* Descifrando nombres del yucateco; deidad maya Kukulkán y más *

El nombre Kukulkán es el dios, del maya yucateco que se conoce como la *serpiente emplumada*. El significado de Kukulkán es Kukul =plumas= Kan =serpiente=. En el idioma yucateco de la península de Yucatán =Belice, Guatemala, México=, la palabra *Kuk* significa *pluma*. En el libro Akan =sección 4= se hace mención del Kan, así como el Aku . La palabra *Aku* se asocia =del Sirio, zonas orientadas al oeste de África) con las aves, así como con las tribus de aves, mientras que *Kan* la palabra se asocia con Sirio-Reptiles.



Para el libro Akan , en particular, las aves tienen muchos tótems de esta raíz, como parte de sus nombres, por ejemplo, Ako =loro=, Akoroma =Halcón=, Akoropon =Águila=, Akonkran =Crow=, Akoko =pollo=, Kokosakyi =Buitre=, etc . En cada uno de los nombres de estas aves, la raíz de la palabra ko / ku se refiere a las aves, mientras que el resto de la palabra es de tipo descriptivo, dando alguna indicación en cuanto a qué tipo de ave es. Por ejemplo, el águila se llama Akoropon lo que significa un gran pájaro: Ako =pájaro= pon =grande=, mientras que el Halcon se llama Akoroma , lo que significa Ako =ave= ma =hijo=, es decir, un ave que es menor que un águila por ejemplo.
El ser que era conocido como Kukulkán en la cultura yucateca maya es una descripción exacta de un miembro de la facción Reptil aviar =del Sirio-Reptiles=. La facción de Enki es la facción en la que se incluían Horus-Thoth que estaba activo en el centro y sur de América del Norte =aztecas- toltecas-incas-mayas=, así como en la pre-dinastía de Egipto, especialmente en el Bajo Egipto, áreas como Memphis y Saqqara . Esta es la razón porqué Kukulkán también fué llamado la *serpiente emplumada*. Hay otros Sirio-Reptiles de la misma facción como las representadas por Anubis, Set, etc

Utilizando el formulario de análisis del lenguaje empleado en el libro Akan , podemos entender el nombre Kukulkán , como Kuku =pájaro= Kan =Sirio-reptil=. El culto de Kukulcán estaba centrado en el Itzá =TT -SSA=, estado del norte de Yucatán. En el lenguaje yucateco , la palabra "*itz* significa *magia*. El hecho sorprendente del nombre de Kukulkán es que el significado del nombre de este ser en la lengua maya yucateca encaja perfectamente con el significado de las palabras de la raíz *Ku* y *Kan* que también se encuentra en algunos países de África y algunas otras culturas indias nativas . Esto se debe a los significados de estas palabras de raíz que son principalmente de un idioma extraterrestre, el lenguaje de los Sirio-Reptiles. Culturas de la Tierra que fueron influenciados por los Sirio-Reptilianos a veces tienen huellas de la lengua ET todavía en uso, por ejemplo en los cultivos.

Robert Morning Sky, en el pasado ha demostrado la relación entre la lengua hopi y el sumerio =Sirio -Reptiliano=.
Kukulkán se refiere a un dios, así como a un hombre en particular para los eruditos convencionales, a veces esta referencia es confusa. Pero no es así, si se tiene en cuenta que estos Sirio-Reptiles crearon líneas de sangre que se convirtieron en algo así como un sacerdocio en áreas tales como Egipto y el Yucatán. Así Kukulkán se refería a un ser Sirio-Reptiliano , pero también a un título asociado a un sacerdocio-linaje formado para servir a este dios Sirio-Reptil.
Del mismo modo en el antiguo Egipto, el gran pensador Imhotep , que ha sido asociado con la construcción de la pirámide escalonada de Saqqara =SSA- khaa - RRA= fué un sacerdote de la órden *menfita*. También fué llamado hijo de Ptah =facción Enki -Horus= que estuvo activo en Memphis. A lo largo de la antigua pre -dinastía, a veces Memphis estuvo asociada con el aprendizaje. Los griegos y los viajeros procedentes de Mesopotamia y Oriente, India, etc, iban a aprender a Ptah =Enki 's= de la ciudad. Ptah, también conocido como Ptah-Neter-Hetep , era conocido como el dios-Elf. Él era un ET. La palabra egipcia *hetep* es en realidad lo mismo que *hotep* y es una referencia a la paz , como en un saludo. La raíz de la palabra *im* y sus variantes, se refiere a un escribano o una persona culta. *Nefer* es lo mismo que *Neter o Neteru*. Otros sabios egipcios asociados a Imhotep, son Ptah-Hotep y Amenhotep. La clave de este sacerdocio en Egipto es un grupo conocido como el *Shem-Do-Hor* , los seguidores de Horus.

