domingo, 12 de febrero de 2017

* Francisco Olveira; el Cura malagueño *

***Excelente Domingo para todos.

Durísimo el informe histórico de anoche sobre el rol de la iglesia en las primeras centurias de la era cristiana, realmente duele, y ¿cómo no quebrarse uno que es un simple ciudadano? si hasta un Cura se quiebra cuando ve por ejemplo la cruda realidad de los núcleos más pobres hoy en pleno año 2017.

Y no hablo de Curas inquisidores y homicidas como aquellos, no no, hablo de éstos que lucen modernos, que abandonaron la pompa el honor y los privilegios, esos Curas que en verdad van y hacen lo que Cristo haría si estuviera encarnado en éste presente.

Son esos Curas que hasta la misma curia ve con malos ojos , incluso la gente pacata que se jacta de *cristiana*, porque claro...éste *formato* de Curas son como aquellos primeros cristianos, desarreglados, sin uniforme, y encima...trabajan para mitigar los pesares de la gente más pobre..

Bendito sea éste *malagueño* de apenas 50 años que desde hace unos 25 asumió la misión de sumergirse en el barro donde está la gente que más sufre el olvido de sus gobiernos y de sus propios conciudadanos, imaginarán las miserias y los infiernos que éste y otros muchos Curas viven a diario por ejemplo aquí en Argentina.

Son esos Curas que suelo citar y que en éstos momentos argentinos, han sido los más valientes a la hora de denunciar el desastre que el nuevo CEOgobierno viene haciendo desde hace apenas poco más de un año.
*Padre Francisco Olveira* se llama y se indigna porque ve el daño in situ, ese que la red cómplice mediática tapa y no difunde, y nadie mejor que él y el Grupo de Curas en Opción por los Pobres ¿se acuerdan? ese valiente grupo y sus *cartas* poniendo en evidencia a los gobernantes actuales, mentores del gran desfalco nacional que está ocurriendo y a velocidad inusitada.

Y vaya lugar que le ha tocado, lo conozco al lugar..., y si hace unos 48 años cuando estuve allí ya parecía un infierno...no quieran imaginar hoy en tiempos de narcotráfico y de nuevas conductas sociales...
Hasta el día de hoy cuando éstas noticias me llevan al recuerdo de la Isla Maciel...me sigo preguntando cómo es que salí vivo de allí....

Ya había pobreza en aquellos tiempos, y la siguió habiendo, la gran diferencia si se quiere, es que ahora ésta CEOcracia bien pulcra y perfumada pero podrida por dentro, se ha desentendido por completo de los más vulnerables.

Cuánto desprecio han de sentir por la pobreza extrema que ya ni siquiera envían la comida suficiente a los comedores comunitarios, que hasta hace un año ya no eran el foco, hoy vuelven a serlo como en aquellos nefastos 90´s, y ese es el sello típico y conocido de ésta caterva de arcontes, se disfrazan de políticos y son empresarios..al poder. 
Poder que no buscaban para sacar adelante a un país si no para saquearlo en beneficio propio..
Basta ver los escándalos inmorales que *llueven* como dólares...cada día, cada semana, desde que *la gente* los puso a gobernar..

Y ahí están éstos queridos hermanos llamados Curas...que forman parte de una institución con la cual tienen serias diferencias, y como dije una vez, piensan más en estar con la gente que los necesita, y quizás así conciben que estarán transformando a esa institución de la que forman parte, desde adentro y no desde afuera.

Son fieles discípulos de Cristo, muy contrapuestos a esa iglesia que carga en sus espaldas cosas como las que anoche les compartí en el archivo histórico.
Desde el diario El Mundo de España, hace dos años hablaban de él y de su misión en la Isla Maciel;



-La Isla Maciel no es una isla. Pero lo fue. No es el infierno. Pero hubo un tiempo, no muy lejano, en que gobernaban las tinieblas. Y hubo otro tiempo muy anterior a ese en que llegó a reinar cierta prosperidad, la extraña bonanza de los barrios portuarios, con sus naves industriales, sus cabarets nocturnos y su legión de estibadores.
Un canal infecto =el Riachuelo= separa ese pedazo de tierra maldita de la altanera ciudad de Buenos Aires. Ya no hace falta subirse a un bote, como antaño, para llegar a Maciel.

Un puente de hierro conecta la capital argentina con esa villa de emergencia que tiene algo de fantasmal, con sus decadentes conventillos de colores, similares a los que han hecho célebre al vecino barrio de La Boca. Un rincón ignorado por la mayoría de los porteños en el que aterrizó hace 10 años un cura malagueño de nombre Francisco, como el Papa.
Y fue Francisco, el jefe de la Iglesia Católica, quien hace 10 años, cuando todavía era el arzobispo Jorge Bergoglio, dio su bendición para que Francisco, el cura villero, recalara en la isla olvidada.

