Gran tema que a todos nos ha atrapado desde siempre.
Apocalipsis, tema que nos dejaba verlo venir según los sucesos que ocurrían en el mundo, sin embargo...nothing.
Después, con el correr del tiempo y con otro conocimiento, muchos empezamos a darnos cuenta de que esa palabra para nada encerraba lo que intentaron enseñarnos.
Excelente oportunidad para acercarles mi traducción para conocer otra mirada sobre éste tema;
El Apocalipsis y el Fin de los Tiempos, Por Mehmet Sabeheddin
Las culturas que se ven a sí mismas como menguantes suelen ser las más propensas a recurrir a escenarios del fin del mundo, sobre todo cuando el fin del mundo es seguido por la renovación universal.
Prof. Anthony Aveni, antropólogo estadounidense y astrónomo dice;
Un apocalipsis =levantamiento del velo o revelación= es una revelación de algo oculto de la mayoría de la humanidad en una era dominada por la falsedad y el error, es decir, el velo se levanta ....
Por extensión, apocalipsis puede referirse a cualquier escenario u hora de finalización, o para el fin del mundo en general.
En 1997, un ex reportero del Wall Street Journal, Michael Dronin, escribió *El Código de la Biblia*, basado en la idea de que existen mensajes ocultos incrustados en la Biblia. No es de extrañar, teniendo en cuenta la incertidumbre de los tiempos El Código de la Biblia se convirtió rápidamente en un best seller. Utilizando un sistema numerológico que se deriva de la mística judía y facilitada por la tecnología informática, Drosnin buscó signos del *Fin de los Tiempos* y descubrió los años 2006 y 2012 como de especial importancia. De acuerdo con el sistema de código de la Biblia de Dronin, en 2012 la Tierra sería golpeada por un cometa devastador.
En el Mega-Bestseller de Dan Brown más vendido de la historia de ficción, El Código Da Vinci, su protagonista Robert Langdon, en respuesta a una pregunta sobre el fin del mundo, explica:
*Muchas religiones hablan del fin de los días. No se refieren al fin del mundo, sino más bien el final de nuestra edad actual =Piscis=, que comenzó en el momento del nacimiento de Cristo, se extendió por dos mil años, y disminuyó con el paso del milenio. Ahora que hemos pasado a la Era de Acuario, el fin de los días ha llegado*.
Para Dan Brown y muchos otros no estamos hablando de un fin del mundo con todas sus connotaciones de la destrucción de la humanidad o el planeta, pero sí del paso de una edad a otra. Estudiosos de la Biblia apoyan esta opinión señalando que a menudo, cuando los escritores de los Evangelios mencionan el *mundo*, la palabra griega original utilizado es *aion*, es decir, la edad, o sistema de cosas. El fin del mundo bíblico no se refiere a la destrucción de toda la vida en el planeta, pero sí a la conclusión de un período de tiempo asignado, o un sistema de cosas. El final de la edad zodiacal de Piscis y la transición a la nueva era de Acuario está marcada por un cambio en la conciencia.
El psicólogo suizo CG Jung se interesó por las edades zodiacales y concluyó que ahora vivimos en un período de *Tiempo Final*, la transición de Piscis a Acuario. Poco antes de su muerte en 1961, Jung experimentó una serie de visiones de un futuro catastrófico. Su socio desde hacía mucho tiempo, Marie-Louise von Franz, afirmó que Jung vio una conflagración mundial que ocurría alrededor del año 2010. Los estudiantes de la profecía maya se sentirían seguros de señalar la proximidad de 2010 a la fecha final del calendario maya.
Michael Dronin, Dan Brown, y Carl G. Jung, tres escritores muy diferentes, pero sus especulaciones sobre el fin de los tiempos han ganado considerable atención en el mundo occidental.
Hace menos de un siglo, en las postrimerías de la carnicería y la agitación de la Primera Guerra Mundial, muchos de los pensadores y escritores más astutos de Europa concluyeron en que el mundo occidental estaba en su agonía. Tomaron el racionalismo y el materialismo que envolvía a Europa en las primeras décadas del siglo XX como síntomas inevitables de la lenta decadencia de Occidente.
