Les decía hace un par de días atrás que la prolongada inactividad solar estaba permitiendo un golpe duro de radiación cósmica y que era muy probable que si ésto no se modificaba podríamos tener en el fin de semana algunos sismos fuertes.
Radiación acumulativa también, ya que nuestro campo magnético la viene aguantando desde hace tiempo, y bueno.. algo de lo dicho una vez más ha sido certero;
Nuestro Sol sigue impecable sin mancha alguna;
Y para entender ésta mecánica tan perfecta vamos a analizar la cuestión.
Véase en la siguiente imágen el proceso de alta radiación coincidente con nuestro campo magnético perfectamente en positivo, aguantando bien cerrado, sin filtraciones digámosle así, hasta que en las primeras horas de ayer la radiación cede y recién allí nuestra magnetósfera se permite *aflojar*, es decir que se abre sabiendo que la radiación ha bajado y considera que puede relajarse.
En la misma imágen podemos ver que alrededor de las 21 hs. la radiación cósmica pega una trepada potente y nuevamente nuestro escudo se vuelve a alzar..., realmente un mecanismo vivo...;
¿Y porqué la magnetósfera considera que puede relajarse o alzarse?, pues porque el Sol dió la señal.
Se preguntarán ustedes que cuál señal si no tiene ninguna mancha.., y es cierto, pero nunca olviden los agujeros coronales que cuan cañones gigantescos colaboran con el mecanismo de defensa. El viento que sopló desde el agujero coronal barrió la radiación cósmica y permitió que nuestro campo magnético se tomara un descanso.
Evolución del viento solar de los últimos 7 días donde apreciamos el incremento que pasó de unos 300 Kms. x segundo a aproximadamente unos 600, justamente entre ayer y hoy, viento que además tuvo buena densidad, temperatura y barrido;
Viento solar...una de las armas con que dispone el Sol para hacer su eficaz trabajo;
Trabajo que vemos en el monitor de radiación cósmica de 7 estaciones donde la corriente es abruptamente interceptada por el viento solar y temporalmente interrumpida;
Es decir que el viento solar emitido por los agujeros coronales del Sol cumplen dos funciones al mismo tiempo, por un lado barren y cortan el flujo de radiación cósmica, por el otro, impactan a nuestro campo magnético que abandona su estado de defensa contra la radiación cósmica que ya no es un problema e intenta ahora *regular* el impacto del viento solar, dejando *entrar* lo que el planeta necesita. De ésta forma las barras rojas nos indican que ha entrado radiación, pero no cósmica, sino...solar;
Y ahí tenemos la explicación del mecanismo...ya hoy la radiación cósmica ha bajado un tanto y nuestro escudo se relaja regulando el viento solar;
Maravilloso ¿no? así son los tiempos de éste mecanismo cuasi-perfecto y digo *cuasi* porque sabemos tan poco que..quién sabe..., alguna vez ha de fallar.
Pero si quisiéramos verlo desde un punto de vista de perfección, podríamos inferir también enn que lo que interpretamos como *fallo*, no lo sería, especialmente si pensamos que el planeta ha estado recalentado y que debe ahora enfriarse, y que para enfriarse el Sol debe dormir el doble que lo normal, y que cierta cantidad de radiación cósmica debe entrar para tal cometido, y que si dicha radiación tiene que indefectiblemente ingresar lo hará hasta las entrañas del planeta para que los volcanes se activen, y que la tierra tiemble, no queda otra...¿no?, una vez que los volcanes casi al unísono y posteriormente en etapas comiencen a soltar sus humos y gases logrando así *filtrar* el mecanismo geo-climático, bajando la temperatura y volviendo a permitir que el hielo y la nieve hagan su trabajo, pues...no hay fallos..¿verdad?..
El clima espacial y terrestre se autoregularán en una especie de complicidad cósmica que a nosotros...nos tiene como impávidos protagonistas..
Un sismo, una erupción, un huracán, una ola de calor, el frío...., todo eso es en realidad parte del mecanismo que tiene como meta garantizar que el Planeta siga vivo.., y nosotros dentro de él, y no le importa si alguien muere en un sismo o por un huracán, somos 7 mil millones de hormigas..y el mecanismo es impiadoso en cuanto a pérdidas..que para nosotros son trágicas.
Los tiempos del tiempo no son como los nuestros..., mucho más hoy que vivimos inmersos en una velocidad artificiosa, la de la virtualidad...
Hoy todo debe ser *ya*, malacostumbrados a confiar en internet aceleramos nuestro tiempo determinando que dicha inmediatez depende de un mail, de un watsap, o de la velocidad de conexión...
Será por eso que no entendemos al tiempo...al real digo, y no al virtual que lamentablemente acelera nuestros pensamientos y por ende...nuestros sentimientos.
Será quizás esa velocidad virtual la que lleva a algunos a tener subidas y bajadas como la radiación cósmica, acelerarse y desacelerarse, si de correr se tratara no sería problema, el problema es la atrofia que genera en lo que sentimos, como un péndulo que no halla quietud, así nuestros sentimientos van de un extremo al otro..
En esa velocidad virtual que no entiende de *razonar* en la quietud del análisis mental necesario, solemos entonces pendular, y cuando pendulamos así...a lo loco, es muy probable que no estemos disfrutando de nada, que perdamos lo que tenemos, o que nos dure poco, porque en la velocidad no vemos los costados...ni lo que quedó atrás, sólo un vacío infinito hacia el adelante...como fotones descontrolados.
Tiempo de desacelerar...lo importante es llegar...y no matarse en el camino..o perder lo que se tiene.
Vivimos hoy *catando*, y al final ya no sabemos cuál vino vamos a por fin tomar..
Tiempos de fáciles desilusiones y de interminable insatisfacción, porque claro..el *todo ya* de la virtualidad es inaplicable en la realidad.
Tiempos...de disfrutar lo logrado y no perderlo en la acelerada y pendular búsqueda, de los *ayer te amé hoy te odio*, *ayer te necesité hoy te descarto*, *ayer me divertiste hoy me aburrís*, mientras en la cata temporal se prueba de todo hasta quedar con las manos vacías..
Gilgamesh***
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