***Hermoso Doomingo para todxs.
Cómo les va? espero que muy pero muy bien.
Finde largo por aquí con feriado de Lunes, los días se van alargando haciendo agonizar poco a poco un Invierno que empieza a despedirse.
Con frío, en el día del niño, con un país en crisis, nos juntamos para reflexionar, como siempre.
Se habla de *meritocracia*, una falacia total a la hora de justificar porqué hay pobres y no pobres, débiles y fuertes, exitosos y perdedores.
Quienes no apoyamos ese concepto creemos que ante todo el *ámbito* donde vayamos a nacer es fundamental para lo que a la larga o a la corta nos va a definir.
Primero es el hogar y nuestros padres el primer terreno donde venimos a aterrizar en ésta aventura de vivir.
Ese ámbito fundamental depende también del barrio, ciudad, país, continente.
Si tenemos la suerte de arrancar la aventura con *buena salud física y mental*, todo lo demás estará circunscripto al *entorno* y a nuestra capacidad de absorber o no el desafío de sobrevivir y prosperar.
Entonces, como verán, los factores para determinar el grado de evolución positiva de un individuo difícilmente pueda ser el mérito propio exclusivamente si no que está atado o unido a muchas otras cosas.
¿Existe la genialidad innata?
¿Puede un individuo destacarse del resto naciendo en un hogar , ciudad, país, continente, sin condiciones para prosperar?
Por más mérito que alguien pueda tener debido a su esfuerzo, tezón, planificación, si el medio en el cual se desempeña no ofrece ciertas garantías..., su genialidad apenas si le permitirá estar un poquito mejor que otros, o incluso no, y formará parte de una media chata donde todos están emprolijados por la misma escasez y estatura social.
Entonces.. genio...¿se nace? ¿o se hace?.
Es más, no apuntemos tan alto al citar a un Genio, pensemos en un individuo que se sienta feliz con lo que hace y se da por satisfecho cuando mira a su alrededor y ve la alta gama de miseria y exclusión que aqueja a millones de semejantes.
Ya el solo hecho de nacer *saludable* física como mentalmente es una ventaja, y vean ustedes que eso también depende de quiénes son nuestros progenitores, y no de nosotros y algún tipo de poder de decisión pre-natal, al menos al día de hoy no se ha probado que uno decida dónde nacer, excusa que algunos astutos lucradores con lo místico y desconocido han inoculado en la sociedad para justificar un ego que que vendría muy bien a la hora de autoengrandecernos como si fuéramos capaces de propiciar nuestro exitoso futuro incluso desde antes de nacer, ni siquiera de estar en los planes de dos personas que ni se conocen y que un día serán nuestros padres.
Teorías que sólo se pueden vender cuando nuestra ignorancia nos lleva a creer en cualquier cosa que aplaque nuestra incomprensión de qué estamos haciendo aquí y para qué.
Ante todo ésto, inferimos en que entonces hay un *destino*, una especie de planificación que nos excede a nosotros, que proviene desde algún lugar que tiene prefijada una ruta o mapa tanto geográfico, como así también quienes serán esos dos que nos van a engendrar.
También podríamos pensar por fuera de lo místico y desconocido y deducir que todo es una casualidad, el azar, así como una simple mosca puede nacer tanto en Australia como en Francia, y que no somos nada, y que a nadie le importamos, así como la mosca a nosotros...tampoco nos importa.
Pero, dejando entonces el creer o no creer, volvemos a pensar..genio...¿se nace? ¿o se hace?.
El gran Adrián Paenza, Científico y Periodista argentino nos ofrece un claro ejemplo de que seguramente,
nos dejará pensando...
La que sigue es una historia fascinante y que puede provocarle conflictos internos, sobre todo porque le ofrecerá la alternativa de dudar sobre lo que piensa sobre este tema.
Sí, así como suena.