Tal vez no debería ser una sorpresa que los Sirio-Reptilianos eran activos en la península de Yucatán. La Península de Yucatán tiene fuertes similitudes con algunos aspectos de la la cultura egipcia con respecto a Sirio. Tanto las culturas egipcias y del Yucatán usaban las pirámides como estructuras =también se encuentran en Mesopotamia como *zigurats* y también hay pirámides en partes de China y Corea=. La propia pirámide es un antiguo símbolo arqueotípico que representa el elemento fuego, que se utilizó originalmente =y todavía se utiliza= por los seres tutores de las entidades felinas de Sirio. Fueron adoptado más tarde por los Sirio-Reptiles y otros seres galácticos cuyo patrimonio =en tiempos remotos= incluye las influencias de estos seres guardianes felinos. Esta es la razónde porqué las pirámides se ven en toda la Tierra, donde Sirio -Reptiles han estado activos. La pirámide es ante todo un Sirio símbolo. (Otra conexión interesante para los seres tutor es la existencia de la tecnología de puerta estelar usado por algunas razas de los extraterrestres hacían escala para viajar entre distintos lugares en el espacio-tiempo. El conocimiento original sobre la mecánica del portal dimensional vino de los seres tutelares. El conocimiento se utilizó para crear el portal estelar tecnológico. En egipto, así como las culturas Maya-Tolteca se sabe que se han valido de los glifos pictóricos en sus sistemas de escritura.

La cultura maya era diferente de los aztecas-Nahua, cultura tolteca que también se encuentran en México. Los aztecas o toltecas también tuvieron un ser-dios que llamaban Quetzalcóatl = KU-TT-AEA-KU-TT= , es decir, =reptil aviar=, el emplumado. Es posible que Quetzalcóatl era el mismo ser que Kukulkán , pero podemos estar seguros de que ambos seres, si no eran idénticos, pertenecían a la misma rama Sirio-Reptiliana =facción Enki-Horus-Thoth=. El escudo de armas de México es de un águila devorando una serpiente de cascabel, un símbolo que también se ha visto en algunas partes de la Polinesia.
Cada uno de éstos seres tiene distintos dominios, mientras que pertenecen a una unidad colectiva, opresiva. El propio nombre de Quetzalcóatl se basa en un pájaro conocido como Quetzal y la palabra Coatl =náhuatl=, que significa *serpiente*. Es interesante que el pájaro Quetzal , mientras que es de color verde, amarillo y rojo en las pinturas de Quetzalcóatl se dibuja con los colores verde, rojo, amarillo, naranja y blanco junto con su piel morena. Cabe preguntarse si el arquetipo de Quetzalcóatl está relacionado con el de la *Serpiente Arco Iris* de los aborígenes australianos. Si es así, ésto apuntaría a la importancia de la facción Enki-Horus-Thoth influenciando también a los aborígenes australianos.

Para concluir, lo que es quizás lo más importante e interesante de este artículo es la conexión entre diferentes culturas de la tierra en África Occidental )Akan, Mande , etc= y Mesoamérica =maya, azteca-tolteca=, Egipto, Sumeria y el noroeste de la América Indígena =Hopi, etc= por el análisis del lenguaje, en este caso las palabras de la raíz *ku* y *kan*, para obtener un mayor conocimiento y comprensión de la naturaleza interconectada de la historia de la Tierra y nuestras antiguos creadores.

