lunes, 9 de enero de 2017

* Hasta siempre querido Zygmunt *

***Bella noche de Lunes para todos.

Ésta necesaria costumbre que tenemos mujeres y hombres de ponernos a *pensar* más allá de lo poco que sabemos e incluso más allá de nuestras pequeñeces individuales, no es algo que se haya inventado ahora, viene desde los anales de la historia.

Y cuán valiosas fueron y son muchas personas que gracias a haberse interesado por detenerse nada más y nada menos que a *reflexionar*, nos han aportado su visión para formarnos por fuera del conocimiento interesado o sectarista.

Una de ellas sin duda alguna fué, es y será, Zygmunt Bauman.



Alos 91 años, hace pocas horas, se ha ido de éste mundo que tanto analizó y sobre el cual reflexionó, éste Sociólogo polaco, uno de los intelectuales contemporáneos más destacados.

Hombre sufrido si los hubo, nacido en Poznan-Polonia, miembro de una familia de judíos *no practicantes*, hubo de emigrar con su familia a Rusia cuando los nazis invadieron Polonia.

La obra de Bauman es grande..., 57 libros y más de 100 ensayos desde su primer trabajo acerca del movimiento obrero inglés a los movimientos sociales y sus conflictos. 

Muy influido por Gramsci =otro grande=, nunca ha llegado a renegar completamente de los postulados marxistas. Sus obras de finales de los 80 y principios de los 90 analizan las relaciones entre la modernidad, la burocracia, la racionalidad imperante y la exclusión social.

Quienes no somos de orígen Judío, cuando opinamos críticamente solemos ser tildados de antisemitas, concepción que en mi caso nunca ha cabido si quiera como una posibilidad.
Pero cuando alguien de orígen Judío como Bauman ha alzado su también voz crítica, estamos hablando de alguien insospechado bajo todo punto de vista.

En una de las tanatas entrevistas que ha concedido hablando sobre el conflicto en Medio Oriente, Bauman decía;

*Gaza se ha convertido en un gueto, Israel con el apartheid nunca construirá la paz.*



Ojo, lo dice además alguien que tuvo que enrolarse en el ejército Ruso asentado en Polonia, cuando la supervivencia no ofertaba otra opción más que esa.

-La violencia frena la violencia como la gasolina al fuego. Cualquier persona que comete la violencia, en ambos lados, comparte el compromiso de no extinguir las llamas. Sin embargo, la sabiduría popular =cuando no está cegado por la pasión= nos recuerda: El que siembra vientos, recoge tempestades.

-Netanyahu y sus ministros, e incluso más israelíes que anhelan su lugar, se esfuerzan por fomentar el deseo de venganza contra sus oponentes. Crean semillas del odio. Dado su estrategia, estos no son *errores*. Los gobernantes israelíes tienen más miedo de la paz que de la guerra. Además, nunca han aprendido el arte de gobernar en contextos pacíficos. Y, con los años, han logrado contaminar una gran parte de Israel con su enfoque.

Algunos pensamientos de Bauman sobre el mundo que ha estado viendo en sus últimos años;

-Lo que está pasando ahora, lo que podemos llamar la crisis de la democracia, es el colapso de la confianza. 
La creencia de que los líderes no solo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces. Para actuar se necesita poder: ser capaz de hacer cosas; y se necesita política: la habilidad de decidir qué cosas tienen que hacerse. La cuestión es que ese matrimonio entre poder y política en manos del Estado-nación se ha terminado. 
El poder se ha globalizado pero las políticas son tan locales como antes.

La política tiene las manos cortadas. 
La gente ya no cree en el sistema democrático porque no cumple sus promesas. Es lo que está poniendo de manifiesto, por ejemplo, la crisis de la migración. 
El fenómeno es global, pero actuamos en términos parroquianos. 
Las instituciones democráticas no fueron diseñadas para manejar situaciones de interdependencia. 
La crisis contemporánea de la democracia es una crisis de las instituciones democráticas.