Yo podría hacerle en este momento una pregunta, y usted podría o podrá responderla, pero al mismo tiempo, debería permitirse dudar sobre lo que contestó y =eventualmente= después de leer el texto que aparecerá más abajo, quizás tenga ganas de revisar su respuesta.
Si pudiera pedirle algo más, me permito hacerlo.
Como no hay nadie que la o lo esté mirando, como no hay nadie que vaya a juzgar su respuesta, piense que está permitido cambiar de opinión eventualmente y no decirle nada a nadie.
¿Cuántas oportunidades tenemos en la vida de empezar a leer algo con una idea y terminar con otra antipodal?
¿Y si se pudiera pensar en *jugar* en los dos equipos al mismo tiempo?
Es decir, ¿podría uno/una pensar de ambas maneras al mismo tiempo?
Acá voy.
Espero que lo disfrute.
Laszlo Polgar es un maestro húngaro que se especializó en psicología aplicada a la educación.
La historia comienza cuando todavía existía la Unión Soviética y Hungría era parte del bloque de países *comunistas*.
Ubiquémonos en la segunda parte del siglo XX, más precisamente en la década del ’60.
Polgar tenía un objetivo desde joven.
Él no creía en los denominados *genios*, o mejor dicho, no es que negara la existencia de personas que se destacaban más que otras, o mucho más que otras, pero su idea era/es que los genios se construyen y que no vienen así de fábrica.
Entrenar, perseverar, constancia, pasión y sobre todo, mucha dedicación.
Todo bien.
Polgar no está solo ni es el primero que piensa así, pero lo que él hizo decididamente cambió la perspectiva de mucha gente.
Fíjese si usted está entre ellos.
El experimento que Laszlo Polgar decidió realizar afectó su propia vida.
Polgar quería casarse, tener hijos/hijas, elegir alguna actividad donde su mujer y él pensaran que cada uno de sus hijos podría destacarse y dedicarles sus vidas para que desarrollaran esas preferencias, y mostrar que podían destacarse no solo en forma local, sino también… ¡en todo el mundo!
¿Qué y cómo hacer?
Polgar empezó a enviar cartas a diferentes mujeres a quienes consideraba *potenciales candidatas* para llevar a cabo su plan.
La idea era convencer a alguna de ellas en compartir un proyecto de vida semejante.
Obviamente no había internet, y Polgar no enviaba cartas en forma indiscriminada, sino que averiguaba si cada una de las mujeres a quienes les escribiría, cumplía con algunas condiciones mínimas:
ser maestras, solteras, habitantes de alguna zona relativamente cercana y sobre todo, manifestar o haber manifestado algún intento de *correrse* de la educación convencional.
La tarea no era fácil, y sobre todo, aunque pudiera encontrar alguna persona que cumpliera con las condiciones mínimas que él mismo establecía, debía convencerlas después =y convencerse él también=, que podrían funcionar como *pareja*.
Al menos desde afuera, no parece sencillo.
Finalmente lo logró.
Terminó eligiendo una joven ucraniana, maestra como él quería, y cuestionadora del sistema de educación establecido en el mundo donde todos repetían lo mismo, pero sobre todo, Klara =el nombre de la maestra= estaba dispuesta a mudarse y casarse con Laszlo.
Y así hicieron.
Polgar no solo pensaba de la forma que escribí más arriba, sino que había hecho saber su posición a todos los que lo rodeaban.
Sostenía que cualquier niño/a si nacía en buenas condiciones de salud, podía transformase en un/una genio/genia:
*Cada niño nace con un extraordinario potencial y depende de la sociedad que sea capaz de expresarlo.
El problema es que en general, la gente no cree que esta afirmación sea cierta.
Es como si creyeran que la excelencia es solamente para otros*.
Tan en contra estaban de su posición, que las autoridades locales le sugirieron que visitara a un psiquiatra, para que lo ayudara a quitarse de encima sus locuras y cancelara su pretensión por absurda.
Pero Polgar tenía otras ideas.