Hoy, la Fundación Maciel, que preside este sacerdote influido por la Teología de la Liberación, le está cambiando el rostro al barrio. Con su equipo de colaboradores, Francisco Olveira dirige un centro de atención a drogodependientes, imparte talleres de formación profesional y gestiona una red de microcréditos, entre otros proyectos, para mejorar las viviendas de los vecinos. El padre Francisco no tiene dudas: *Maciel es mi lugar en el mundo*.

No, la Isla Maciel no es el infierno, pese a que muchos así lo crean. Pero tampoco es ningún paraíso. Las precauciones con las que Francisco cita a EL MUNDO lo demuestran:

*Le buscaremos en el puesto de Policía que hay a la entrada de la isla*.

Si alguna vez Maciel se convierte en ese polo turístico con el que sueñan sus pobladores, una suerte de Boca sin Caminito al otro lado del Riachuelo, no será difícil adivinar quién es el cura del lugar. Bastará con fijar la vista en el motorista que corta el asfalto rodeado de una jauría de perros callejeros. Ahí va el padre Francisco, mirada transparente, la barba descuidada, saludando a éste y aquél con la cabeza.
Después de 27 años dando tumbos por América, la mayoría del tiempo en Argentina, el padre Francisco, a sus 50 años, es casi más argentino que español.

Es, en todo caso, un cura atípico, uno de esos curas villeros tan populares en Argentina por haberse dejado la piel en las villas miseria. Olveira no esconde sus ideas. Al entrar en su austera vivienda, pegada a la iglesia, nos saluda la imagen sonriente del Che Guevara. Enfrente, un variopinto altarcito: la virgen de Guadalupe, el subcomandante Marcos y una fotografía de Olveira junto a Cristina Kirchner, Dilma Rousseff y Evo Morales.
Antes de llegar a Maciel, Francisco realizó su labor pastoral en La Matanza, la ciudad más populosa de la provincia de Buenos Aires.

*Allí, en el año 2000, antes de la crisis, lo que se discutía no era si había que ayudar a los adictos o prestar dinero para reparar viviendas.
La gente pasaba hambre, algo que ahora no ocurre, y nosotros nos dedicábamos en cuerpo y alma a las ollas populares*.

Luego pasó fugazmente por la Villa 31, ese enjambre de chabolas incrustado en el centro de la capital. Pero de allí no salió muy bien parado. Y fue entonces cuando intervino el arzobispo Bergoglio. *Fue él quien me facilitó estar al frente de esta parroquia*. El sacerdote malagueño recuerda que el arzobispo siempre trataba de ayudar a todos los curas. Y, como muchos otros críticos con el Vaticano, reconoce en el Papa a un renovador de la Iglesia. *No importa si hubo viraje o si siempre fue él mismo y ahora lo descubrimos. Lo que sí sé es que hoy me siento orgulloso de este Papa. Ojalá los poderosos de este mundo pusieran en práctica lo que él propone en lo social, con una clara condena del capitalismo, del neoliberalismo*.

Olveira no ha vuelto a hablar con Bergoglio desde que éste se convirtió en obispo de Roma. Pero sí le envió varios emails. Y Francisco le contestó. En uno de ellos, el cura malagueño le comentaba, medio en broma, que dejara casarse a los curas. Y ésta fue la respuesta del Papa: 

*Querido hermano Paco: no te imaginás la alegría que me diste con tus líneas ... Y aprovecho también para agradecerte el testimonio de coraje que das =bueno, a veces te pasás de corajudo... pero esto también viene bien=.
Por favor, no te olvides de rezar por mí.
Te recuerdo con afecto de hermano*.

Maciel.
Un nombre maldito para muchos, impregnado de estigmas que el padre Francisco va relativizando mientras camina por el barrio y va mostrando algunas de las viviendas rehabilitadas con la ayuda de su fundación. La droga es una realidad, pero el narcotráfico no está implantado como en otras villas miseria de la capital:

*Acá no hay cocinas de paco =crack=*. 
La inseguridad ha sido otra marca de identidad de la isla y, aunque ha descendido, todavía hay cientos de jóvenes desocupados sin oficio ni beneficio.

No, Maciel no es el infierno.
Pero nadie parece dar un peso por esa esquina desgajada del sur de Buenos Aires donde hoy viven unas 10.000 almas. La fundación de Olveira se financia con ayudas del Estado y donaciones privadas, algunas de ellas provenientes de particulares de España. 
Así lograron construir la sede social en un terreno del obispado y sacar adelante el Hogar de María, el centro donde atienden y apoyan a un buen puñado de drogodependientes.

