sábado, 13 de septiembre de 2014

´* Exclusivo; documental mexicana sobre el narcotráfico en Rosario-Argentina *

***Lo bueno de guardar algunas cosas que escribo y no publico, es justamente que algún día, tienen la oportunidad de salir a la luz.
De casualidad descubrí un sitio mexicano que ha hecho una investigación sobre mi ciudad y el video está listo.
Éste post fué escrito en el momento exacto en que =mucho de lo que indica el video= yo lo estaba viendo en vivo y en directo, no por la tele sino en el lugar de los hechos.
A partir de éste video actual, decidí publicar ahora aquél post guardado que fué larguísimo, no apto para lectores impacientes ni para quienes se interesan solamente por pocos temas.

Es también una muestra de que, cuando reflexiono sobre cosas que suceden en otros países nunca lo hago con la intención de ver la paja en el ojo ajeno, por el contrario, busco cosas que nos atraviesan a todos por igual.
Me encantaría hablar de las cosas maravillosas que tienen mi ciudad, y que son muchísimas, pero en ésta ocasión es todo lo contrario, y viene muy bien no sólo para mis coterráneos argentinos que ni si quiera deben estar enterados de éste video, sino también para aquellos lectores internacionales que alguna vez se han sentido molestos por mis comentarios sobre sus países.

Considero a éste post enriquecido por la investigación mexicana del video, como una joya exclusiva, compartida como siempre, sin nada que pedir a cambio.
Pueden difundirlo si consideran que es valioso, aquí no se bloquea el copy-paste, se confía en la honestidad de seguir re-compartiendo como única premisa y si les parece honesto, citar la fuente.

Primero el video y luego el post escrito por mí, no publicado el día 12 de Abril de 2014.

Si por alguna causa no pueden ver el video aquí, lo hallarán en Youtube o en el sitio SINEMBARGO.

Por VICE NEWS, especial para SinEmbargo
Fuente; http://www.sinembargo.mx/13-09-2014/1115507

Para activar los subtítulos en español dar click en el ícono CC del reproductor de Youtube.




El día Miércoles 9 de Abril me tocó trasladarme por cuestiones laborales a la zona sur de la ciudad. Como no tengo coche =nunca quise tenerlo=, me manejo en taxi o remis. Generalmente para evitar el denso tránsito interno de la ciudad, cuando hay que ir de una punta a la otra del municipio el viaje se hace por una vía lateral llamada Circunvalación que rodea a la ciudad. Cuando íbamos a mitad de camino advertimos con el choffer una nube de helicópteros que se batía en torbellino sobre la ciudad. Desde la Circunvalación se tiene una vista lateral de la ciudad, por lo que seguramente, adentro de la urbe la gente sólo estaría viendo a uno o dos helicópteros, así que nosotros teníamos una especie de platea privilegiada para ver desde la ubicación en que nos encontrábamos. 

El choffer tenía su receptor de radio encendida y escuchábamos las noticias al instante, un operativo sorpresa, sin previo aviso se estaba ejecutando en la ciudad y localidades vecinas. De repente, alcanzamos a un convoy que iba en nuestra misma dirección y fué impresionante. Una larguísima fila de vehículos pesados de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y tropas de élite de la Policía Federal, con tanquetas incluídas. Según las noticias el operativo fué tan sorpresivo que nadie sabía qué estaba pasando. En resúmen, alrededor de 3.000 efectivos, compuestos por fuerzas nacionales de Gendarmería, Perfectura Naval Argentina, Policía Federal, Policía de Seguridada Aeroportuaria y la Tropa de Operaciones Especiales de la provincia llevaron adelante en Rosario un operativo contra el narcotráfico de una envergadura inédita. Las acciones incluyeron órdenes para realizar unos 89 allanamientos en distintas áereas de la ciudad y la zona metropolitana.



Éste operativo es el más importante de la historia Argentina en años de Democracia. En un determinado momento de nuestro viaje hubo que salir de la Circunvalación y entrar a la ciudad, ya que estábamos cerca del destino de mi viaje. El aire se cortaba de la tensión existente, vi correr como ratas a muchas personas, vi grupos de *motociclistas* reunidos en las esquinas de las barriadas, esos que comúnmente se dedican al delito llamado *motochorros*, en fin, nervios en las calles y a la vez exaltación. Habían personas que al ver los helicópteros en el cielo y las tropas en las calles con sus blindados parecían estar viendo a Cristo en los cielos y su ejército de ángeles..je. 