Muchos compartieron la convicción de Oswald Spengler's, quien persuasivamente exponía en su libro de 1918 *La decadencia de Occidente*, que la civilización occidental se encontraba en un proceso imparable de desintegración espiritual y cultural.
El gran escritor francés y Premio Noble Romain Rolland estaba entre aquellos que creían que Europa se estaba muriendo y que la única esperanza para el mundo estaba en Asia.
El célebre novelista francés André Malraux también miró a Asia en busca de inspiración. Después de su primer viaje al sudeste asiático en 1923 atacó abiertamente la esterilidad de la cultura occidental materialista, y en los años siguientes se dedicó a la sublevación nacionalista radical contra el imperialismo occidental que se estaba desarrollando en Indochina.
Medio siglo antes, en 1888, la temible Madame HP Blavatsky escribió una polémica exposición sobre la orden jesuita católica para un tema de su Diario Teosófico Lucifer .
Después de documentar las actividades conspirativas de los jesuitas, Madame Blavatsky dejó a su lector en pocas dudas acerca de la venida de una confrontación entre el Este y el Oeste:
*Cuando los conquistadores de todas las naciones antiguas sean a su vez conquistados por un ejército de dragones negros engendrados por sus pecados y nacidos de la decadencia, entonces la hora de la liberación de la ex golpeará*.
Es fácil de ver quiénes eran los dragones negros, tal vez una nueva invasión de un Atila desde el lejano Oriente. Un día los millones de chinos y mongoles, paganos y musulmanes, equipados con todas las armas asesinas inventadas por la civilización, irán por el infernal espíritu de comercio y el amor a las ganancias de Occidente, perforados por hombres asesinos de cristianos, que invaden a la decadente Europa como un torrente incontenible. Este será el resultado de la labor de los jesuitas, quienes serán sus primeras víctimas.
Cien años después de Blavatsky se escribieron estas palabras apocalípticas, *Europa en decadencia, que desde hace siglos gracias al espíritu infernal del comercio y el amor por el lucro, habían saqueado las tierras de Asia, África y las Américas, se vieron desafiados por el rápido ascenso de nuevas potencias mundiales. La creación de la Unión Europea y la absorción de los antiguos estados socialistas de Europa del Este no fueron suficientes para detener los adelantamientos espirituales y culturales, una vez identificados como el *Occidente cristiano*.
Durante gran parte del siglo XX los Estados Unidos lideraron al mundo occidental. Con el final del Imperio Británico después de la Segunda Guerra Mundial, los valores económicos, sociales y culturales de América de manera constante, se convirtieron casi en sinónimo de Occidente. Hoy, en 2012 los Estados Unidos se esfuerza desesperadamente por mantener su Nuevo Orden Mundial de la dominación global. En su casa, Estados Unidos está en serios problemas sociales y económicos.
En un país donde el 5% de los más ricos controlan el 60% de la riqueza de la nación, muchos se encuentran de acuerdo con el fallecido novelista estadounidense Kurt Vonnegut quien comentó momentos antes de su muerte, *Los trabajadores no tienen influencia alguna. Estoy tratando de escribir una novela sobre el fin del mundo. Pero el mundo ¡está realmente llegando a su fin!*
La decadencia y caída de Europa y los EE.UU. pueden parecer como el fin del mundo.
*Esto va a ser igual que el libro de Apocalipsis dijo que iba a ser, el fin del mundo tal como lo conocíamos*, tal como el fallecido Hunter S. Thompson escribió en 2003.
El Apocalipsis y el Tiempo Final se ciernen amenazadoramente en el horizonte.
¿Pero es realmente el fin del mundo o estamos presenciando el final de una civilización que hace mucho tiempo llegó a su punto más alto y ahora está en rápido declive?.
La Era de Piscis, que dominó el mundo durante aproximadamente los últimos dos mil años, representada por el Occidente cristiano, está desapareciendo rápidamente a medida que experimentamos las primeras influencias de la próxima Era de Acuario.
Estos son tiempos tumultuosos y desafiantes, embarazados de grandes posibilidades, tanto constructivas como destructivas. Aunque ateo, André Malraux predijo que *el tercer milenio será espiritual o no habrá tercer milenio*. Al final, esto sigue siendo la única garantía de un futuro digno.
Gilgamesh***
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