viernes, 28 de junio de 2019

* Gracias Alba de Tormes *

***Bonita noche de alfinViernes para todxs.

Me sigue resultando increíble que en un sitio con tanta historia todo parezca echado al abandono.
Será que soy amante de la historia y sus antiguos monumentos, sean religiosos o no, y ver el poco valor que se le otorga a semejante complejo como el de Alba de Tormes...me parece una pena.

¿Será una especie de maldición? me lo pregunto porque en éste municipio de la Provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León, de unos 46 km² de superficie, apenas viven unas 5.100 personas...

¿Y eso qué tiene que ver? me dirán, pues que al recorrer sus calles se aprecia el desastre que se ha hecho en materia de urbanización..
Todo para nada...porque para que allí sólo vivan 5.100 personas.., para eso les hubieran indemnizado y que se fueran a vivir a otro pueblo y hacer de Alba de Tormes un gran centro patrimonial histórico.

Si ya de por sí en antaño los pueblos se construían de una manera bastante caótica, la re-urbanización en tiempos modernos terminó agravando esa caoticidad, y a mi criterio =sepan disculpar si resulto demasiado duro= arruinando esa riqueza que en Alba de Tormes hoy se ve deslucida.

El origen histórico de la villa de Alba de Tormes es incierto, aunque corresponde a un castro prerromano y luego a un núcleo de población romana con el nombre de Albocola.

En el siglo X aparecen de nuevo referencias de la población con el establecimiento de la frontera entre los cristianos y los musulmanes en el río Duero.
El monarca leonés Ramiro II, tras la derrota del ejército musulmán en Simancas en el año 939 y la victoria en Alhandega, pobló las ciudades abandonadas con gentes leonesas y de otras naturas.
El definitivo proceso repoblador fue ordenado por Alfonso VI al conde francés don Raimundo de Borgoña y a su hija la infanta doña Urraca, cuando cesaron las incursiones de Almanzor y Ghalib.

En el año 1140, el rey Alfonso VII, el Emperador, otorga en Salamanca el Fuero al concejo de Alba, con jurisdicción sobre un amplio marco territorial conocido como *villa y tierra*.
La villa estaba formada por el núcleo de población murado y su arrabal y las vecindades de Martinvalero, Amatos, Las Huertas, Palomares, Tejares, Torrejón y Aldehuela. Estas vecindades se abscriben a distintas *collaciones* de la villa con el fin de tributar a las iglesias de Alba.

El rey Enrique II de Trastámara, en el año 1373 entrega Alba de Tormes como dote al infante portugués Don Dionís, prometido de su hija doña Constanza.
El incumplimiento matrimonial dio lugar a que la villa pasase a don Juan, duque de Valencia y hermano de don Dionís, a la sazón desposado con doña Constanza.
La hija de ambos doña Beatriz de Portugal, será señora de Alba hasta 1411, y, a su muerte, engrosa el patrimonio de los Infantes de Aragón.
Las guerras entre los Infantes de Aragón y Juan II, rey de Navarra =1429-1430=, se resuelven con la victoria de éste último apoyado por Don Alvaro de Luna y otros grandes linajes, provoca que el señorío se ceda a la estirpe Álvarez de Toledo.

El primer señor de Alba de la familia será desde el 4 de marzo de 1430, Don Gutierre Álvarez de Toledo Obispo de Palencia, quien levanta un hospital, el monasterio de San Jerónimo y el palacio.
La villa la hereda en 1446 su sobrino Don Fernando Álvarez de Toledo, señor de Salvatierra y, desde 1439, primer Conde de Alba.
Don García sucede a su padre en el año 1464 añadiendo a la casa la dignidad ducal a partir de 1469, por concesión de Enrique IV.
A finales del siglo XV =1488=, toma posesión del ducado Don Fadrique, quien se lo cede a su nieto Don Fernando Álvarez de Toledo, más conocido como el *Gran Duque de Alba*, por sus hazañas bélicas y por su labor a favor de las artes y las letras.

La villa durante el siglo XVI desarrolla la vida cultural más fértil de su historia de la mano del III Duque de Alba y de Teresa Sánchez de Cepeda y Ahumada, Santa Teresa de Jesús.
La Santa visita Alba de Tormes para asistir al enlace de su hermana doña Juana de Ahumada con Don Juan de Ovalle y para fundar un monasterio de la orden del Carmelo a instancias de Don Francisco de Velásquez y Doña Teresa de Layz.
La comunidad de monjas se traslada al convento definitivamente en 1571.
Unos años más tarde, de regreso de uno de sus viajes procedente de Medina del Campo, Santa Teresa enferma y muere en su celda del Monasterio de la Anunciación.