No iba a entregarse tan fácil.
Como la idea era practicar lo que pensaba con sus propios hijos, ni bien pudo casarse con Klara, ambos establecieron una suerte de hoja de ruta que habrían de seguir ni bien pudieran tener hijos con quienes experimentarla.
Corría el año 1969 cuando Klara tuvo su primera hija:
Zsusza =o Susana=.
Se presentaban =claramente= varias dificultades.
En principio:
¿qué disciplina elegir?
Si Polgar recurría a alguna de las artes =pintura, música, escultura, por poner algunos ejemplos=, cualquier producto que Susan exhibiera podría ser cuestionado porque en temas de arte, todo es opinable.
La elección tenía que ser sobre algo *medible* que admitiera algún tipo de competencia donde hubiera *ganadores y perdedores*, o una suerte de *tabla de posiciones*.
Lo curioso es que fue la propia Susan quien le dio la respuesta:
el ajedrez.
Si Susan hiciera progresos de cualquier tipo, ellos se manifestarían en competencias, ya sea porque debería imponerse entre sus pares y para ser considerada una *genia*, debía trascender el mundo en donde habitualmente se mueven sus *colegas*.
Por ejemplo, ¿podría convertir a Susan en una gran maestra en ajedrez?
¿Podría forzar a la federación de ajedrez para que le permitieran a Susan competir con hombres?
Pero… estoy yendo muy rápido.
Para empezar, Laszlo tuvo que convencer a las autoridades locales de que ni su mujer ni él estaban de acuerdo con enviar a Susan al colegio:
no querían que perdiera el tiempo.
Ellos se ocuparían de la enseñanza, y proveerían a su hija de todas las herramientas =y más= que ella pudiera necesitar.
Obviamente, no fue fácil que aceptaran las condiciones del matrimonio Polgar, pero al final cedieron.
Laszlo pasaba con Susan múltiples horas del día abocados al ajedrez, aún antes de que cumpliera cuatro años.
Lo hacía de manera divertida, como si fuera un juego y de acuerdo con los registros, no solo Laszlo lo disfrutaba, sino Susan también.
El objetivo se estaba cumpliendo a la perfección:
Susan no solo mejoraba en su juego, sino que además se divertía haciéndolo.
Al cumplir cinco años, Susan ya había acumulado cientos de horas invertidas en el juego.
Unos meses después, empezarían las competencias.
Laszlo la inscribió en un torneo donde solo participaban mujeres, pero la más joven doblaba en edad a Susan.
Eso no fue un impedimento.
Susan fue ganando partida tras partida.
Al finalizar el torneo, no solo lo había ganado, sino que el score final fue:
Polgar 10 – todo el resto… cero.
Naturalmente, esto transformó a Susan en una sensación.
*Estamos en presencia de una niña prodigio, con un talento natural para el ajedrez*, decía el diario local.
Pero la historia recién empezaba.
En 1974 los Polgar tuvieron otra hija, Sofía y dos años más tarde nacería Judit, la tercera mujer del matrimonio.
Tanto Sofía como Judit observaban como el padre se retiraba todos los días a una habitación con la hermana mayor Susan, donde pasaban encerrados múltiples horas del día.
Laszlo no quería que sus hijas más pequeñas comenzaran aún, pero ciertamente la curiosidad las debe haber devorado:
¿qué pasaba allí adentro?
Cuando superaron los cinco años, Laszlo les ofreció entrar a ellas también, pero quedaba claro que eran ellas quienes querían hacerlo:
nadie forzaba a nadie.
Eso sí:
si querían entrar en la habitación y participar, ¡tenían que aprender a jugar!
Eso no fue un impedimento:
las tres hermanas se unieron en el aprendizaje y se ofrecieron a la tutela del padre.
Al llegar a la adolescencia, las tres hermanas ya habían acumulado más de 10.000 horas de práctica.
Otra vez:
¡10.000 horas!