La Serpiente Alada =Quetzalcóatl para los aztecas, Kukulkán para los mayas=, y la importancia de su promesa de volver a esas tierras en el primer día de un ciclo de 52 años , =1519 dC, cuando el rey azteca Moctezuma creía que la aparición del conquistador español Cortés era un Retorno, coincidió con la fecha prevista sagrada=. Los pueblos de Mesoamérica empleaban un práctico calendario de 365 días, llamado Haab , también un Calendario Sagrado llamado Tzolkin de 260 días. Los dos calendarios cíclicos se concibieron como dos ruedas con dientes de engranaje que giraban y regresaban al mismo lugar una vez en 52 años , y 52 era el número sagrado del dios Serpiente Alada, 52 fue también el número secreto del dios conocido por los egipcios como Thoth , y tanto Thoth como Quetzalcóatl , eran el dios de la ciencia y el calendario, y puesto que Thoth fue desterrado de Egipto hacia el 3100 aC, fue él quien llevó a un grupo de sus seguidores africanos a una nueva tierra, conocidos como los *Olmecas* en Mesoamérica. En consecuencia, la presencia Olmeca se remonta a por lo menos 3000 antes de Cristo, contrariamente a lo que la ciencia oficial afirma.



El empleo de símbolos de estrellas con puntas a la manera des Lejano Oriente se hace más insistente a medida que uno se mueve hacia el noroeste de Yucatán y su costa. Allí, en un lugar llamado Tzekelna, se encontró una notabilísima escultura, que se exhibe en la actualidad en el museo de Mérida. Esculpida a partir de un gran bloque de piedra, al cual la estatua aún está unida por su parte trasera, representa a un hombre de marcados rasgos faciales, posiblemente tocado con un casco.
Tiene el cuerpo cubierto con un traje ceñido, con escamas o costillas. Bajo el brazo doblado, sostiene un objeto que el museo identifica como *la forma geométrica de una estrella de cinco puntas*. Sobre el vientre, sujeto con correas, lleva un extraño dispositivo circular; los expertos creen que, por algún motivo, identificaba a los que lo portaban como dioses de las aguas.



En un lugar cercano llamado Oxkintok, se encontraron grandes esculturas de deidades que formaban parte de enormes bloques de piedra. Los arqueólogos suponen que habrían servido como columnas de apoyo estructurales en los templos.
Una de ellas parece la homóloga femenina del dios arriba descrito. Su escamado atuendo aparece también en varias estatuas y estatuillas de Jaina, una isla que se extiende cerca de la costa de esta parte noroccidental de Yucatán, en la cual se levantó un templo de lo más inusual.

La isla habría servido como necrópolis sagrada porque, según las leyendas, era el lugar del último descanso de Itzamna, el dios de los itzaes, un gran dios de antaño que habría llegado sobre las aguas para desembarcar allí, y cuyo nombre significaba *aquel cuyo hogar es el agua*.
Los textos, las leyendas y las creencias religiosas se combinan, de este modo, para señalar la costa del golfo de Yucatán como el lugar en donde un ser divino o deificado habría desembarcado para crear poblaciones y una civilización en aquellas tierras. Esta potente combinación, estos recuerdos colectivos, debieron de ser el motivo que impulsó a los toltecas a emprender el camino hasta este rincón de Yucatán, y concretamente hasta Chichén Itzá, cuando emigraron en busca de una reactivación y una purificación de sus creencias originales; un regreso al lugar en donde todo había comenzado, y en donde tendría que desembarcar de nuevo aquel dios que había dicho que volvería desde el otro lado del mar.