El pequeño apocalipsis de una ciudad que en un breve lapso de tiempo pasó de ser la Barcelona Argentina a la Medellín Colombiana de los 80. Es increíble como el auge y caída de una urbe puede pasar así de rápido como un suspiro. Evidentemente ninguna ciudad logra crecer vertiginosamente en un país desastroso, por lo tanto el progreso de Rosario tiene que ser vinculado a un país que salió de la profunda crisis de los 90 pero que sigue teniendo serios problemas de antaño sin resolver, sumado a los neo-problemas de las actuales sociedades. Cuando veo éstos contrastes me pregunto si el crecimiento económico es garantía de mejores sociedades, creo que el dinero sin educación no sirve ni hace a una mejor calidad de sociedad.



Cuando uno repasa los números de Rosario en materia de crecimiento y progreso podría asombrarse, realmente la ciudad alcanzó niveles y estándares comparables a cualquier gran ciudad europea, pero de repente..todo se derrumbó y degradó en materia social. Les comento que en Argentina el sistema es Federal, las Provincias tienen autonomía en gran parte de sus Gobiernos, por ejemplo el Gobernador es el responsable de la seguridad y la policía está bajo su mando y órbita. Es decir que si el delito crece y la policía no resuelve, es responsabilidad exclusiva del Gobernador y su gabinete. En materia judicial, existe una Corte Provincial también, es decir que si los conflictos y causas no se resuelven es responsabilidad de la Corte de la Provincia. 

Con respecto al narcotráfico es considerado un asunto federal, allí las Provincias no tienen ingerencia y es el poder ejecutivo Nacional quien es el responsable. A partir de ésto, los cruces de acusaciones de responsabilidad comenzaron a intentar desligarse del problema a cargo de cada sector, el Provincial y el Nacional. La versión Provincial fué que el Estado Nacional, encargado de la lucha contra el narcotráfico no hacía nada con respecto a las fronteras y el ingreso y egreso del tráfico de narcóticos, por su parte, el Estado Nacional responsabilizaba al Gobernador y su gabinete de no tener la capacidad de subordinar a las fuerzas policiales que estaban entremezcladas con las bandas narcos, corrupción policial, e incapacidad del Gobierno Provincial por combatir el delito y asumir el mando de la policía.



La cuestión es que en el medio como siempre..la gente común. El nivel delictual en Rosario y en toda la Provincia de Santa Fé en general ha llegado a niveles excepcionales, insólitos diría yo, en comparaciones odiosas de las tasas de delito y homicidios. Si bien la tasa de homicidios es baja comparada con otros municipios similares de América Latina y el Mundo, me importa un rábano la tabla, ya que el aumento grosero se nota cuando se comparan años anteriores con los actuales. El delito se adueñó de las calles, los crímenes en su mayoría son entre bandas narco, ajustes de cuenta, luchas por el control de las zonas de expendio de la droga y delitos callejeros que forman parte de la industria y mano de obra generada por el auge del narcotráfico. 

La ciudadanía estaba harta desde hace más de un año, delitos a granel, miedo, calles vacías, lesiones por arrebatos y tiroteos en plena calle entre bandas delictivas al mejor estilo de las películas del hampa. Rosario nunca había experimentado éste desastre en materia de seguridad. Algo había que hacer, pero evidentemente ambas partes tienen algo de razón, me refiero al Gobierno Provincial y al Gobierno Nacional. La República Argentina goza de fronteras enormes, que siempre fueron difíciles de controlar, cuando se relajan los controles por algunos años las consecuencias son malas. La Provincia de Santa Fé, a su vez, es de las más grandes del país y también tiene una geografía extensa y difícil de cubrir, a lo cual hay que sumarle lamentablemente la incapacidad de un Gobierno que no pudo subordinar a la fuerza policial por más que se descabezó a la cúpula en reiteradas oportunidades.



Los bajos sueldos de la policía tampoco contribuían a alejarlo de la tentación de ganar *dinero extra* cooparticipando del delito, ni tampoco se pudo *renovar* a los viejos resabios de la época de la dictadura que todavía estaban metidos en la ideología de los jefes policiales y la escuela de Policía. El cóctel estaba listo para ser bebido y la borrachera era inevitable. El clamor de la gente por seguridad y poder recuperar la ciudad normal que teníamos era abrumador. Y el operativo Federal llegó para quedarse. La gran mayoría de la ciudadanía muy contenta, otra parte no. Podrían ustedes imaginar que la parte no contenta es la que forma parte del delito, sin embargo es gente común que también padece del delito. 

