Si algo bueno puedo rescatar de ésta jornada, es que finalmente la marcha convocada en memoria del Fiscal Nisman, se ha desarrollado en paz y sin incidentes.
Sabemos como es ésto de las estimaciones sobre la cantidad, algunos hablan de 300 mil personas, otros un poco más o un poco menos.
Realmente no interesa demasiado el detalle y sí aceptar que es una cantidad de gente muy importante que tuvo su derecho garantizado de poder manifestar.
Las lecturas que se puedan hacer sobre el componente de los asistentes, y todo lo que ya sabemos, es para tener en cuenta, pero ese es un análisis que de ninguna manera debería opacar lo que mucha gente siente y ha querido expresar.
Siempre he considerado que el derecho a la expresión a nadie debe enojar ni preocupar, siempre y cuando se realice dentro de los carriles democráticos.
Y con respecto a la causa y las investigaciones me parece que de una buena vez por todas, hay que ajustarse a Derecho y esperar los resultados que arroje la investigación.
No es malo tener cada quien su teoría, que puede ser propia o de otros, pero siempre teniendo en claro de que las teorías no son la verdad, porque la verdad, o si se quiere, lo más cercano a la verdad, la tienen en sus manos únicamente quienes están investigando toda ésta basura desde el primer lamentable día en que todo ésto se desató.
Por otra parte me resulta vergonzosa la actitud que han asumido los medios de comunicación, que ni siquiera han sabido respetar a la viuda del Fiscal, quien hace días, pidió a los medios que no interfieran con elucubraciones e intromisión para con quienes están investigando.
Su pedido cayó en saco roto, ya que los disparates que se están publicando desde hace días demuestran una clara intención de instalar en la masa, cosas que de ninguna manera pueden suplantar al trabajo de quienes están investigando.
Pero bueno.., estimo y espero que la Fiscal que tiene a cargo ésta causa empiece a reunir las pruebas contundentes del asunto, porque en verdad todos queremos y necesitamos saber qué fué lo que pasó.
La Nación lo merece, la credibilidad democrática y judical está en juego, y espero que cuando se den las pruebas y las resoluciones, tanto de un lado como del otro, no sigan instalándose suposiciones, dimes y diretes y escenarios que son más una expresión de deseo =según los intereses= que la búsqueda de la verdad.
Y si quienes no estén satisfechos con los resultados consideran que hay irregularidades, planteen sus quejas en el ámbito que corresponde, y que para eso existen múltiples resortes en nuestra Constitución, que siempre otorga la posibilidad de apelar o de exigir revisiones a cualquier proceso judicial que se considere viciado o enturbiado.
Dependemos de personas que juzgan según sus leyes de hombres.
Y en ésta noche, en la cual siento una gran orfandad de ánimo para escribir algo coherente, no por problemas personales sino por impotencia de no ser lo suficientemente útil que pretendo ser, imperiosamente, antes de irme a dormir temprano, me voy a refugiar en las palabras del gran Eduardo, que suele abrazarme en los momentos más espinados de mi pequeña vida;
Pasen buena noche.
Gilgamesh***
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