En 1885, Edward H. Thompson, que se había ganado una gran reputación por ser el autor del tratado titulado *Atlantis Not a Myth*, consiguió que se le asignara un consulado de los Estados Unidos en México. No pasó mucho tiempo antes de que comprara, por 75 dólares, más de 250 kilómetros cuadrados de selva, en donde se encontraban las ruinas de Chichén Itzá. Haciendo de aquellas ruinas su hogar, Thompson organizó para el Museo Peabody de la Universidad de Harvard una serie de inmersiones sistemáticas en un pozo muy misterioso conocido como el *Votancon*, con el objetivo de recuperar sus sagradas ofrendas.
Sólo se encontraron alrededor de cuarenta esqueletos humanos; pero los buzos sacaron miles de ricos objetos artísticos. Más de 3.400 estaban hechos de jade, una piedra semipreciosa que era la más apreciada por mayas y aztecas. Entre los objetos había cuentas, varillas nasales, tapones para los oído, botones, anillos, pendientes, globos, discos, efigies, figurines... Más de 500 objetos llevaban grabados en los que se representaba tanto a animales como a personas. Entre estos últimos, algunos llevaban una visible barba, con un aspecto muy parecido al de las paredes del templo del juego de pelota.



Aún más significativos eran los objetos de metal que sacaron los buzos. Centenares de ellos estaban hechos de oro, y algunos de plata y de cobre -descubrimientos muy llamativos, dada la escasez de metales en la península. Algunos de los objetos estaban hechos de cobre dorado o de aleaciones de cobre, incluido el bronce, lo que indica una sofisticación metalúrgica desconocida en tierras mayas, y evidencia que los objetos se habían traído desde tierras distantes. Pero lo más desconcertante de todo fue el descubrimiento de discos de estaño puro, un metal que no se encuentra en su estado nativo y que sólo se puede conseguir a través de un complejo refinado de minerales que están completamente ausentes en América Central.
Entre los objetos de metal, exquisitamente trabajados, había numerosas campanas así como objetos rituales (copas, lavamanos), anillos, tiaras, máscaras; ornamentos y joyas; cetros; objetos de propósito desconocido; y, lo más importante de todo, discos grabados o estampados con escenas de enfrentamientos. En éstas, personas con diferentes atuendos y de rasgos diferentes se enfrentaban entre sí, quizás en combate, en presencia de serpientes terrestres o celestes, o de dioses celestes.

La identidad de esta gente con barba es un enigma; lo que es seguro es que no eran indígenas nativos, puesto que no les crecía el vello facial y, por lo tanto, no podían tener barba. Entonces, ¿quiénes eran estos forasteros?
Sus rasgos *semitas*, o más bien mediterráneo orientales =aún más destacados en los objetos de arcilla que llevan imágenes faciales=, han llevado a varios investigadores a identificarlos como fenicios o *marinos judíos*, que quizás perdieron el rumbo y fueron llevados por las corrientes atlánticas hasta las costas de Yucatán, cuando el rey Salomón y el rey fenicio Hiram juntaron sus fuerzas para enviar expediciones marítimas a circundar África en busca de oro =hacia el 1000 a.C=; o unos cuantos siglos después, cuando los fenicios fueron ahuyentados de sus ciudades portuarias en el Mediterráneo oriental, fundaron Cartago y navegaron hasta África occidental.

A despecho de quiénes pudieran haber sido esos marinos y el momento propuesto de la travesía, los investigadores académicos más conservadores desechan radicalmente cualquier idea de una travesía deliberada. Explican las innegables barbas como barbas postizas, que los indígenas se pegaban en la barbilla, o bien dicen que se trata de supervivientes ocasionales de algún naufragio.
Claro está que el primer argumento =propuesto con toda seriedad por famosos expertos= no hace más que llevar a esta pregunta: si los indígenas imitaban a alguna persona barbada, ¿de quién o quiénes se trataba?
Las evidencias arqueológicas contradicen la idea de unos cuantos supervivientes ocasionales arrojados a una playa singular. A los Barbados, a los que se les ve en diversas actividades y circunstancias, se les ha representado a lo largo de toda la costa del golfo de México, en localidades del interior y hasta en la costa del Pacífico. Y no se les representa estilizados, ni mitificados, sino retratados como gente real.
Algunos de los más sorprendentes ejemplos se han encontrado en Veracruz. La gente a la que inmortalizaron eran claramente idénticos a los dignatarios semitas occidentales a los que tomaban como prisioneros los faraones egipcios durante sus campañas asiáticas, tal como los representaron los vencedores en sus inscripciones conmemorativas de las paredes de los templos.




***Continuará.
Gilgamesh***