Ambas cosas pueden funcionar como tampoco pueden funcionar.
¿Qué nos queda entonces?, primero entender que si la oración o el rezo fueran 100% efectivos nadie moriría, nadie se enfermaría, nadie sufriría.
Si el trabajo personal para superar algo fuera efectivo, el mundo sería perfecto e ideal.
Ningunas de las dos cosas funcionan al 100%.
Para los creyentes estamos divididos en cuerpo, alma y espíritu, para los ateos sólo somos un cerebro que cuando deja de funcionar, le pone fin a nuestra condición de existir como seres humanos.
La religión, la creencia e incluso muchas filosofías, entienden que cuando el cuerpo deja de existir, alma y espíritu abandonan el cuerpo y continúan viviendo en otra dimensión.
En ese *mientras tanto*, nos enfermamos, tenemos contingencias, y aunque intentamos de mil maneras salir de la contingencia, no siempre es posible.
En esas ocasiones solemos entonces refugiarnos en la oración, incluso quienes se declaran ateos y tienen a algún familiar en estado grave, han reconocido acudir a cualquier cosa con tal de salvar la vida de ese familiar.
Las madres de los soldados rezan a su dios por la vida de sus hijos pero en las guerras los soldados mueren.
No podemos torcer el destino de otra persona por más poder que invoquemos, porque el destino es algo que viene prediseñado por los arcontes del destino, quienes fijan las pautas de ese ser con respecto a su desarrollo vital, su apogeo y su salida.
Pero si hay arcontes regidores del destino de cada uno de nosotros, hay también entidades que se oponen a los primeros, y que quizás...digo quizás.., tengan la capacidad de escucharnos y darnos una mano cuando pedimos por alguien.
Pedir por otros más que por uno mismo, es el método que a esas entidades segundas les compele a ponerse en acción.
Ellos saben que la muerte no es un problema y que lo importante es lo que ese ser ha sembrado para su posterior cosecha, cosecha que es una especie de beca para irse por fin a un lugar donde el sufrimiento y la muerte ya no existen. La cuestión es que éstos seres nos ven sufrir cuando pedimos por otro/s porque tenemos sentimientos nobles y la nobleza es una virtud, una de las muchas que siembran el bien para una cosecha posterior. Allí es donde éstos seres rompen su esquema y nos dan esa mano a manera de incentivo, para que corroboremos que las virtudes nobles son para una buena cosecha.
Yo les quiero pedir a ustedes que mañana Lunes, me acompañen con el método que más les guste para enviar toda nuestra energía virtuosa hacia una querida amiga de éste blog, que será sometida a una intervención quirúrgica compleja. Me refiero a Frana, mujer española que ha sembrado y mucho en pos de causas nobles, esas personas que solemos decir *imprescindibles* para reflejar lo valioso de sus procederes. Y no hablo de personalismos porque ninguno de nosotros estuvo ni estará exento de cometer errores, de haber lastimado a alguien a sabiendas o sin querer, por ignorancia.
Hablo de personas que en un debe y un haber marcan la diferencia con otras, porque no es lo mismo cruzarse de brazos en la vida, que hacer algo...
Frana es una de esas personas, y aunque éstos tiempos virtuales nos permiten conocer poco del otro, hay personas que, como dice el dicho, para muestra...sobra un botón. Si hay arcontes del destino hay también seres que se conmueven por nosotros cuando pedimos por alguien valioso, y mañana vamos a pedir, a interceder, a generar energía poderosa para Frana, para que su operación sea exitosa, para que todo salga bien, para que ella esté bien, fundamentalmente eso, porque los pre-operatorios no son gratos para nadie y el cerebro nos hace *sentir* cosas que generalmente se traducen en miedo.
Sé que seremos miles...pensando en ella mañana, con sólo pensarla o pronunciar su nombre, miles de voluntades y energías virtuosas se van a encontrar en el llamado éter para formar una entidad amorosa que la va a estar acompañando antes-durante y después de esa intervención. No garantizamos poder torcer la labor de los arcontes del destino, pero sí garantizamos que nuestro pedido va a llegar adonde debe llegar, y que debemos hacerlo con fuerza y convicción, con mucho amor más que nada, por una persona que merece estar bien.
¿Qué es bien o mal como destino para cada quien?...pues yo creo que las personas que entregan amor antes que odio siempre recibirán *bien*, por más que el devastador mensaje derrotista nos quiera convencer de que los buenos también sufren. Porque eso de *sufrir* es una condición de la cual nadie escapa, es como estornudar...toser..orinar..., todos alguna vez en ésta vida debemos atravesar por alguna calle o callejón del sufrimiento, por lo tanto sufrir no hace a la condición o calidad de recibir el bien. El bien es algo que se acumula en una caja invisible que mora dentro de nosotros y que a su vez se derrama visiblemente sobre otros y eso es todo...
Por eso, a Frana le vamos a desear lo mejor, o sea, el bien.
Sanos o enfermos, todos y absolutamente todos, jamás podríamos saber si al día siguiente después de acostarnos a dormir, vamos a despertar..., con o sin anestesia todos estamos en la misma situación, y solo basta con abrir los periódicos y ver que uno..no está en alguna lista, pero los que sí están en alla...el día anterior no imaginaban eso al leer el periódico. Si Frana tiene una ventaja sobre quienes no sabemos si estamos enfermos, es que miles pensaremos en ella mañana y le enviaremos todo el bien posible, en cambio nosotros, quienes aparentemente estamos sanos, no gozaremos de que previamente miles piensen en nosotros cuando estemos en problemas.
Así que.. Frana querida, en medio de algo que parece terrible y exclusivo de tu persona, vas a tener la dicha que muchos no tendremos por estar *aparentemente* sanos..., fuerza para no aflojar, ánimo para no decaer, tranquilidad para no empoderar al miedo y que sepas que no estarás sola.
Además de tus seres queridos más directos, estaremos nosotros, los indirectos, quienes nos une a vos el enorme respeto y admiración por tus virtudes, y el amor que sentimos por alguien que ya tiene el bien dentro suyo.
Mañana es el aniversario de la partida de quien fuera mi Padre en la materia, Don Manuel...mi viejo, él era un pecador como cualquiera, pero tenía una gran virtud, era un Caballero. Como Frana es una Dama, yo al pensar también mañana en mi viejo, le voy pedir el favor de que se dé una vuelta por España, ya que sus padres eran españoles, y lleve un pedazo de mí =ya que soy un pedazo de él y de mi madre= a esa sala, para que Frana en ningún momento se vaya a creer que está sola cuando duerma por un rato.
Y nosotros, los que te queremos, admiramos, apreciamos y amamos aquí en ésta realidad, vamos a pronunciar tu nombre y a pensarte para enviarte el bien, el mayor bien posible.
Muchas gracias a todos los amigos de éste blog que seguro...mañana, van a enviar tanta energía que.. quién sabe....hasta el Sol decida acompañarnos con algún evento de esos que él sabe producir.
Te amamos Frana.
Gilgamesh***
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