Temita éste...si los hay.
Ante todo, después de haber leído y mucho al respecto en todos éstos años, hay cosas que se pueden garantizar.
El evento va a ocurrir pero no se sabe cuándo, se sabe también que de producirse muchas cosas cambiarían en el planeta aunque tampoco se puede medir el grado de gravedad que ésto implica.
¿Porqué no se sabe? pues porque la última vez que ocurrió no había humanos en la Tierra y si los había no hay registro.
Ante ésto los científicos estudian algo que no conocen sino a través de los rastros que han quedado y a partir de ello intentan conocer más sobre los *tiempos* de éstos eventos y qué consecuencias tendrían.
Por ejemplo, dicen que hay cierta periodicidad, lapsos de tiempo que no siempre son exactos, como tampoco la duración, y al parecer el plazo de un nuevo evento de reversión ya ha vencido, ante lo cual bien puede ser mañana como dentro de mil años o quién sabe.
Los científicos tienen la esperanza de que mediante el estudio de los precursores y rastros estemos a tiempo de *prevenir*, pero el tema es tan complejo que...prevenir es una quimera.
Pero...¿prevenirnos de qué?, de muchas cosas.
El debilitamiento de nuestro escudo magnético ya es un hecho, ya lo sabemos, los datos son fiables y nuestra magnetósfera viene debilitándose año tras año a pasos agigantados, unas diez veces más de lo que se conocía hasta entonces.
Un campo magnético débil permite que ingrese mucha más radiación cósmica, partículas de alta energía que son nociva para los organismos vivos y eso lo estamos corroborando con nuestro monitor de neutrones que comparto con ustedes asiduamente.
Recordarán que incluso desde hace uno o dos años el mismísimo sitio Spacewather viene relevando el aumento en la tasa de CR en los vuelos privados como comerciales también.
A partir de ésto, si cada día que pasa entra más radiación intuyo que la idea será producir un campo magnético artificial o sustituto que al menos frene algo de lo que va a entrar cuando éste evento haga su pico, porque en el momento pico o de súmum...nadie sabe si aguantaremos semejante caída total de nuestro escudo mágico protector.
Otro problema son los numerosos satélites y aparatejos que hemos puesto a flotar en el espacio, esos se precipitarían a tierra indefectiblemente, y nuestros sistemas de tecnología obviamente..inservibles.
Las auroras que se observan solo en latitudes altas, es decir cercanas a los polos, podrían ser vistas en ya en cualquier parte del planeta, sea en el Ecuador mismo como en sus proximidades, ésto no sería más que un fenómeno visual y sensitivo espectacular, mas lo grave es, reitero, la radiación espacial que al ser tan fuerte, constante y elevada, obraría en dosis altísimas sobre los organismos vivos, alcanzando mutaciones e incluso de acuerdo a la duración e intensidad, muertes masivas por exposición a ésta alta energía.
Lejos de presentar un escenario apocalíptico terrorífico tenemos que comprender que ésto forma parte de un proceso natural inevitable, así como la lluvia, el calor, el frío, etc., y que de ocurrir, a quien le o nos toque si es que aún estamos aquí formará parte de algo que ya ha ocurrido, y contra todo lo inevitable nada podemos hacer más que aceptarlo de manera natural.
Nadie se muere en la víspera dice el dicho, pues entonces...a no preocuparse, simplemente a conocerlo y tomar nota, así como nos interesa saber si va a llover para llevar el paraguas o no.
Otro dato que es digno de analizar es el comportamiento del Sol.
Si el Sol se encontrara en fase o ciclo alto muy activo, ésto que vemos como algo beneficioso porque barre a la radiación cósmica, podría ser doblemente malo, ya que eso funciona cuando nuestro escudo magnético funciona medianamente bien, pero con el escudo abajo la radiación solar penetraría en crudo y colaboraría a nuestra fritura.
De estar en un ciclo de baja, creo que sería beneficioso, no es lo mismo CR+CME que CR sola.