Si tienes más seguridad tienes que renunciar a cierta libertad, si quieres más libertad tienes que renunciar a seguridad. Ese dilema va a continuar para siempre. Hace 40 años creímos que había triunfado la libertad y estábamos en una orgía consumista. Todo parecía posible mediante el crédito: que quieres una casa, un coche… ya lo pagarás después. Ha sido un despertar muy amargo el de 2008, cuando se acabó el crédito fácil.

Todas las medidas emprendidas en nombre del *rescate de la economía* se convierten, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres.
La intensidad de la indignación, el grado de inflamabilidad y la inclinación a la violencia son factores que tienden a incrementarse cuanto mayor es el tamaño y la densidad de la multitud concentrada... En cuanto se produce la condensación adecuada, hasta los individuos más moderados y pacíficos pueden amalgamarse y cuajar en una multitud enfurecida.

La catástrofe que vino, el colapso social, fue para la clase media, que fue arrastrada rápidamente a lo que llamamos precariado. La categoría de los que viven en una precariedad continuada: no saber si su empresa se va a fusionar o la va a comprar otra y se van a ir al paro, no saber si lo que ha costado tanto esfuerzo les pertenece... El conflicto, el antagonismo, ya no es entre clases, sino el de cada persona con la sociedad. No es solo una falta de seguridad, también es una falta de libertad.

Estamos en un estado de interregno, entre una etapa en que teníamos certezas y otra en que la vieja forma de actuar ya no funciona. No sabemos qué va a reemplazar esto. Las certezas han sido abolidas. No soy capaz de hacer de profeta. Estamos experimentando con nuevas formas de hacer cosas.
El consumismo actúa para mantener la contrapartida emocional del trabajo y de la familia.

Expuestos a un continuo bombardeo publicitario a través del promedio diario de tres horas de televisión =la mitad de su tiempo libre=, los trabajadores son persuadidos de *necesitar* más cosas. Para comprar lo que ahora necesitan, necesitan dinero. Para ganar dinero, trabajan más horas. Al estar fuera de su casa durante tantas horas, compensan su ausencia en el hogar con regalos que cuestan dinero.
Materializan el amor. 
Y así se repite el ciclo.

El progreso, en resumen, ha dejado de ser un discurso que habla de mejorar la vida de todos para convertirse en un discurso de supervivencia personal.
Además de tratarse de una economía del exceso y los desechos, el consumismo es también, y justamente por esa razón, una economía del engaño.
Apuesta a la irracionalidad de los consumidores, y no a sus decisiones bien informadas tomadas en frío; apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.

Los intentos de superar esa dualidad, de domesticar lo díscolo y dominar lo que no tiene freno, de hacer previsible lo incognoscible y de encadenar lo errante son la sentencia de muerte del amor.
El amor no encuentra su sentido en el ansia de cosas ya hechas, completas y terminadas, sino en el impulso a participar en la construcción de esas cosas.

Amar significa abrirle la puerta a ese destino, a la más sublime de las condiciones humanas en la que el miedo se funde con el gozo en una aleación indisoluble, cuyos elementos ya no pueden separarse. Abrirse a ese destino significa, en última instancia, dar libertad al ser: esa libertad que está encarnada en el Otro, el compañero en el amor.
El amor es la supervivencia del yo a través de la alteridad del yo.

No hay modernización =y, por tanto, tampoco forma de vida moderna= sin una masiva y constante producción de basura, entre ella los individuos basura definidos como excedentes. Nos hallamos en una situación en la que, de modo constante, se nos incentiva y predispone a actuar de manera egocéntrica y materialista.
Ésa es la materia de la que están hechos los sueños, y los cuentos de hadas, de una sociedad de consumidores: transformarse en un producto deseable y deseado.
La cultura de la modernidad líquida ya no tiene un populacho que ilustrar y ennoblecer, sino clientes que seducir.