El problema aquí vuelve a ser el combo, como siempre. Por parte de la oposición se cuestionaba al Gobierno Nacional como el responsable único, al igual que los ciudadanos que más que no estar de acuerdo, odian al Gobierno Nacional. Ahora que el Gobierno Nacional había decidido llevar a cabo éste operativo para mitigar el delito y el narcotráfico, en lugar de sentirse aliviados se ponen más furiosos...el odio nunca es bueno, ¿verdad?. 
Es obvio que por un operativo así, el delito no desaparecerá ni el narcotráfico será extirpado de cuajo, eso es un imposible a corto plazo, pero la ciudad ha recobrado parte de la paz que no tenía hasta hace días. Para entender un poco veamos algunos datos en números.

-Argentina tiene una promedio de 222 policías cada 100 mil habitantes.

-La Provincia de Santa Fé tiene 3 millones de habitantes y 462 policías cada 100 mil habitantes.
Pero los números solos, así, no dicen toda la verdad.
La ONU sugiere 289 policías cada 100 mil habitantes.
Europa exhibe una tasa media de 319,3 policías cada 100 mil habitantes. Entre los estados más policializados de la eurozona aparecen España =525=, Turquía =500=, Italia =460= y Portugal =440=. Le sigue una franja intermedia en la cual se ubican Francia =330=, Alemania =300= y el Reino Unido =270=. Finalmente, encontramos la presencia policial menos intensa en los países nórdicos; Dinamarca =200=, Noruega =160= y Finlandia =153=.



Pero si comparamos la cantidad de policías con las estadísticas criminales, vemos que la relación no es para nada lineal. Por ejemplo, Turquía es el cuarto país con mayor cantidad de policías y el primero en homicidios =3,2=. Noruega es al mismo tiempo, uno de los países con menor cantidad de agentes y de asesinatos. Sin embargo, su vecino Finlandia, con igual escasez de policías, registra una tasa de homicidios de 2,1, la cual duplica en promedio, a países como Francia =1=, Italia =0,9=, Reino Unido =1,2= y Alemania =0,8=.
El heterogéneo mosaico europeo nos enseña que la inyección de presencia policial, por sí sola, no alcanza para reducir los homicidios, desarticular el crimen organizado y empujar hacia abajo la actividad delictiva.

Conclusión; el número de policías es sólo una porción del problema y cantidad, no puede ser equiparada con *calidad*. Los estados con buenas policías de investigación resultan ser mejores para prevenir el incremento del delito. Desarticular una organización criminal elimina todo un universo completo de actos delictivos encadenados. Al contrario, apresar en la vía pública al último eslabón de la cadena criminal hace que el crimen organizado luzca como el monstruo griego de la Hidra: cada cabeza que le cortan, da nacimiento a otras dos.

Éstos son los números más o menos actualizados en América Latina;
Uruguay es el país latinoamericano con mayor cantidad de policías por cada 100.000 habitantes, con 876 agentes. Lo siguen México =448=, Bolivia =363=, Colombia =350=, El Salvador =343=, Chile =318=, Venezuela =298=, Argentina =222= y Brasil =178=.



En definitiva, Rosario alcanzó una tasa de homicidios para el año 2013 de 22 crímenes cada 100 mil habitantes.
Cuando comparamos =siempre dependerá de cómo comparemos= en el ámbito Latinoamericano la tasa de Rosario no es significativa, pero dentro de Argentina sí, es la más alta.
Pero hay un componente mucho más extraño aún que no nos dicen los números.
De la totalidad de los crímenes la mayoría son entre delincuentes dedicados al narcotráfico, el resto siguiente es por reyertas comunes entre familiares o vecinos, y un mínimo porcentaje es a causa de robo. 

No existe aquí el crímen tal como lo vemos en otras ciudades de Latinoamérica a causa de secuestros extorsivos o por paramilitares mucho menos por robo a la propiedad, es la espectacularidad de los crímenes callejeros entre narcos lo que impresiona y sí reconocer un crecimiento enorme del delito, el robo, el arrebato callejero, los descuidistas, salideras bancarias, motochorros, pero el quid de la cuestión es la violencia.
No se mide en la estadística el grado de violencia social, y esa violencia no tiene nada que ver con clases sociales bajas, toda la capa social está atravesada por violencia, leer las noticias cada día indica riñas, peleas callejeras, incidentes en reuniones familiares, entre amigos, y tampoco es una cuestión de edades ya que el rango es igualitario tanto hacia arriba como hacia abajo.



Es muy cierto que el fomento de gran parte de la delincuencia y el robo es a causa del narcotráfico, pero hay algo que los cerebros que hacen las encuestas no tienen en cuenta. Nadie monta un negocio si no tiene clientes, nadie produce algo si nadie lo consume, entonces, pensemos que si se han desmantelado unos 100 búnkers donde se vendía drogas, y otros 100 más se van a demoler en los próximos días....¿cuánta gente compra droga?.
¿Alguien se pondrá a pensar en qué hacemos con los consumidores que no hallarán bocas de expendio?.