Especializándose.
Estos fueron los resultados.
Cuando Susan cumplió 12 años se transformó en la campeona mundial de niñas menores de 16.
Dos años más tarde, ya era la mejor jugadora de ajedrez del mundo.
En 1991 se transformó en la primera mujer en la historia en alcanzar el título de *gran maestra*.
Al finalizar su carrera, Susan conquistó el título mundial femenino en cuatro ocasiones .
Sofía ganó el título sub 14 y como Susan, habría de ganar medallas de oro olímpicas y otros campeonatos que le valieron el reconocimiento como una de las mejores jugadoras del mundo.
Pero su conquista más importante se conoce con el nombre de *Sack of Rome*, en donde Sofía ganó ocho partidas consecutivas contra grandes maestros.
En ese momento, recién había cumplido 14 años.
Pero todavía no llegué a Judit.
Judit ganó todos los títulos que habían ganado sus hermanas, pero lo hizo a una edad más joven que ellas.
Y antes de que pudiera siquiera empezar con su carrera, logró lo que ningún hombre ni mujer habían logrado antes:
el título de gran maestra más joven de la historia para cualquier humano, superando en edad al propio Bobby Fischer.
Judit tenía 15 años.
Ni sus hermanas podían competir con ella.
Judit fue la mejor jugadora del mundo durante más de una década.
Hasta que llegó el año 1988.
Allí sucedió algo impactante que terminaría de poner a las hermanas Polgar en un lugar privilegiado en la historia.
En palabras de la propia Judit:
*En 1988, en Grecia, cuando yo tenía 12 años, algo pasó que fue el mojón más importante de mi carrera.
Fue la primera vez que pude participar en las Olimpíadas de Ajedrez formando parte del equipo húngaro.
Pero no fue un equipo cualquiera.
Susan, Sofía y yo fuimos en representación de nuestro país.
Y sucedió algo totalmente inesperado.
Comenzamos a ganar partida tras partida.
Fuimos derrotando a todos los países que enfrentamos… a todos.
Pero quedaba uno particular, el país que había dominado las competencias internacionales por más de 30 años:
la ex Unión Soviética.
Y en forma totalmente inesperada para el mundo… ¡les ganamos!
¡Ganamos el oro olímpico!*
Ya no había mucho más para decir.
Laszlo Polgar había validado su teoría.
¿Hay alguna manera de imaginar que el matrimonio de Laszlo y Klara habrían de producir no una, no dos, sino tres niñas prodigios?
¿Era talento natural?
¿Era la creación de Laszlo?
La sociedad pareciera negar la posibilidad de que las hermanas Polgar fueran *construidas* por la dedicación de sus padres.
Es más fácil suponer que se debió a esa condición *natural*.
Es mucho más fácil hablar de *niñas prodigio* que advertir el esfuerzo y dedicación, horas y horas de práctica y constancia.
Además, es mucho más poético y nos deja más tranquilos.
En alguna parte, nos exime de hacerlo nosotros.
Es más fácil creer que uno *nace* y no que *se hace*.
El nivel de excelencia no fue el mismo.
Sofía no alcanzó los mismos niveles de Judit, y ella mismo dijo que era la más haragana de las tres.
Susan fue la primera que produjo el impacto, pero Judit alcanzó a respirar un aire al que solo llegan un pequeño grupo de personas.
Gary Kasparov había dicho que ninguna mujer podía competir con un hombre en las mismas condiciones.
En principio, se había negado a jugar contra Judit.
Pero la historia no finalizó allí.
Una vez más quiero reproducir palabras de Judit:
*En un momento determinado, durante las olimpíadas, yo estaba muy concentrada en el tablero sin advertir nada de lo que sucedía a mi alrededor.
Hice mi movida, y levanté la vista.
¿A quién vi?
Al campeón del mundo, ¡Gary Kasparov mirando mi partida!
