica lo que considera *Palabra de Dios*? La tercera versión Deuteronomio 5, procedente de *D* o escritores deuteronomistas, se compuso entre el escrito original de Éxodo 20 y la expansión hecha a ese mismo texto unos 400 años después. Por ejemplo, la versión del Deuteronomio no ofrecía, como razón para la observancia del Sabbat, el hecho de que Dios hubiera descansado en el Sabbat, porque la historia del séptimo día de la
creación aún no se había escrito.

Así que este autor declara que el Sabbat ha de ser observado porque el pueblo de Israel debe recordar que una vez fue esclavo en Egipto y que hasta los esclavos deben tener un día de descanso. ¿Cuál de las versiones de los 10 Mandamientos =es necesario preguntar= se califica como *Palabra de Dios*?
Hay también muchos conceptos pre-modernos y por tanto anticuados en las páginas de este libro supuestamente inspirado por Dios.

La inspiración no parece superar la aparente falta de conocimiento de Dios.
La *palabra de Dios* asumía que la tierra era el centro de un universo de tres niveles y que Dios moraba en el cielo. Según el libro del Génesis cap. 11, esta es la razón por la que la gente quiso construir una torre tan alta que pudiera alcanzar el cielo y entrar en el lugar donde podrían comunicarse directamente con Dios. Es la misma razón por la que Moisés se encuentra con Dios en la cima de una montaña: un lugar alto como una montaña era el lugar más
cercano a Dios al que podía acceder el hombre.

Es la misma razón para un relato como el de la ascensión Hechos 1, que proclama que Jesús ascendió al cielo, hacia la morada de Dios en él. Los autores bíblicos tampoco sabían nada acerca de frentes climáticos, sistemas de baja presión y las razones que provocan la lluvia y el viento, los huracanes y los tsunamis, así que los consideraron actos de intervención divina realizados por Dios, el juez que premia a los buenos y castiga a los malos. Al desconocer por completo los gérmenes y los virus, los tumores o las oclusiones coronarias, estos escritores asumieron que dichas enfermedades eran enviadas como castigo divino por el pecado, y por lo tanto el modo de tratarlas era con oraciones y sacrificios.

Es difícil aceptar estas narraciones como *Palabra de Dios* ahora que los presupuestos sobre los que se apoyan estas historias ya no son válidos en nuestro tiempo.
¿Por qué =podemos preguntarnos= estaba Dios tan mal informado cuando se escribió la Biblia, si este libro es la *Palabra de Dios*?
La parte de la revelación más difícil de aceptar y que por eso desafía a la creencia, está en textos que, a la luz de la sensibilidad moderna, son brutales, erróneos, insensibles e incluso inmorales.

La Biblia, por ejemplo, exige la pena capital para el niño que porfiadamente responde rebelde a sus padres, también la exige por adorar a un dios falso, por ser homosexual, por cometer adulterio y ¡hasta por tener actividad sexual con la suegra! 
¿Podría alguien hoy en día considerar a estas leyes como normas morales? Luego está la extraña historia, en el libro de Jueces, de la concubina a la que primero violan un grupo de hombres y luego la arrojan en la entrada de la casa de su señor, agonizando pero aún viva.

Su amo procede entonces a descuartizarla en doce partes, enviando una a cada una de las doce tribus de Israel como una llamada a la guerra Jueces 19.
Y, como si esto no fuera suficientemente chocante, está la historia de Jefté que mata a su hija para respetar un voto hecho a Dios en Jueces 11.
Es imposible leer estas historias en la iglesia y decir *esta es la palabra de Dios*.

La Biblia contiene historias que huelen a venganza, como Salmo 139:9 donde se fantasea con la idea de arrojar las cabezas de los niños babilonios contra las rocas, o la historia en que el profeta Eliseo en 2 Reyes 2 respondió a las burlas de unos niños por su calva haciendo que unas osas salieran de los bosques, los destrozaran y se los comieran. ¿Puede alguien decir que esto es *palabra de Dios*?
Pablo, en el capítulo 1 de su carta a los Romanos, argumenta que la homosexualidad es el castigo de Dios a quienes no lo adoran apropiadamente.

Al hablar de las mujeres, Pablo y/o sus sustitutos les prohíben ejercer autoridad sobre ningún hombre. Esto significa, si se toma al pie de la letra, que nunca ninguna mujer podría detentar un poder económico, político o eclesiástico. Tengo 4 hijas, una es directora ejecutiva de una gran firma financiera sureña, otra es abogada en la oficina del fiscal general de Virginia, otra es doctora en Física y es jefe de informaciones de una empresa de alta tecnología de la costa oeste, y la cuarta es veterana, con 9 años de servicios en el cuerpo de Marines, entre ellos 21 meses en la segunda guerra en Iraq.

¿Pueden estas mujeres y muchas otras como ellas pensar en la Biblia, portadora de textos tan groseramente discriminatorios, *inerrante palabra de Dios*?
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento consideran a la esclavitud como una institución moralmente aceptable. La Torá prohíbe la esclavitud pero sólo entre judíos. *Tomarás tus esclavos de los países vecinos*, exhorta. Supongo que si los ciudadanos estadounidenses se tomaran estas palabras en serio, los canadienses y los mexicanos correrían peligro.

En las cartas de Pablo a los Filipenses y a los Colonenses =si es que fue Pablo el autor de éstas últimas=, el apóstol parece pensar que la esclavitud es legítima pero que los cristianos tienen el deber de hacerla *amable y suave*. No hay duda alguna de que una esclavitud amable y suave es mejor que una cruel y hostil pero, ¿hay alguien que hoy en día todavía piense que alguna esclavitud no es degradante, destructora de vida y mala?
Y sin embargo, ¡todavía hay mucha gente que, de un libro que contiene todo esto, proclama que: ¡es palabra de Dios!

Cuando la gente lee la Biblia por sí misma, las proclamaciones que la Iglesia ha hecho acerca de este libro a través de los siglos, enseguida las matiza la realidad.
Muchas cosas en la Biblia claramente no son *palabra de Dios* porque son inmorales, injustas, carentes de inspiración y dañinas.
Ningún creyente y ninguna institución religiosa puede hoy negar estos hechos. Los enredosos razonamientos empleados por tramposos fundamentalistas ya no pueden encubrir suficientemente tanta ignorancia.

La Biblia entendida literalmente está condenada a ser abandonada por toda persona culta.
¿Significa esto que no hay valor alguno en este antiguo texto?
No, sólo significa que el literalismo debe denunciarse y terminar.
Entonces, ¿qué sigue ahora? Nos veremos en la siguiente entrega.

John Shelby Spong

Fuerte abrazo para todos.

Gilgamesh***

Fuentes;
-johnshelbyspong