Y cuando pienso en ésto busco hilar con la situación actual del Sol, ya que se sabe que han coincidido la reversión con una edad de hielo, ante lo cual si Febo se va a dormir pues que siga durmiendo entonces para no transformarse en un mal mayor.
La causa exacta de la edad de hielo aún no se ha determinado de manera concluyente.
A lo largo de la historia, han habido al menos cinco eventos importantes de congelación que llevaron a la extinción planetaria masiva.
Lo que es seguro es que hace aproximadamente 40.000 años, durante la Edad de Hielo más recientemente conocida y posiblemente la más bien documentada e investigada, el Sur era el Norte y el Norte era el Sur.
Esta conclusión se evidenció a través del estudio de la magnetización de los antiguos sedimentos del Mar Negro.
Una mirada retrospectiva al último cambio importante de polos fué el llamado Evento Laschamp, en el que las capas de hielo radiactivo flotaron sobre la frágil superficie de nuestro planeta, y se vincula el cambio de polos con otra catástrofe, un súper volcán.
Este volcán fue el más grande y mortal de su tipo según el conocimiento científico.
Se generó a través de una ráfaga en el espacio exterior en la que los protones de alta energía salieron del cielo y prácticamente derritieron todo porque el campo magnético se debilitó.
Otra consecuencia del bajón de nuestro escudo protector fué durante las duras condiciones de la época del Pleistoceno, cuando aproximadamente las tres cuartas partes de la vida silvestre de la Tierra murió trágicamente.
Entre ellos están el mamut lanudo, los tigres de dientes de sable y, por supuesto, los dinosaurios.
Según LiveScience, el culpable fué un objeto extraterrestre no identificado que rompió la atmósfera del planeta al atravesar un punto débil en el campo magnético en un momento en que éste, era vulnerable debido al desplazamiento magnético.
Hace tiempo venimos tomando nota de varamientos de cetáceos y demás fauna marina, también de aves y en especial de insectos que basan su desplazamiento en el campo magnético de la Tierra, pues al saber ahora que el evento es paulatino éstos sucesos del reino animal son un buen téster para advertir en caso de incrementarse mucho más.
Cabe recordar también un estudio del Científico Yong Wei, de la Academia de Ciencias de China quien develó con sus estudios que la reversión polar anterior provocó la pérdida de unos 218 billones de toneladas de oxígeno, lo cual en efecto dominó, extinguió al 97% de la vida en la Tierra.
Y un dato más, la caoticidad del Vórtice polar Ártico que hemos estado viendo en los últimos meses, conjuntamente con el patrón cambiante de las ya conocidas corrientes oceánicas, podrían ser el fruto de ese desplazamiento del Norte, que de estar en Canadá, pasó por Groenlandia y va camino a Siberia, zona ésta la de Siberia que ha pasado desapercibida para los multimedios en las últimas dos semanas cuando está acusando un frío polar que no debería ser tal en pleno Verano, aún sabiendo que Siberia es zona fría.
Hay un factor o marcador que bien conocemos hoy en día y es el aumento en las tasas de cáncer que hemos estado atribuyendo a factores humanos generados adrede, o por el desastre ecológico a causa de la ambición humana, sin embargo hay que tener en cuenta que un debilitamiento de nuestro escudo magnético propicia los CR y el desmejoramiento de nuestra capa de ozono, lo cual deviene también en efectos que podrían ser la causa de la tasa alta de incidencia cancerígena.
Cabe también echar un ojo en la cuestión tecnológica y sus fallos, sea la tecnología comunicacional que últimamente viene dejando apagones informáticos de las redes, o incluso la tecnología de las centrales eléctricas y sus *misteriosos apagones* que nunca se terminan de dilucidar.