El jugador que yo más admiraba y respetaba en el mundo, de quien había aprendido tanto, estaba allí… siguiendo mi juego.
Eso me inspiró y en pocas movidas más, *destruí* =sic= a mi rival.
Después de las olimpíadas, un periodista le preguntó a Kasparov qué pensaba de mi forma de jugar.
**¿Cree usted que Judit podría ofrecerle resistencia?**
El dijo:
***Estoy totalmente seguro de que Judit se convertirá en la campeona del mundo en ajedrez, pero si usted me pregunta si nos vamos a enfrentar… mmmmm…
Estoy convencido de que es *casi*… =dijo *casi*= imposible que eso suceda***.
A propósito, Kasparov no fue el único que pensaba eso de las mujeres.
El propio Bobby Fischer dijo:
*Yo le puedo dar un caballo o dos de ventaja a cualquier mujer y ganarle igual*.
Para poner en perspectiva, ofrecer esa ventaja es como si una persona dijera que va a entrar en una competencia de natación y se va a atar las manos en la espalda y va a ganar igual.
Se imagina entonces qué feliz me puso haber cumplido 15 años y batir el récord de Bobby Fischer y alcanzar mi título de *gran maestra* cuando era más joven que él.
A esa altura yo ya era la mejor jugadora de ajedrez del mundo, pero yo quería ser la mejor… no solo entre las mujeres.
Quería ser la mejor, hombre o mujer.
Al final llegó el día.
Llegó el día en que me enfrenté con Kasparov.
Pero era tanta la admiración y respeto que yo le tenía, que perdí la partida antes de jugarla.
Kasparov tiene una presencia tan imponente, un carisma tan particular, una preparación tan profunda que resulta intimidante.
La parte psicológica es vital en este juego.
Kasparov me había ganado solamente presentándose a jugar.
Me llevó años prepararme para jugarle una próxima vez.
Cuando llegó, tuve la sensación que él me quería comer viva.
De entrada, yo me preparé específicamente en tener confianza en mi juego, y habría de usar las mismas herramientas que usa él cuando enfrenta a cualquier rival.
Yo había decidido que le iba a atacar el rey agresivamente, sin importar lo que pasara.
Yo me mantendría firme, sin alterar mi plan.
En un momento determinado, me di cuenta de que empezó a sentirse incómodo.
Se sacó el saco y lo puso en la silla.
Se sacó el reloj y lo puso al lado del tablero y por su lenguaje corporal yo tenía claro que él estaba muy incómodo.
Por un segundo tuve la sensación de que él pensaba de que… ¡podía perder la partida!
Se me escapó esa vez, pero para mí ya no tenía importancia:
lo que había sucedido me demostraba que la victoria estaba a mi alcance.
Pero habría una tercera vez.
Nos enfrentamos un año más tarde.
Kasparov mantuvo como siempre su juego agresivo… en el medio del juego, cuando entramos en un punto crucial de la partida, él me comió una pieza y yo, no jugué de acuerdo con lo que es habitual.
Puse mi torre en el medio del tablero en un lugar muy amenazante para su rey.
Esa fue la jugada decisiva, y en pocas movidas más Kasparov estaba en una posición desesperante =para él=:
no podía detener mi amenaza y el jaque mate estaba allí.
Kasparov no esperó que llegara ese momento.
¡Se retiró y dio por perdida la partida!*.
Para terminar, más palabras de Polgar:
*Práctica, perseverancia y pasión.
Esas son las tres razones.
Claramente mi padre tenía razón.
Usted podría preguntarme:
¿consiguió su objetivo de ser campeón del mundo entre los hombres y las mujeres?
La respuesta es que no, que no lo conseguí, pero lo que sí conseguí es competir de igual a igual =y en el camino les gané alguna vez a todos= los grandes maestros de mi época*.
Para finalizar:
no tengo claro si toda esta historia sirve para que ni usted ni yo cambiemos de opinión.
