¿Hará algo más?, no lo sabemos más que estar atentos para enterarnos.
Ésto de abrevar en la Gnosis no es ninguna moda ni ningún hecho casual, sino más bien causal.
Luego de hacer la búsqueda, investigar, conocer, deliberar, probar, analizar, reflexionar, el mecanismo que acciona el gatillo es el fin del miedo.
Hablo del miedo a *dudar*, pero la duda ya sin miedo no satisface ni sirve si no va acompañada de muchísimo esfuerzo.
Aquella duda liberada del primer miedo, el miedo a ir a un supuesto infierno por dudar, me llevó a comenzar a llenar los múltiples baches o vacíos por donde el *relato oficial*, hacía agua.
Así, salir de la ignorancia impuesta por el miedo implicaba entender que ese relato oficial era en realidad una burda copia de algo mucho más antiguo, y modificado o ajustado acorde al objetivo del relator o de quien dicta al relator.
Darle permiso a la duda, suprimir el miedo, investigar, dedicar tiempo que generalmente uno administraba para cosas mucho más banales, fué el incio, después...más y más necesidad de seguir rellenando aquellos baches iniciales.
Es clarísimo que el relato religioso oficial fué tomado y adaptado.
Todo nos remite al antecedente sumerio, que a ciencia cierta, debemos agradecer al enorme trabajo de Zecharia Sitchin.
Increíblemente, tal como he dicho muchísimas veces, quienes quisieron arruinar el descubrimiento de Sitchin, ante lo evidente, lo contaminaron distrayendo nuestra atención de lo escencial. Hoy pululan teorías sobre anunakis, reptiles, lagartos y serpientes y el planeta Nibiru, haciendo que pusiéramos atención en el lugar equivocado.
Cuando dejamos de lado el arreo ajeno y analizamos el Enuma Elish, nos damos cuenta que lo menos importante eran los lagartos, el planeta Nibiru y sus naves extraterrestres.
Babilonia fué sin duda la zona que tuvo la data de primera mano y antes que el resto, resto que posteriormente lo conoció *manipulado*.
Aquellos pueblos y etnias que conocieron el relato sumerio de primera mano, eran Gnósticos, aún muchísimos años antes de la aparición en escena de Cristo.
Cristo, no hizo más que confirmar las sospechas milenarias que se tenían de algo...muy distorsionado en la previa a su llegada, y ésto se confirmó cuando los manuscritos Nag Hammadi terminaron de ponerle dudas al asunto.
Pero debemos a su vez, analizar al Enuma Elish, también...como el relato oficial, ya que la historia la escribieron quienes habían ostentado el poder en su momento.
Sólo entendiendo la Gnosis fué posible desenmascarar a dos versiones similares, que en el fondo apuntaban a un mismo génesis...
Uno de los pueblos que tenían una parte de aquél conocimiento fueron los sirios.
Cómo para que entiendan ustedes el concepto que tenían de eso que posteriormente nos enseñaron a llamar *Dios*, les comparto éste gráfico donde aquellos antiquísimos sirios no identificaban a *un dios* sino a una creación llena de dioses o entidades, que en definitiva nos remiten algo muy similar a la misma Gnosis revelada en el Nag Hammadi.
Ésta era la concepción del universo y la creación de la cultura cosmogónica siria;
Una gran esfera que contenía lo que llamaban mundo o kosmos, una escala de jerarquías que se ocupaban de administrarlo y por fuera de ella Aguas Celestes o Caos, es decir materia cósmica aún sin desarrollo para nuestro entendimiento. Esas *aguas del espacio* nos lleva a recordar aquella cita bíblica donde los *Elohim* se *movían* sobre las aguas...
Entonces, para los sirios ésta esfera era gobernada por múltiples entidades, lo cual nos lleva a pensar que en su concepto, el Demiurgo habita dentro de ella, y circunscribe el reino del demiurgo a nuestra Vía Láctea o galaxia.
Recordar que el apóstol Pablo era sirio y solía describir en las ¿*escrituras oficiales*? éstos misterios bajo nombres de entidades iguales al gráfico anteriormente visto, Misterios pero revelados, lo cual hace que dejen de ser misterios.
Quizás para los sirios lo importante no era lo que estaba fuera de esa gran esfera, sino el hombre...y cómo desde la Galaxia vinimos a ser.
Éste concepto me vuelve a hacer pensar en aquél núcleo galáctico de nuestra Vía Láctea como el Eón Sofía, del cual emana posteriormente el demiurgo y no la creación de la materia, si no...*el producto HOMBRE* como la sintetización de la materia devenida en ésto que somos, seres humanos pero...a la vez espirituales, eones en una caída que nos sumerge en un proceso de Espíritus a Materia, o sea, éste cuerpo que habitamos.
Esa es la *caída* en desgracia que nos relataran tan amargamente aquellas antiquísimas culturas.
En el gráfico vemos los 7 arcontes o planetas y sobre ésto da para un capítulo aparte.
La última y pequeña esfera es nuestro planeta Tierra, que a su vez es formado por los 5 elementos.
Y es curiosamente impresionante cómo hace tantos milenios atrás sin nuestra actual tecnología, podemos advertir lo que sabían sin aún llegar a comprender esos elementos tal como hoy sí, comprendemos por la tecnología.
Ether..., éste elemento es el que se encuentra fuera de nuestra atmósfera y magnetósfera, luego el fuego ¿fuego, adónde hay fuego?..¡es la atmósfera! y basta entenderla como fuego cuando sabemos perfectamente que cualquier elemento extra-terrestre que la intente atravesar...es encendido...quemado...calcinado..
Por ende el elemento fuego no es visible en su estado real tal como lo concebimos aquí en un estado *adaptado* a nuestros sentidos.
Por eso todo ha sido armado =incluso nosotros mismos= para percibir las cosas en un estado ilusorio muy distinto al real, para nosotros el único fuego conocido es el de las leñas que encendemos, cuando muy bien sabemos que ese fuego puede ser encendido también por un rayo....
Todo lo que vemos es una distorsión del original.
Y luego al fuego le siguen el resto de los elementos de los cuales podemos darnos cuenta también que hasta el *agua*que nosotros *vemos* aquí nada tiene que ver con el *agua* extra-terrestre, la del cosmos digo.
Y al llegar por fin al elemento tierra ahí tengo un par de dudas, o es tierra como único elemento tal como lo conocemos por su carácter de albergarnos y albergar ésto llamado vida, distinto al resto de los hasta ahora escudriñados planetas fuera de la Tierra, o es también un *espejo* del verdadero Pleroma, como casa primordial por fuera de la creación material.
El ser humano es lamentablemente una caída, la del Espíritu Puro puesto a experimento, pero a su vez, es el último eslabón que desde su posición de *lo último*, puede regresar a ser *lo primero*.
Por eso conocer éstas cosas nos ayuda a empoderarnos y tomar consciencia que, ser lo último o el final eslabón de una larga cadena, nos permite a través del poder de nuestro Espíritu, ascender y atravesar tantas cáscaras tramposas a manera de *evolución*, que a mi criterio y muy a pesar del mensaje derrotista impuesto adrede, nuestro ascenso es *inevitable e irreversible*, pero para eso tenemos que romper la ilusión de nuestra corta visión adaptada para darle poder a algo muy efectivo y terrorífico; la muerte física, lo que no nos permite ver que tal como decía el Maestro; la vida no es ésto.
Seguiremos con ésto que es realmente apasionante.
Gilgamesh***
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