Este capítulo fué publicado por primera vez en 1994. El aspecto original del mismo resulta caprichoso cuando lo interpolamos con el actual presente y lo que puede deparar el futuro, un retrato muy preciso de muchos hechos reales desde entonces. Una crisis bancaria y de rescates masivos ya ha pasado y pasa.
*El escenario todavía se está desarrollando, incluye la hiperinflación, el colapso de la economía, una nueva moneda global, la violencia doméstica de las Naciones Unidas y su *Mantenimiento de la Paz*, las fuerzas de los EEUU, y la llegada de la alta tecnología feudalista. Un escenario pesimista de los acontecimientos futuros incluyen una crisis bancaria, seguida por un rescate del gobierno y la nacionalización definitiva de todos los bancos. El costo final es asombroso y se paga con dinero creado por la Reserva Federal. Se transmite al público en forma de inflación, la aumentada inflación es causada por la continua expansión de los programas de bienestar, la medicina socializada, programas de ayuda social, y los intereses sobre la deuda nacional. El dólar es finalmente abandonado como moneda de facto en el mundo. Billones de dólares son enviados de regreso a los Estados Unidos de los inversionistas extranjeros para convertirse lo más rápidamente posible en activos tangibles, todo ésto hace que la inflación sea aún mayor que antes. Tan enorme es la presión inflacionaria que la industria y el comercio quedan paralizados. El trueque se convierte en el medio de intercambio. EEUU toma el primer lugar entre las naciones deprimidas de América del Sur, África y Asia.
Los políticos se aprovechan de la oportunidad y ofrecen reformas audaces. Las reformas son peores de lo que ha creado el problema en primer lugar: expandir el poder gubernamental, nuevas agencias reguladoras, y más restricciones a la libertad. Pero esta vez, los programas empiezan a tomar un sabor internacional. El dólar norteamericano es sustituido por un dinero creado desde la ONU , y el Sistema de Reserva Federal se convierte en una sucursal del Banco Mundial / FMI. Transferencias electrónicas reemplazan gradualmente al dinero en efectivo y las cuentas corrientes. Esto permite a las agencias de la ONU supervisar las actividades financieras de cada persona. Una tarjeta de identificación legible por máquina, se utiliza para ese fin. Si a un individuo se le enciende la luz roja de su tarjeta, es detectado por cualquier agencia gubernamental, la tarjeta no se borra pero queda separada de todas las transacciones económicas y los viajes. Es el máximo control.
El aumento de la violencia en las calles a cargo de los movimientos revolucionarios y los enfrentamientos étnicos sirven de excusa para implantar la ley marcial. El público está feliz de ver a los soldados de la ONU verificar las tarjetas de identificación. La policía del estado llega en nombre de la seguridad pública. Con el tiempo todas las viviendas privadas son asumidas por el gobierno como resultado del rescate de la industria nacional de las hipotecas. Los alquileres también se toman, ya que los antiguos propietarios no pueden pagar impuestos sobre la propiedad. Las personas tienen derecho a vivir en estas viviendas a un costo razonable, o sin costo alguno. Poco a poco se convierte en claro, sin embargo, el gobierno es ahora el dueño de todas las casas y apartamentos. La gente está viviendo en ellos sólo ppor la *gracia* del gobierno. Ellos pueden reasignar en cualquier momento, y los salarios y los precios son controlados. Los disidentes se colocan en *ejércitos de trabajo*. No hay más automóviles, excepto para la elite gobernante. El transporte público está previsto para las masas, y las personas con habilidades limitadas viven en viviendas especiales del gobierno, a poca distancia de su puesto de trabajo asignado. Los hombres han sido reducidos al nivel de los siervos, que está al servicio de sus amos. Su condición de vida sólo puede ser descrita como de alta tecnología feudalista. No hay certeza de que el futuro se desarrollará exactamente en esa forma, porque hay demasiadas variables. No volverían a verse las largas filas de depositantes o el pánico de comprar en las tiendas o el cierre del mercado de valores. Pero todavía seríamos testigos de las mismas escenas de desesperación en el futuro más lejano. Esto se debe a las fuerzas que impulsan a nuestra sociedad en un totalitarismo global que no han cambiado ni un ápice. Todavía se cuenta con los mecanismos del fin del mundo en el trabajo. Tendríamos el CFR en el control de los centros de poder del gobierno y los medios de comunicación. Tendríamos un electorado que no se da cuenta de lo que se está haciendo para ellos y, por lo tanto, incapaz de resistir. Todo ésto sucediendo a través de los tratados ambientales y económicos y por el desarme militar de la ONU, que sería testigo de la aparición misma de un banco central mundial, un gobierno mundial, y un ejército mundial para hacer cumplir sus dictados. Los controles de la inflación y los salarios al igual que los precios, habrían avanzado más o menos lo mismo, la conducción de los bienes de consumo de la existencia misma y los hombres.... en la esclavitud. Es el avance hacia el Nuevo Orden Mundial por una serie de espasmos económicos, que sólo habría recorrido un camino menos violento pero que llegó exactamente para cumplir el mismo destino.*
***Saquen sus propias conclusiones.
Gilgamesh***
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