* 30 años... *

***Hoy...30 años..


Seis años habían pasado desde aquél día en el cual Ella y Él habían decidido emprender el incierto camino de compartir una vida juntos.
Con apenas 18 años se aventuraron a la formal experiencia de ser un *matrimonio*.
Durante esos seis años buscaron concebir una nueva vida llamada *hijo*, infructuosos intentos que derivaron en al fin un embarazo difícil, Ella perdía las gestaciones y ésta vez..parecía que el sueño se hacía realidad.

Lamentablemente la criatura nació pero vivió apenas unos minutos, era una niña.
El dolor los embargaba, les daba miedo volver a intentar..
Pasaron un par de años hasta que el genio de la medicina, el Dr. Santi, esbozó en un papel la estrategia que según él, sería infalible y terminaría con un final feliz.
Era un procedimiento casi astrológico, basado en temperatura corporal  combinado con las fases de la Luna..

El milagro se produjo, el embarazo se dió y avanzó satisfactoriamente aunque con complicaciones, los meses pasaban y el miedo...siempre ahí..., pero llegó el noveno mes.
Por esos días, la pareja se estaba mudando de casa.
Hacía semanas a Él lo habían echado de su trabajo, cobró la magra indemnización y juntó ese dinero con el que había recibido por una inesperada venta de un terrenito de su madre que había fallecido hacía unos 10 años.

Con la ayuda de quienes siempre estuvieron cuan ángeles guardianes, pudieron comprar una nueva casa, más grande, más linda, que lejos estaba de aquél sucucho de 16 metros cuadrados donde vivían.
Aquél día, Él se levantó bien temprano, montó su bicicleta y recorrió los 3 kilómetros en bajada que lo separaban desde la casita hasta la nueva casa, a la cual había que hacerle algunas terminaciones.

Eran como las seis de la tarde, ya estaba cansado de lijar paredes y decidió emprender el regreso a la casita, encima...le tocaba la subida, pero era jóven, fuerte y con un futuro a la espera para ser llenado con sus sueños.
Mientras pedaleaba a contrapendiente, al mismo tiempo y sin poder enterarse, Ella había entrado en trabajo de parto, otros familiares la acompañaron al Hospital, y a Él lo fueron a buscar a la nueva casa pensando que aún estaba allí trabajando, pero se desencontraron, no existían en esa época los teléfonos celulares.

Mágicamente, mientras Él pedaleaba cuesta arriba y estaba a mitad de camino, se cruza con el familiar que iba en coche y le grita; *¡¡¡Ella está en el Hospital en trabajo de parto, vamossss!!!*.
Metieron la bici como pudieron en el baúl del coche y emprendieron la veloz carrera hacia el Hospital.
Una vez allí comenzó la tensa espera...

Caminaba como un soldado...de aquí para allá por el largo pasillo de la silenciosa sala de espera..., su mente se llenaba de imágenes, su corazón galopaba como un corcel brioso y desatado, sus miedos...sus anhelos...su rezos...

Tenía 23 años...iba a ser padre por primera vez....poco le importaba el típico deseo patriarcal de tener un hijo varón...Él pedía a su dios que naciera sano/a sin importar su sexo, y se juramentó que iba a ser el mejor padre del mundo..., que no iba a repetir lo que Él reprochaba del suyo, recordó a su madre que ya no estaba y si nacía una niña, en cierta forma..sería como recuperar algo que había perdido en la flor de su adolescencia...

Temblaba como una hoja..,aquella triste experiencia rondaba otra vez en su mente, hasta que por fin la puerta se abrió..y allí estaban las dos...las dos mujeres de su vida que lo hicieron *padre*...
Su compañera y su...*hijA*...sana..

Su corazón se le salía del pecho...era feliz...muy feliz..., y así comenzaba la experiencia sin manual...sin currícula...sin materias complementarias...; *ser padre*..

Hoy hace exactamente 30 años que aquél jóven e imberbe Gilga...emprendía el noble oficio..de ser Papá..

Desde aquél día mucha agua corrió bajo el puente, y hoy puedo decir que mi felicidad es inconmensurable, no podría haber imaginado por aquellos días al extraordinario ser que vino a acariciar mi vida con todos sus atributos bellos y luminosos, una especie de versión remasterizada de sus progenitores, mi superación..., el súmum..., la mejor versión de un hombre imperfecto y común hecho *hija..*, excepcional Gracia concedida sin ningún merecimiento excepcional de mi parte.





En su intelecto todo lo que yo no aprendí en mis ignorancias, en su corazón limpio nada de las impurezas que el mío carga, en sus ojos...la mirada eterna de mi madre..

Festejamos hoy su cumpleaños, y yo recibo la pequeña gran parte que me toca de acoger semejante regalo que sin duda, ha procedido desde donde la Luz derrotó a los arcontes y sus destinos.., en éste mundo salvaje y sin arreglo puedo irme feliz de haber sido al menos el 50% del vehículo necesario para traer tan grande Luz hecho hoy mujer.

Treinta años...

Sepan disculpar, necesitaba soltar al universo mi agradecimiento, y compartirlo también con quienes me regalan cada día unos minutos de su preciado tiempo.
Feliz alfinViernes para todos.

Gilgamesh***