Una imprenta común, tal como tantas que hemos tenido cerca de nuestras casas, máquinas, algunos empleados, matrices, mucha tinta y mucho papel.
De ese lugar saldrán millones de billetes de distinta denominación y valor, unos serán de 1$, otros de 10$ y otros de 100$.
Pero ciertamente todos habrán tenido el mismo costo de producción, el mismo tamaño, la misma mano de obra, el mismo tiempo de trabajo, la misma cantidad de tinta, y el mismo tamaño de papel.
Pero valen distinto...
A alguien se le ocurrió hacer un ingenioso sistema de dominación, casi un infantil juego como el mismo que hemos jugado alguna vez nosotros en casa, como el *Monopoly* o *El Estanciero*.
La gran diferencia es que luego de que terminamos el juego en casa, guardamos los billetes del Estanciero en la caja, hasta el próximo día en que volveremos a jugar en familia o con amigos.
El otro juego se hizo real y tomó el control de nuestras vidas, desde hace muuuuuchos años..
Y en torno a eso llamado *dinero* se fueron creando nuevas formas de hacer del sometimiento algo mucho más complicado, tanto, que hoy se ha ido de las manos.
Ignacio, aqué ex-imprentero me decía;
*Me parece increíble que aquellos millones de simples papeles inicialmente blancos, son el dios del mundo, por uno solo de esos papeles que se le pone antojadizamente el valor de 100$, un sicario sale a asesinar, y una mujer hace una fellatio a un desconocido en la esquina*....
Cuánta verdad....
Y cuántas otras cosas se hacen y hacemos, por poseer muchos de esos papeles, que finalmente canjeamos, nada más y nada menos...que por nuestro tiempo.
Pero no sólo el tiempo es el tiempo reloj que nos implica trabajar 8 o más horas.
Implica renunciar a vivir, a dedicar una hora a contemplar el cielo, o salir simplemente a caminar, a estar en casa educando y amando a los hijos, a la pareja, a una mascota..
Canjeamos nuestras ilusiones, nos envolvemos en sentimientos ficticios en pos del dinero, nos esforzamos por él...nos sacrificamos, perdemos *cosas* para tener dinero....y al final ...¿ Para qué?.
Claro...ya sabemos.
Vestirnos tal como, a otros inteligentes se les ocurrió llamar *moda*, o tener aparatos que justifiquen *estar en la onda tecnológica* como el mundo triunfador.
Llegar a poder hacer una casa lujosa, bella y ostentosa simplemente para ufanarnos cuando alguien entra en ella y así llenar el ego silencioso que nos dice en voz baja ¡¡*Soy un triunfador*!!
Y en pos de poseer el dinero nos volvemos máquinas de pisotear al otro, explotarlo, caminarle por encima queriendo ser competitivos, haciendo real la regla del sistema que nos enseña que *hay que ser competitivos* para triunfar. Y no importa si para ello debemos experimentar sentimientos destructivos, como la envidia, el cinismo la conspiración y la hipocresía.
El modelo para ser un triunfador se fué poniendo cada vez más contagioso y hasta el pobre quiso ser un triunfador, el molde de *hombre exitoso* era la meta y a cualquier costo.
No importó si había que salir a delinquir e inclusive...asesinar.
Las mujeres dejaron de lado los prejuicios y se volvieron tan liberales como al sistema le convenía. Acostarse con diez empleados hasta llegar al jefe de la empresa para lograr sus objetivos....ya no era algo indigno.
Los muchachos olvidaron que la amistad era algo valioso y se volvieron corruptos impiadosos, traidores, para lograr ser *exitosos* aún ganándose el odio de sus amigos y de su familia.
Había que ser exitoso y para ello hacía falta tener dinero.
Papeles blancos....enmascarados.
¿ De qué vivirían tantos zánganos y parásitos de saco y corbata que inventaron la Bolsa de Valores, las Financieras....los Bancos?..
Toda una gran mentira girando alrededor de papeles blancos enmascarados.
El crédito, los préstamos, todo un sistema ficticio tendiente a embargar la vida de las personas.
¿Necesitás dinero?..*Yo te lo presto* para que seas *exitoso*.
Y el hombre se embarca en una carrera que no tiene meta.
Y no hipoteca solamente sus horas, su vida, su tiempo, también arrastra a su familia y las víctimas se multiplican.
Y algo más grave es la hipoteca de los estados, sumisos al poder del crédito, sus errores políticos que luego llevan a *hacer sacrificios* que sólo pagarán los ciudadanos, pero no ellos.
Vean...cuánto que ha logrado el dinero...
Un dinero que hasta se ha *virtualizado*, transferencias vía electrónica que no existen en papel...transacciones bursátiles que sólo se hacen en una pantalla de LCD.
Pero alguien, alguna vez pensó que la gran imprenta se pusiera a producir miles de millones de papeles pintados para ser regalados a las gentes...¡¡¡ basta de pobreza...todos millonarios!!! y el problema era que ya nadie trabajaba...y muchos se preguntaron...¿ y ahora quién me hace rico con su trabajo?...
El paradigma de un mundo feliz donde todos tengamos dinero se derrumbó.
El negocio era que todos trabajen para mí, y para ello necesitaba que siguieran regalándome su tiempo...por mis papeles pintados.
El dinero sí que existe, lo que es incomprensibles es que exista toda una humanidad esclavizada a su servicio. Una verdadera historia de esas holywoodenses.
Una raza extraterrestre nos mira desde su nave y dicen..
*éstos humanos no viven, tienen una gran venda en sus ojos y un gran bloqueo en la mente. Pero.. si el Creador les ha dado todo para que vivan, con el sudor de su frente pero no con su sangre...
Ésta Tierra les fué dada para que todos, sin excepción tuvieran su parcela de tierra, su techo y la parte que le toca para su sustento, pero han inventado trueques, monedas, billetes...se venden entre ellos lo que es de todos, porque todo fué hecho para todos...Han creado algo llamado dinero al cual le entregan su vida, y aún así lo desperdician, odian por él, se matan por él, lo idolatran....Pobres humanos...*
Eso es el dinero y peor aún todo el sistema que se ha montado a su alrededor.
La mentira más efectiva jamás superada por otra similar, fabricar papeles pintados y hacer que todos entreguen su vida por ellos...
Es fácil pedir cambios en el sistema o que éste finalice, pero hay que asumir también las responsabilidades personales, hay que estar dispuestos a abandonar al sistema, y hacerlo implica un cambio radical, absoluto.
¿ Estás dispuesta/o a cambiar?
Si no lo estás, entonces no pretendas que las cosas sólo cambien para tus pequeños y egoístas problemas. No pidas que el cuerpo lo pongan los otros, no pretendas que el mundo cambie a costas del sacrificio ajeno.
Como verán, cambiar no es fácil. Mucho menos pretender que el sistema cambie o desaparezca con solo salir a incendiar las calles.
Hace falta mucho más que fuerza y violencia, solo bastaría con usar la inteligencia.
***Gilgamesh.***
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