Es estéril y peligroso creer que uno domina el mundo entero gracias a Internet cuando no se tiene la cultura suficiente que permite filtrar la información buena de la mala.
Ninguna clase de conexión que pueda llenar el vacío dejado por los antiguos vínculos ausentes tiene garantía de duración.
Los celulares ayudan a estar conectados a los que están a distancia. Los celulares permiten a los que se conectan… mantenerse a distancia.

Notables, notables los conceptos de éste gran hombre, que por muchos ha sido visto como vulgarmente se dice un *pesimista*.
Pero ha vivido muchos años.. y vaya en qué distintas épocas, y bajo qué circunstancias, lo que ha visto Zygmunt con sus largos 91 años, no es pesimismo, es nada más y nada menos que...poder identificar la hipóstasis de los arcontes...es decir, la *realidad de los gobernantes*.

Porque los hay en la invisibilidad y los hay en la carne..., especialistas en aplicar como gobernantes humanos...los dictados de sus esferas a las cuales pertenecen y obedecen.
Entonces...¿cómo no habría de ser tildada de pesimista la visión de Bauman?...¿Cómo no habría de ser tildada de negativista la visión de Emile Ciorán?

Éstos grandes pensadores no eran ni negativistas ni pesimistas...fueron tildados de esa forma porque ellos...han podido Ver..más allá de los velos.

Y dichosos sean por haber asumido la valentía de pintar un mundo que a nadie le gustaría ver, porque el que más nos gusta es un mundo hecho a la medida de nuestras vanas espectativas inducidas.

Tengo la firme convicción, que éstos grandes hombres y grandes mujeres como Ada Sara Adler o Zygmunt Bauman, fueron, son y serán siempre, esos ángeles de carne y hueso tan necesarios como los que no vemos.

No sólo lo recuerdo yo que ya llevo más de medio siglo de vida, también mi hija que por ejemplo con sus apenas 29 años..y que para alcanzar su Licenciatura en Comunicación Social tuvo la dicha de leer a Bauman...un hombre que ha atravesado el pensamiento de su época y lo ha benditamente eternizado, por el enorme valor de su claridad para identificar los males de éste mundo.

Conclusión que humildemente me permito hacer sobre el mensaje de Bauman; 

nos quieren anular la capacidad de lo que significa la palabra ..AMOR

El Padre le reciba en su seno como a tantos de éstos viejos hermanos..., si debían nacer para ayudarnos...
¡¡lo han hecho con creces!!!.

Gilgamesh***

-Fuente;
-ssociologos

4 comentarios :

Unknown dijo...

Hola Gilga.
No lo conocía pero por lo que acabo de leer , se fué un grande, pero solo fisicamente ya que el que quiera lo podrá encontrar en su plasmada obra.
Comparto tu conclusión en lo que a la esfera del amor se refiere , ya que para mi esta mas que claro que detrás del hecho de confundir a la humanidad con el significado de la palabra amor nos desvía exactamente en sentido contrario ( por medio del pensar)adonde deberíamos dirigirnos como finalidad humana ,conectar con la frecuencia del amor.
Y va otra sincronisidad , estaba meditando en esto antes de leer tu post....
Saludossssss

לחיים dijo...

+1.

לחיים dijo...

Lehaim HermanO.

No es pesimismos, alarmismo o realismo lo que nos toco vivir....., es que "estamos habitando en la esfera de los sentimientos"....., uno de los tantos mundos.....

Fuerte apreton de manos.

LEHAIM.

Gilgamesh dijo...


Alejandro y 3+;
muchas gracias


Gustavo Castañeda;
así es Gus, esa palabra tan simple alberga todos los buenos sentimientos, y resume a esa zona con la cual deberíamos estar conectados siempre. Muchas gracias amigo por tu estimable aporte, ¿cual será nuestra próxima sincronizacion? jeje. abrazo.


Alejandro;
gracias Ale, afortunadamente dentro de las esferas de los sentimientos podemos hallar a algo que quizás no sea una esfera perteneciente a éstas esferas, me refiero a los sentimientos que son hijos de la palabra AMOR, bien con mayúsculas. Abrazo hermano