Es muy exagerado suponer que uno puede lograr lo que hicieron Laszlo y Klara en cualquier circunstancia, pero también tengo claro que el *medio ambiente* en el que un niño se desarrolla es esencial.
Este artículo no pretende inclinarla/o para un lado ni para otro.
Solo sepa que esta historia existe y debería ser motivadora.
Clarísimo amigas, amigos, difícilmente las hermanas Polgar hubieran llegado a ser lo que fueron y son si hubieran nacido en un pobre hogar de un pobre país, donde ni la familia ni el Estado, fueran garantes de brindar todas las herramientas para que ellas explotaran a ese genio que todos traemos al nacer sea donde sea, y que lamentablemente dependerá de los factores citados al inicio de mi reflexión.
Vean entonces...qué mundo tan distinto tendríamos...si no fuera lo que es..., una lotería o rueda de la fortuna que se detiene y te dice adónde te va a tocar nacer..y, si el mundo es tan injusto y desigual, tan inequitativo, ésto seguirá =parecer= dependiendo de la misteriosa rueda de la fortuna o..del designio de algo que nos excede.
No hay meritocracia alguna sin las garantías del medio que nos toca, el familiar y el geográfico, más allá de toda la mejor buena voluntad e inteligencia que tengamos.
Imaginen un mundo en el cual los padres, despertaran al genio de sus hijos, ya no para ser campeones mundiales de ajedrez, sino líderes sociales, buenos gobernantes, pro-hombres y mujeres, individuos afianzados y plenamente convencidos de HACER un mundo bueno para todos, donde ya nadie piense en matar al otro, ni robarle, ni andar envidiando o deseando lo que el otro tiene.
¿Será por eso que las élites diabólicas siempre quieren que el mundo sea tan desigual?...
Ese mundo desigual e injusto condena al aborto, pero a su vez, aborta a los *genios* que no quiere padecer, porque una generación de geniales personas que mejoren a ese mundo enfermo, sería el final de éstas lacras parasitarias.
Por eso necesitan crear malas condiciones para unos y no para otros, necesitan la enfermedad, la miseria, necesitan atrofiar a las mayorías, no vaya a ser cosa que se ponga en alto riesgo...su nefasta forma de concebir al mundo como algo propio y exclusivo...de ese puñado de depredadores.
No hay que aflojar, porque aflojar...es garantizarles la concreción de sus planes.
Fuerte abrazo.
Gilgamesh***
Fuente;
-elcohetealaluna
domingo, 18 de agosto de 2019
* ¿ Se nace o se hace ? *
Publicado por
Gilgamesh
en
14:58
Enviar por correo electrónico
Escribe un blog
Compartir en X
Compartir con Facebook
Compartir en Pinterest
Etiquetas:
CONDUCTAS SOCIALES
,
GNOSIS 2019
,
NUEVAS CORRIENTES DE PENSAMIENTO
,
REFLEXIÓN
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
7 comentarios :
Fernando Fernandez Colilla_____ ++1
+1
Excelente historia.
Que seremos capaz de hacer que "ellos" están haciendo hasta lo imposible de que no suceda? no me imagino.
Abrazos
Plus One.
Fernando Fernandez Colilla-Mario-LEHAIM; muchas gracias por valorar.
Mario; ¡imaginémoslo amigo! y a ponerlo en acción, se saben perdidos ahora o más tarde. Abrazo.