Ésto es un combo muy denso de corrupción policial, corrupción judicial y política, e ineficacia de quienes se postulan para ejercer cargos públicos aduciendo que lo hacen por vocación de servicio. Como ciudadano agradezco y valoro la vocación de algunos que intentan mejorar las cosas pero de nada sirve la vocación o la intención si se es incapaz. Es el sistema en su conjunto el que trabaja fielmente para el combo. Crisis económicas hacen que el dinero no fluya, policías mal pagos ganan más siendo socios del delito que deben combatir, jueces y políticos insaciables ocupan cargos aunque no hagan nada pero cobran jugosos sueldos, y los medios de comunicación incentivan modas que multiplican el efecto de violencia en la sociedad.



Nadie monta un gran negocio si no está seguro de que tendrá clientes, si no los tiene, la publicidad se ocupa de crearlos, el sistema necesita gente consumista, pero no todos pueden consumir porque para consumir hay que tener dinero, o se trabaja a destajo para ganarlo o la vía más rápida e inmediata es obtenerlo a través del delito. Ante ésta disyuntiva la crueldad del sistema genera gente insatisfecha, que busca trabajo y no lo encuentra, si lo encuentra el dinero nunca le alcanza para el nivel de consumo que el sistema impone, y si delinque para obtener el dinero se pierde humanidad y códigos básicos de convivencia. Tanto unos como otros son infelices, un ser infeliz que se siente insatisfecho busca evadirse de la cruda realidad, y para evadirse el sistema tiene opciones, las drogas, el alcohol, el juego, etc., etc. Los más puros buscan terapias alternativas, corrientes espirituales, o lo que sea para no caer en la depresión que genera la insatisfacción, y suelen caer en manos de otros oportunistas que ven en la insatisfacción social otro nicho de buenos negocios. 

Cuando se habla de educación se generaliza burdamente, la famosa y mentada educación que los políticos usan como caballito de batalla para las elecciones y los discursos son más de lo mismo. La educación que salva al ser humano no es la tradicional que nos imponen, es otra clase de educación para éstos tiempos de violencia. Es barajar y empezar de nuevo, como si se tratase de alguien que despierta luego de un estado de coma y no sabe quién es..reglas básicas que primero le enseñen a la gente que la felicidad no pasa por tener sino por ser y que no se puede hallar la plenitud si las ambiciones superan las posibilidades, y que con muchas o pocas posibilidades se puede ser pleno con mucho de lo poco que creemos tener.



No matar, no agredir, no violar, no robar, se termina cuando la educación del sujeto es más en la palabra franca y práctica que en las aulas pre-fabricadas para autómatas. Geografía, Matemáticas, Lenguaje, etc., son materias que deben pasar a un plano secundario siendo la palabra humanitaria la materia principal y urgente. Pero ésto es imposible ya, es un trabajo de tiempo que necesita depurar a toda una generación, para que ella sola después continúe el trabajo y las cosas se compongan por andamiaje propio. La economía del delito no es patrimonio de las clases bajas, está en todos los ámbitos, el que arrebata en la calle un teléfono celular, y el señor director de la empresa que vende la telefonía celular. Delincuencia es también explotar al trabajador o utilizar el poder de turno para escalar posiciones acomodadas y prebendas. 

a corrupción tiene dos actores, el que la ofrece y el que la necesita, el inspector de tránsito que propone no hacer una multa a un automovilista a cambio de..un dinerito sin boleta es tan corrupto como el automovilista que paga por el cohecho o coima. El empresario que evade millones en impuestos es tan delincuente como el arrebatador callejero, el político que hace carrera aún siendo inútil e ineficaz es tan delincuente como el que vende droga en un búnker, el productor agropecuario que tiene en negro a sus empleados es tan cretino como un proxeneta. La delincuencia y el delito atraviesan toda la gama social y recomponer ésto no se arregla con policías solamente, ni con odio ni con violencia, ni con rigidez, ni con rejas ni alarmas, se soluciona con amor...



El grave problema es hacer que la gente..sienta amor...ahí está el alma de todo, ¿y cómo se logra que la gente sea amorosa? ya no con manuales nuevaeristas ni religiones, se logra hablando y razonando sobre porqué nos volvimos menos amorosos, cuáles son las cosas que nos alejan de poder amar, qué hemos hecho para dejar de amar, con qué hemos suplantado al amor...

Gilgamesh***

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