La historia de Alba de Tormes se oscurece en los sucesivos siglos al coincidir con los destrozos provocados por las grandes crecidas del río Tormes =1626, 1739, 1743 y 1840=, la Guerra de la Independencia =1812-1813= y el proceso desamortizador de los bienes religiosos en 1836.
La recuperación y el desarrollo adquirido a finales del siglo XIX y durante el XX nos indican que Alba de Tormes quiere tener un hueco en la historia del nuevo milenio.

Bueno..en ésta reseña histórica hecha por el Municipio de Alba de Tormes =especialmente en el final= creo interpretar y sentir como en carne propia lo que decía al inicio.

Con mi mirada seguramente ajena a quienes habitan suelo español, he visto un lamentable abandono por parte del Estado que, daría la impresión, ese orgullo que se esgrime como Democracia Monárquica no se ve reflejado a la hora de poner en valor cosas que deberían ser necesariamente *cuidadas* en pos de algo muy importante como es la *memoria* y el *patrimonio de identidad*, algo que trasvasa lo local y abarca más bien a toda la humanidad.

Pero bue...creo que las siguientes imágenes muestran de sobra lo innecesario de arruinar un patrimonio semejante para nada...porque al fin y al cabo 5.100 personas...no justifican ésto;



















Abandono, desidia, olvido.., desconozco pero intuyo que todos los españoles han de sostener con sus impuestos algún Ministerio o Secretaría de Patrimonio Histórico, Turismo, etc., pues de ser así...deberían quejarse porque me parece, alguien se está quedando con un vuelto.

Tierras ¡¡haylas!!! como para tener que arruinar un casco histórico con construcciones inadecuadas, innecesarias, fuera de toda lógica y no adecuándose al lugar.

Cuando vi ésto me dije..wow..algún resabio del Arte Islámico con esos arcos..., pues no..., una vieja Plaza de Toros *reformada*, techada, y atosigada de viviendas;





Caoticidad edilicia de planeamieto urbano;





Periferia seriada o *moda* inútil;





Finalizaba mi recorrido con sabor agridulce, por Alba de Tormes.
Dulce al ver esa historia viva que resiste el paso del tiempo, esa belleza arquitectónica de antaño que hoy parece no ser valorada en su justa medida.

Agrio es ver la contaminación de una modernidad inútil habiendo tanta tierra vacía para levantar nuevas ciudades sin necesidad de inocular un enfermo virus llamado *curro inmobiliario* que con dinero todo lo corrompe, esas altas plumas de metal, orugas mecánicas infiltradas entre Castillos y milenarios Templos.

Me reservo para mis sentidos la belleza de lo que fué y ya no es, obras majestuosas que sin la tecnología actual son capaces de opacar a cualquier condo, country, torre, o construcción moderna, para demostrarnos que sin tecnología depredadora siglo XXI, igualmente seríamos capaces de volver a recrear el mundo...

Basílica-Sepulcro Santa Teresa;



Iglesia de Santiago;



Monasterio Benedictinas;



Plaza Mayor;



San Pedro Apóstol;



Vista desde la Torre del Castillo de los Duques de Alba;













*En la primera fase de la vida, la mente es frívola y se distrae fácilmente;
es incapaz de progreso porque carece de continuidad y persistencia.
Tal es la condición de los niños y los bárbaros, en los que el instinto no ha aprendido nada de la experiencia.

Cuando los individuos maduran, son dóciles a los acontecimientos, moldeables a nuevos hábitos y sugerencias, incluso capaces de injertarlos en sus instintos originales.
La fase terminal es aquella en la que la retentividad está agotada y todo lo que sucede se olvida enseguida:

una vana repetición, porque no es práctica, del pasado sustituye a la plasticidad y la readaptación fecunda.
En un mundo cambiante, la readaptación es el precio de la longevidad.

Una cáscara dura, lejos de proteger el principio vital, lo condena a morir lentamente y gradualmente se enfría*.

Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana Borrás.

Qué lugar...

¡¡¡Muchas gracias lectorxs de Alba de Tormes !!!

Fuerte abrazo.

Gilgamesh***

Fuentes;
-wikipedia
-albadetormes
-entreeltormesybutarque