domingo, 15 de noviembre de 2015

* Morderse la lengua..que hablen los bronces *

***Bello Domingo para todos.

Madre mía...cuando vemos el mundo tal como es, cómo cuesta administrar las palabras en la opinión..., morderse la lengua antes de soltarla, contar hasta diez...respirar profundo...
Economizar la corta vida también, porque un hombre muerto ya no puede decir más nada..., ser valiente se confunde con ser inteligente, callar se confunde con cobardía, en fin...que el metal sirve para tantas cosas..que si se usa para dañar, también puede usarse para acariciar.

He preferido en éste mediodía, morderme la lengua y economizar, no dinero, sino otras cosas, porque ver el mundo, las noticias, las declaraciones, los aprestos, los disfraces, las confusiones, las falsedades, pufff...es tarea insalubre...
Y de pensar en el metal para las guerras, me acordé del metal para el arte, para evadirnos al menos de vez en cuando con la música, sin tener que ir presos por estragos en la vía pública, ni recibir tirones de orejas, ni terminar en un hospital por evasiones peligrosas.

¿Me permiten una licencia musical?.
*Los bronces*, de trompeteros, saxofonistas, flautistas, y toda esa parafernalia de exóticos y sensuales sonidos que nacen d eun soplido y unos ágiles movimientos de los dedos.
Cuando tenía apenas 16 años, un día en la casa de Diego =compañero de la secundaria=, entre Gintonics y cigarrillos John Player Special, Dieguito enciende el equipo de audio y pone un cassette, extraña música para mis aún ignorantes y jóvenes oídos. Mis estados de ánimo por aquellos días no eran los mejores, y esas baladas me gustaron mucho.
No estaba acostumbrado a lo netamente instrumental, y a Diego le debo esa puerta que se abre para salir de la ignorancia. ¿Qué es ésto?, le pregunté a Dieguito, *Chuck Mangione* me respondió..

¿Me prestás el cassette para escucharlo completo en casa?, ¡sí negro..llevalo!, me dijo Diego. 
No me decían negro porque fuera de raza negra, es que en ese Colegio de alta estirpe eran todos tan blancos que un marroncito de barrio como yo...se veía distinto.
Y me llevé el cassette y hoy, ya medio viejo, me acordé de aquellos temas, don Youtube me permitió el recuerdo sin cassette;



Otro que por aquellos tiempos hacía que los bronces se mezclaran con nuevos ritmos, pero de esos ritmos lentones no precisamente para bailar a puro agite, sino para clavar la mirada en el horizonte y pensar en el futuro...jeje...o sea..hoy;



Ni hablar cuando un atrevido rosarino como yo, se atrevió a tocar con un tal Carlitos.., Carlitos y el Gato..Europa;



Pero bueno...los tiempos pasan y cambian...y llegó el loco Gillespi, un loco de aquellos.
Gillespi es de los nuestros..., amante de los temas locos que solemos tratar aquí, el leyó como yo y tantos aquél libro *Yo visité Ganímedes*, decidió ponerle a su nuevo trabajo *Desayuno en Ganímedes*;



Y como para no aburrir le pongo final a ésta excusa de no decir cosas y hacer sonar los bronces, con ésta bandita rosarina que va a dar que hablar.
Hace tiempo les compartí algo de ellos, especialmente de su vocalista que me encanta como canta =en versito=.
Buen domingo, lo mejor para ustedes;



Gilgamesh***

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