Precisamente hace un par de días el tema ha comenzado a ser tratado nuevamente en los medios dado un nuevo estudio;
-El último tirón del polo magnético de la Tierra sucedió mucho más lentamente de lo que pensábamos
Una nueva investigación sugiere que la inversión del campo magnético más reciente de la Tierra tardó más en completarse de lo que se pensaba anteriormente:
alrededor de 22.000 años en total.
Descubrir por qué este cambio en particular fue tan prolongado nos permitirá comprender mejor este misterioso proceso y tal vez incluso nos ayude a prepararnos.
-Es un hecho que los geólogos saben acerca de nuestro planeta:
cada pocos cientos de miles de años más o menos, el campo magnético de la Tierra gira literalmente, por lo que el Norte magnético voltea al Polo Sur, y viceversa.
Es importante establecer los tiempos de estas reversiones para que sepamos qué ventana tenemos que adaptar potencialmente para la próxima.
Con tantos sistemas modernos como el GPS que dependen de conocer el norte y el sur, un cambio podría fácilmente causar caos algún día.
El campo magnético de la Tierra es creado por el núcleo externo de hierro líquido del planeta que gira alrededor de su núcleo interno sólido.
Trazar las reversiones de los campos magnéticos a través del tiempo no es fácil, pero se pueden encontrar pistas en los sedimentos oceánicos y los flujos de lava que bloquean la dirección y la fuerza del campo magnético en el momento en que emergieron.
*Los flujos de lava son registradores ideales del campo magnético*, dice el geólogo Brad Singer, de la Universidad de Wisconsin-Madison.
*Tienen muchos minerales que contienen hierro y, cuando se enfrían, se bloquean en la dirección del campo.
Pero es un registro irregular.
No hay volcanes en erupción continuamente.
Por lo tanto, confiamos en un trabajo de campo cuidadoso para identificar los registros correctos*.
Singer y sus colegas observaron los registros de flujo de lava de Chile, Tahití, Hawai, el Caribe y las Islas Canarias, observando el momento de la reversión más reciente. Llamada *Reversión de Matuyama-Brunhes* los científicos que descubrieron los cambios de campo magnético afirman sucedió hace unos 770.000-780.000 años.
Ese momento sugiere que estamos *retrasados* para una reversión en este momento, aunque es posible que solo estemos en un período de inestabilidad que no resulte en un cambio completo =algo que también sucedió antes=.
Actualmente hay cierto debate sobre cuánto durará la próxima reversión.
Con base en los registros de rocas de lava, los investigadores encontraron que la parte principal del evento Matuyama-Brunhes duró 4.000 años, pero estuvo precedida por 18.000 años de inestabilidad y excursiones de los polos =reversiones temporales y parciales=.
Los hallazgos fueron respaldados por un análisis de rocas del fondo del océano, un registro más continuo pero menos preciso del campo magnético de la Tierra.
Este período de tiempo es más largo que las estimaciones anteriores, y sugiere que no nos sorprenderá de repente un cambio relativamente rápido.
Todavía no sabemos con certeza cuánto tiempo durará el próximo cambio, o exactamente cuándo llegará, pero ahora tenemos una gran cantidad de datos adicionales para ayudar a los científicos a hacer sus mejores estimaciones.
Si nos espera otra inversión de Matuyama-Brunhes, este estudio sugiere que durará por muchas generaciones.
Cuando llegue el momento, el campo magnético de nuestro planeta será más débil y más complicado de lo que es ahora, por lo que es vital que estemos preparados.
*Las inversiones se generan en las partes más profundas del interior de la Tierra, pero los efectos se manifiestan en toda la Tierra y especialmente en la superficie de la Tierra y en la atmósfera*, dice Singer.
A menos que tengamos un registro completo, preciso, y de alta resolución de cómo es realmente una inversión de campo en la superficie de la Tierra, es difícil incluso discutir cuáles son las mecánicas para generar una inversión*.
A disfrutar cada día aprovechando el tiempo que dure éste curso en el cual nos toca estar a todos aquí.
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuente;
-sciencealert
-seeker