*Ningún pibe nace para chorro =delincuente=*, se lee en un cartelito pegado en la pared de la casa de Olveira.
Y él lo repite varias veces durante la charla:
*Hay que darle una oportunidad a la gente*.
El cura malagueño lleva haciéndolo de palabra y de obra desde hace tiempo. No en vano, la Isla Maciel, maldita o no, es su lugar en el mundo.

Pero hoy otra es la situación..., el relato de Olveira de hace dos años dista enormemente del actual, lo escuchamos de propia voz en una entrevista radial de hace un par de días y verán si miento, exagero o les pinto la cruda realidad tal cual como la veo.



*Se creen una raza superior. Tienen una doble moral. No tienen perdón de Dios*, agregó el párroco en la entrevista.
*Yo creo en otro mundo, ellos creen que está bien que haya gente que está arriba y gente que está abajo*, agregó;



Aún sin ser nombrada o asumida, la Gnosis vive en éstos amados Curas como Olveira y tantísimos otros, no se doblegan ante el Poder, son verdaderos Cristianos que intentan revertir desde la acción aún sabiendo...que es una misión casi imposible en éstos reinos ajenos a nuestro Espíritu.

Muchos bonaerenses soñarían con estar en alguna de las paradisíacas playas malagueñas, Olveira eligió la Isla Maciel...en lugar de la Costa del Sol, cambió doradas arenas por la podredumbre del Riachuelo contaminado, nada de espetos a la torreña y pescaíto frito, hoy es guiso de arroz o puchero, y nada de pajarete...apenas unos mates.

Mi Abuelo el malagueño, parte necesaria y responsable de que yo esté aquí y ahora, si estuviera leyéndome...seguramente, se le piantaría un lagrimón.

Por Francisco Olveira, por sus pares, por éstos verdaderos cristianso, y por el Abuelo si es que allá en el Pleroma tienen internet.

Gilgamesh***

Fuente;
-elmundo
-diarioregistrado

3 comentarios :

לחיים dijo...

+1.

Lehaim HermanO.

Ay, si tu abuelo levantara la cabeza....., no conoceria la costa del sol.
Te dire que soy nativo de Malaga capital. La costa esta masificada de urbanizaciones donde no se sabe donde empieza una y termina la otra....., a concecuencia de ello, el mar esta casi tan contaminado como ese riachuelo que mencionas, y de la arena te informo que no es dorada, sino negra....., de la que te quemas y mucho, la planta de los pinreles..... jejejeje.

Esos curas, se hacen llamar asi, curas, pero en verdad les pega mas el nombre de Angeles.... de los de verdad, sin alas.....

Fuerte apreton de manos.

LEHAIM.

לחיים dijo...

P.D: Esperemos que si el abuelo tiene internet en el Pleroma....., almenos, sea gratuito....., sino mal asunto BrO.

LEHAIM.

Gilgamesh dijo...


Esther Sophia-Dolors López-Alejandro y 3+;
muchas gracias.


Alejandro;
jejeje, dicen que las comparaciones siempre son odiosas, yo me pregunto que si el Abuelo reviviera, ¿qué haría? ¿volvería a su amada España o se quedaría aquí?, pues bueno...él se vino porque el hambre y la guerra no dejaban otra posibilidad en su amada tierra, y que aquella Argentina en nada se parece a ésta que hoy tenemos.

Entonces si el Abuelo pensando en su propia conveniencia tuviera que decidir entre la Isla Maciel y Málaga, no me cabe ninguna duda Ale que elegiría Málaga.
Por eso será que el Abuelo hoy, haría su mejor elección y ¿cuál sería? quedarse adónde está, porque cualquier parte de éste mundo le sentaría muy mal..

Gracias por el relato de lo que es Málaga hoy, pero perdonáme amigo si te digo...jeje, que si tuvieras que vivir un mes en la Isla Maciel, esa Málaga que has pintado tan obscura, sería un Sol en comparación con éstas miserias que ni siquiera pretendiendo equipararlas...serías capaz de soportar.

Cambio boleto a Málaga por la Isla Maciel...jejeje...interesados favor hacer la fila.

Abrazo Hunter y ¡¡¡gracias!!! por ese humor tan necesario para ponerle una sonrisa a tanto gesto adusto.

Ah...y de internet en el Pleroma, jejeje..., quiero creer que allá las privatizaciones no existen, es más Lehaim...la virtualidad no ha de ser necesaria cuando se ha cortado el cable de lo irreal.
¡¡Abrazo hermano!!