lunes, 12 de diciembre de 2011

* El tiempo; 24 horas son 16 *

Seguramente muchos de ustedes habrán advertido que pareciera que el tiempo se va *volando*, que los días duran menos y que cuando menos lo pensamos ya es Sábado o ya ha llegado el fin de año.
Siempre hemos atribuído ésto a manera de broma diciendo *es porque estamos mas viejos*.
Pero realmente es todo lo contrario.
Basta ver una fotografía de nuestros abuelos cuando tenían nuestra edad actual y la diferencia es notable, y mucho más si vemos una fotografía de nuestros padres, la diferencia se estrecha.
Hay quienes atribuyen ésto a que hoy se vive mucho más confortablemente que en la época de nuestros ancestros, sin embargo ellos vivían mas sanamente sin la contaminación actual y sin los vicios sedentarios de ésta modernidad.
Durante miles de años, la resonancia de Schumann o de pulso =ritmo cardíaco= de la Tierra ha sido 7,83 ciclos por segundo, los militares han utilizado esto como una referencia muy fiable. Sin embargo, desde 1980, esta resonancia ha ido poco a poco en aumento.
Hoy se ha medido a más de ¡¡¡ 12 ciclos por segundo!!!
Ésto significa que es el equalivante a menos de 16 horas al día en lugar de las antiguas 24 horas.
Otra interpretación es que nosotros, o nuestra conciencia ya han pasado por esto mismo siete veces, en los últimos 16 mil millones años. Cada uno de estos ciclos de creación corre 20 veces más rápido que la anterior, la misma cantidad de la Creación que es un ritmo de 20 veces más fuerte, por eso el tiempo parece ir tan rápido. Es decir que no es el tiempo, sino la Creación misma que se está acelerando.




Ésto ha sido desmentido en el pasado, sin embargo un número de biólogos han concluido que la superposición de frecuencias de resonancias Schumann no es accidental, sino que es la culminación de una estrecha interacción entre energías geomagnéticas y campos biomagnéticos que logran más evolución en el tiempo =Direnfeld 1983=.
Por lo tanto los investigadores han examinado las interacciones entre los campos externos y los ritmos biológicos y han concluído en que los organismos son capaces de detectar la intensidad, polaridad y dirección del campo geomagnético =Gould 1984=. No hay evidencia de que los ritmos geomagnéticas sirven como un retroceso en el tiempo o en la organización de los ritmos fisiológicos =Wever 1968, Gauguelin 1974, Cremer-Bartels 1984=, aunque esto sigue siendo polémico. Una variedad de comportamientos y trastornos en la población humana están estadísticamente relacionados a las alteraciones en el campo electromagnético de la Tierra o por interferencias del hombre :
=Friedman 1965= documentó una relación entre la actividad geomagnética y el aumento de la tasa de admisión de pacientes a 35 instituciones psiquiátricas.
=Venkatraman 1976 y Rajaram y Mitra 1981= reportaron una asociación entre los cambios en el campo magnético debido a las tormentas magnéticas solares y la frecuencia de convulsiones en pacientes epilépticos.
=Perry 1981= correlaciona lugares de suicidio en West Midlands-Inglaterra, con una alta intensidad de campo magnético debido a los 50 Hz medidos en las líneas eléctricas.

Muchos estudios han demostrado el *arrastre* probable del cerebro por las ondas de ritmos externos de origen natural y también artificial:
=Reiter 1953= midió el tiempo de reacción, un factor importantísimo. Al entrar a un cubículo en una exposición de tráfico, se le pidió a los sujetos que presionaran una tecla cuando una luz se encendía, se monitorearon cuando liberaban la presión sobre la tecla en su tiempo de reacción =es decir, se registró el tiempo entre la aparición de la luz y la liberación de la tecla= para miles de visitantes durante un período de 2 meses. Al mismo tiempo, las micropulsaciones ELF =resonancias de Schumann= fueron monitoreadas. Las micropulsaciones resultaron ser lentas cuando una tormenta se acercaba, y Reiter encontró que los sujetos eran más lentos para responder durante esos períodos. Cuando las micropulsaciones se aceleraban en el rango de actividad de ondas alfa del cerebro, los tiempos de reacción eran más rápidos .
Después de la exposición experimental, Reiter llevó a su cubículo de prueba a la Universidad de Munich y alineó a los sujetos en la parte superior e inferior, con alambre de malla conectada a un generador eléctrico. Introdujoun bajo nivel artificial de baja frecuencia de señales similares a las del campo terrestre. Bajo estas condiciones controladas, los efectos de los campos en el tiempo de reacción fueron comparables a los obtenidos durante la exposición. Además, los sujetos en los experimentos de laboratorio en repetidas ocasiones se quejaron de dolores de cabeza intensos, opresión en el pecho, y sudoración de las palmas de las manos después de varios minutos de exposición a 3 ciclos X segundo. Cuando los dolores de cabeza desaparecieron, había a menudo una sensación de fatiga. Estos síntomas se asemejan a las quejas de las llamadas *sensibilidades temporales* que algunas personas tienen antes de la llegada de una tormenta.

Y para aquellos que gustan de relacionar todo a las Escrituras, podemos citar;
Apocalipsis 8:12
*El cuarto ángel tocó la trompeta, y una tercera parte del Sol llamó la atención, una tercera parte de la Luna, y un tercio de las estrellas, de modo que un tercio de ellos se volvió oscuro. Un tercio de la jornada fué sin luz , y también un tercio de la noche.*

***Las conclusiones como siempre, son de vuestro libre albedrío.
Gilgamesh***

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