JAU MIAUUU FAMILIAAA,JAJA GILGAAA ME RIO POR QUE SEGUN IVA TERMINANDO EL ACERTADO GILGAPOST😄EL CONTUBERNIO ME VENIA A LA MENTE JAJA Y BUENO YA VEO QUE MOVISTE MUY BIEN LA REINA Y LO DEJASTE JAKE MATE👍CLARO AMIGO,HAY LES HAS DADO,ES UNA DE LAS ESTRATEGIAS DE LOS CONTUBERNITAS,ADEMAS COMO SON UNOS CAGAOS,TIENEN MIEDO DE QUE LES MOJEMOS LA OREJA JAJA PERO SI,SI HA ESA NIÑA O NIÑO,SE LE DA AMOR Y HERRAMIENTAS Y SE LE SABE MOTIVAR(SIEMPRE FUERA DE LA COMPENTECIA)YA QUE LA AUTENTICA GENIALIDAD,ESTA EN SUPERARSE UNO MISMO,NO HA LOS DEMAS,ESA NIÑA O NIÑO SIEMPRE SERAN VIRTUOSOS EN EL CAMPO QUE SEA,DEPORTE,ARTE,CIENCIA,Y EN HUMANIDAD POR SUPUESTO,PERO ESO SERIA UNA SERIA AMENAZA PARA ESE COBTUBERNIO TIRANICO QUE DIRIJE EL MUNDO,Y DE HAY QUE SU MAXIMA SEA DESESTABILIZAR,CREAR DIFERENCIAS Y PESIMAS CONDICIONES DE VIDA PARA LA MAYORIA,Y SOLO DEJAR OPCIONES A SUS DESCENDIENTES HE IGUALES DE LA MISMA CALAÑA,PERO ESA CALAÑA MALIGNA,NI AUN TENIENDO LAS MEJORES CONDICIONES Y HERRAMIENTAS,JAMAS ALCANZARA EL VIRTUOSISMO,POR QUE EN ESTE CASO,SI QUE AFECTA Y MUY MUY SERIAMENTE LA GENETICA JAJA DONDE NO HAY MATA,NO HAY PATATA,Y EL EJEMPLO DE MANDATARIOS,REYES,CONDES DUQUES Y EMINENCIAS VARIAS CON ESA TARA ES ABRUMADOOOOOOR😂😅,ASI QUE NO ES DE EXTRAÑAR,QUE CON SEMEJANTES ALMIRANTES,HAYAN LLEVADO AL ABISMO A LA FLOTA MUNDIAL,LA MEDIOCRIDAD ES SU BANDERA,AUNQUE ESTUDIEN EN COLEGIOS ELITISTAS Y DEMAS,LUEGO LO PRINCIPAL,ES EL ENCHUFE,LA PREVALICACION,Y EL DINERO LO QUE LES ACOMODA EN SU TRONOS Y DESPACHOS DE WALTSTREET😂.
MIAUUU,PUES SEGUI REFLEXIONANDO EL TEMA,Y ME DIJE:AUNQUE CREO QUE LA TONTERIA Y EL CONTUBERNISMO ES CONTAGIOSO,PUES TAMBIEN HAY INMENSIDAD DE MATAS SIN PATATA EN EL PUEBLO,PUES AUN TENIENDO ESAS OPCIONES Y HERRAMIENTAS,LAS DESAPROVECHARON,Y OTROS TANTOS LAS USAN,CON EL UNICO OBJETIVO DE PARECERSE Y PERTENECER AL CONTUBERNIO,Y SU SUPERACION SOLO SE BASA EN SUPERAR Y PISAR A LOS DEMAS,PARA ASCENDER POSICIONES,ENGORDAR EGOS Y CUENTAS BANCARIAS😂😅 HAYYY MAMAAA COMO SUELES DECIR GILGA:CRAZY WORLD,CRAZY,CRAZYYY,FRIENDS.
Águila Solitaria; ¡¡¡Jajaja!!! gracias amigo, me río de tu bella forma de catalogar lo que comparto plenamente, ay ay ay amigo...si tuviéramos el poder aunque fuera por un rato...como cambiaría éste mundo.., pero no es cuestión de uno, dos o tres, sino de cientos de millones, un gran ejército sin balas ni misiles capaces de dar vuelta todo como debería ser, sería tan grande que la Tierra giraría al revés...jeje.
¡¡Gran abrazo y gracias por tu opinión que suma!!!
Publicar un comentario